¡Ay, Dios mío, qué buena onda! El MICITT acaba de dejarle caer a Monteverde un regalazo: un nuevo Laboratorio de Innovación Comunitaria (LINC). Con más de treinta millones de colones invertidos, este espacito promete ser un verdadero boom para el cantón. Parece que hasta los monos del parque nacional van a querer aprender a programar, ¡qué chimba!
Para los que no andan muy al día, los LINCs son espacios equipados con tecnología punta que buscan impulsar el desarrollo de las comunidades. Ya hay diecisiete repartidos por todo el país, pero tener uno en Monteverde es como encontrar oro fino. La idea es que la gente aproveche estos recursos para crear cosas nuevas, resolver problemas locales y, bueno, echar palante sus ideas. Este laboratorio, que ahora funciona dentro del Instituto Monteverde –gracias a la colaboración con la municipalidad– es el segundo en Puntarenas y una gran oportunidad para la zona.
Imaginen esto: computadoras de última generación, impresoras 3D, kits de robótica, ¡hasta un dron educativo! Además de máquinas de coser, fresadoras… ¡parece un chollo! No sé ustedes, pero yo me emociono pensando en las posibilidades que esto abre para los jóvenes de Monteverde. Tal vez veamos surgir startups que revolucionen el ecoturismo o inventen formas innovadoras de proteger la biodiversidad, ¡sería increíble!
Orlando Vega, el viceministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, lo dijo claro: quieren que cada LINC sea una plataforma para conectar proyectos con impacto social, económico y cultural. Y vaya que Monteverde tiene potencial. Como bien sabe cualquiera que haya visitado la zona, ahí hay gente trabajadora, creativa y comprometida con su comunidad. Este laboratorio viene a darle un empujón extra para que puedan materializar sus sueños y mejorar su calidad de vida.
El alcalde Jeudy Ramírez tampoco se quedó atrás. Destacó que este laboratorio es el resultado de un esfuerzo conjunto entre el instituto y la municipalidad, demostrando que cuando se trabaja en equipo, se pueden lograr grandes cosas. Él sabe, como todos nosotros, que Monteverde ha tenido algunos bretes en los últimos tiempos, pero este laboratorio representa una luz de esperanza y un motivo para seguir adelante.
Y hablando de avances, hasta ahora más de cuatro mil quinientos monterverenses ya se han beneficiado de capacitaciones en temas como robótica, ciberseguridad, programación y big data. ¡Eso sí es poder! Setenta por ciento de los participantes son mujeres, lo cual es excelente porque demuestra que las chicas también tienen talento y ganas de aprender. Imagínense cuántas ideas increíbles se están cocinando ahí adentro… ¡me dan unas ganas de ir a ver!
Desde hace casi cuarenta años, el Instituto Monteverde ha sido un pilar fundamental para el desarrollo sostenible de la región. Buscan soluciones creativas para enfrentar los desafíos ambientales y sociales, siempre trabajando en armonía con la naturaleza. Ahora, con este nuevo laboratorio, tendrán aún más herramientas para alcanzar sus metas y fortalecer el tejido social y productivo de la comunidad. Es decir, ¡una maravilla!
En fin, parece que Costa Rica sigue dando pasos firmes hacia el futuro, llevando la tecnología a todos los rincones del país y cerrando brechas digitales. Pero dime, ¿crees que este tipo de iniciativas realmente puede transformar la realidad de las comunidades rurales como Monteverde, o simplemente son un parche temporal? ¿Y qué rol crees que deberían jugar los emprendedores locales para aprovechar al máximo estas oportunidades?
Para los que no andan muy al día, los LINCs son espacios equipados con tecnología punta que buscan impulsar el desarrollo de las comunidades. Ya hay diecisiete repartidos por todo el país, pero tener uno en Monteverde es como encontrar oro fino. La idea es que la gente aproveche estos recursos para crear cosas nuevas, resolver problemas locales y, bueno, echar palante sus ideas. Este laboratorio, que ahora funciona dentro del Instituto Monteverde –gracias a la colaboración con la municipalidad– es el segundo en Puntarenas y una gran oportunidad para la zona.
Imaginen esto: computadoras de última generación, impresoras 3D, kits de robótica, ¡hasta un dron educativo! Además de máquinas de coser, fresadoras… ¡parece un chollo! No sé ustedes, pero yo me emociono pensando en las posibilidades que esto abre para los jóvenes de Monteverde. Tal vez veamos surgir startups que revolucionen el ecoturismo o inventen formas innovadoras de proteger la biodiversidad, ¡sería increíble!
Orlando Vega, el viceministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, lo dijo claro: quieren que cada LINC sea una plataforma para conectar proyectos con impacto social, económico y cultural. Y vaya que Monteverde tiene potencial. Como bien sabe cualquiera que haya visitado la zona, ahí hay gente trabajadora, creativa y comprometida con su comunidad. Este laboratorio viene a darle un empujón extra para que puedan materializar sus sueños y mejorar su calidad de vida.
El alcalde Jeudy Ramírez tampoco se quedó atrás. Destacó que este laboratorio es el resultado de un esfuerzo conjunto entre el instituto y la municipalidad, demostrando que cuando se trabaja en equipo, se pueden lograr grandes cosas. Él sabe, como todos nosotros, que Monteverde ha tenido algunos bretes en los últimos tiempos, pero este laboratorio representa una luz de esperanza y un motivo para seguir adelante.
Y hablando de avances, hasta ahora más de cuatro mil quinientos monterverenses ya se han beneficiado de capacitaciones en temas como robótica, ciberseguridad, programación y big data. ¡Eso sí es poder! Setenta por ciento de los participantes son mujeres, lo cual es excelente porque demuestra que las chicas también tienen talento y ganas de aprender. Imagínense cuántas ideas increíbles se están cocinando ahí adentro… ¡me dan unas ganas de ir a ver!
Desde hace casi cuarenta años, el Instituto Monteverde ha sido un pilar fundamental para el desarrollo sostenible de la región. Buscan soluciones creativas para enfrentar los desafíos ambientales y sociales, siempre trabajando en armonía con la naturaleza. Ahora, con este nuevo laboratorio, tendrán aún más herramientas para alcanzar sus metas y fortalecer el tejido social y productivo de la comunidad. Es decir, ¡una maravilla!
En fin, parece que Costa Rica sigue dando pasos firmes hacia el futuro, llevando la tecnología a todos los rincones del país y cerrando brechas digitales. Pero dime, ¿crees que este tipo de iniciativas realmente puede transformar la realidad de las comunidades rurales como Monteverde, o simplemente son un parche temporal? ¿Y qué rol crees que deberían jugar los emprendedores locales para aprovechar al máximo estas oportunidades?
