¡Ay, Dios mío! Esto sí que cayó pelao, fiaca. El ministro de Comunicación, Arnold Zamora, está metido hasta el cuello en un brete bien gordito. Resulta que la diputada Kattia Cambronero lo denunció por usar los recursos del Estado para defenderse de unas acusaciones de agresión sexual. ¡Qué torta!
Todo empezó porque un comunicador, parece que medio jovencito, puso una querella en la Fiscalía alegando que Zamora lo agredió sexualmente en un hotel por allá al oeste de San José. El caso explotó como un globo aerostático y ahora estamos viendo esto que nadie esperaba. Según la diputada, Zamora se fajó a usar los recursos del SINART – oficinas, equipos, hasta los logotipos – para hacer un video negándose y defendiéndose. ¡Imagínate la bronca!
Cambronero no anduvo con rodeos: “Nadie está por encima de la ley”. Afirmó que Zamora cometió peculado utilizando el erario público para fines personales. Pero eso no es todo, pues también acusó al ministro de amenazar a otros funcionarios, incluso al mismísimo fiscal general, Carlo Díaz, en ese video. ¡Esto se puso feo rápido, mae!
Y para colmo, Zamora se mandó una solitaria al revelar la identidad de la presunta víctima. Totalmente innecesario, como decir, puso en riesgo a una persona que ya estaba sufriendo. ¡Qué poca consideración, pura falta de respeto!, teniendo en cuenta que todavía hay un proceso penal abierto. Se dice que el pobre tipo está pasando horrible.
Zamora, por su parte, salió con su rollo de que todo fue una salida consensuada para tomar unos traguitos. Que estaban ambos medianamente… digamos, no totalmente lúcidos, y que prefirió rentar una habitación para no tener que conducir. ¡Un cuento chino, vamos! La gente anda comentando que está tratando de lavarle las manos con cuentos chinos.
El asunto legal es complicado, diay. Como Zamora es ministro sin cartera, no está claro si goza de inmunidad o si el caso va directo a la Sala III de la Corte, o si pasa por un juzgado común. Eso dependerá de qué diga la jueza que lleva el caso. Ya ven cómo se complica la vara... Se armará un relajo judicial, mándale saludos.
Este escándalo llega en un momento delicado para el gobierno, que ya viene arrastrando otras polémicas. Parece que algunos ministros se creen dueños del país y pueden hacer lo que les dé la gana con el dinero público. ¡Pero no, señor! Tenemos que exigirles cuentas y asegurar que cumplan con sus responsabilidades. Esto le hace daño a la imagen de todos los funcionarios públicos, y más a los ticos honestos que trabajan duro día tras día.
En fin, toda esta movida nos deja pensando: ¿Hasta dónde puede llegar la impunidad en nuestro país? ¿Crees que el Ministro Zamora debería renunciar a su cargo mientras se investiga este caso, o deberíamos esperar a ver qué decide la justicia? Compárteme tu opinión en el foro, ¡vamos a echarle ojo a esta vaina!
Todo empezó porque un comunicador, parece que medio jovencito, puso una querella en la Fiscalía alegando que Zamora lo agredió sexualmente en un hotel por allá al oeste de San José. El caso explotó como un globo aerostático y ahora estamos viendo esto que nadie esperaba. Según la diputada, Zamora se fajó a usar los recursos del SINART – oficinas, equipos, hasta los logotipos – para hacer un video negándose y defendiéndose. ¡Imagínate la bronca!
Cambronero no anduvo con rodeos: “Nadie está por encima de la ley”. Afirmó que Zamora cometió peculado utilizando el erario público para fines personales. Pero eso no es todo, pues también acusó al ministro de amenazar a otros funcionarios, incluso al mismísimo fiscal general, Carlo Díaz, en ese video. ¡Esto se puso feo rápido, mae!
Y para colmo, Zamora se mandó una solitaria al revelar la identidad de la presunta víctima. Totalmente innecesario, como decir, puso en riesgo a una persona que ya estaba sufriendo. ¡Qué poca consideración, pura falta de respeto!, teniendo en cuenta que todavía hay un proceso penal abierto. Se dice que el pobre tipo está pasando horrible.
Zamora, por su parte, salió con su rollo de que todo fue una salida consensuada para tomar unos traguitos. Que estaban ambos medianamente… digamos, no totalmente lúcidos, y que prefirió rentar una habitación para no tener que conducir. ¡Un cuento chino, vamos! La gente anda comentando que está tratando de lavarle las manos con cuentos chinos.
El asunto legal es complicado, diay. Como Zamora es ministro sin cartera, no está claro si goza de inmunidad o si el caso va directo a la Sala III de la Corte, o si pasa por un juzgado común. Eso dependerá de qué diga la jueza que lleva el caso. Ya ven cómo se complica la vara... Se armará un relajo judicial, mándale saludos.
Este escándalo llega en un momento delicado para el gobierno, que ya viene arrastrando otras polémicas. Parece que algunos ministros se creen dueños del país y pueden hacer lo que les dé la gana con el dinero público. ¡Pero no, señor! Tenemos que exigirles cuentas y asegurar que cumplan con sus responsabilidades. Esto le hace daño a la imagen de todos los funcionarios públicos, y más a los ticos honestos que trabajan duro día tras día.
En fin, toda esta movida nos deja pensando: ¿Hasta dónde puede llegar la impunidad en nuestro país? ¿Crees que el Ministro Zamora debería renunciar a su cargo mientras se investiga este caso, o deberíamos esperar a ver qué decide la justicia? Compárteme tu opinión en el foro, ¡vamos a echarle ojo a esta vaina!
