¡Ay, Dios mío, qué torta! El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) agarró al tipo que anda robándole a los negocios y luego le prende fuego. Parece sacado de película, ¿verdad?, pero esto pasó acá mismo, en nuestro país. Y ni hablar de la bronca que deben tener los dueños de esos establecimientos.
La movida empezó hace unos meses, a principios de año, allá por Barrio Laboratorio, en San Isidro de El General. Un pobre complejo de apartamentos quedó chamuscado porque este personaje entró a hurtadillas, se llevó unas cositas y, pa' rematarla, le prendió fuego. Imagínate el susto que se pegaron los vecinos y la pérdida que tuvieron los afectados. ¡Un verdadero diay!
Pero eso no se quedó ahí, chunches. En julio, volvió a hacer la jugada, esta vez a una pizzería en Barrio Las Brisas. Entró, se llevó lo que pudo y, fiel a su estilo, le prendió fuego. ¡Ni siquiera le dio respiro al horno! Y ahora, el domingo 14 de septiembre, tocó un abastecedor en el mismo sector. Este mae ya tiene un modus operandi bien definido, parece que le gusta seguir la receta.
Las autoridades, obviamente, no se quedaron cruzados de brazos. Después de investigar hasta cansarse, lograron identificarlo. Dicen que andaban tras su rastro desde hacía rato, juntando pistas y hablando con testigos. Al final, pudieron ubicar dónde vivía el sospechoso, en Pavones de San Isidro de Pérez Zeledón. ¡Imagínate el alivio que sintieron al echarlo mano!
Cuando llegaron a su casa, encontraron varias cosas que podían estar relacionadas con los crímenes. Cosas que, según dicen, pueden ayudar a aclarar toda la vaina. Aunque no dieron muchos detalles, aseguran que las evidencias eran “relevantes”. Ya saben, esas cosas que te hacen pensar “este sí que hizo sus fechorías”.
Ahora, el tipejo está ante el Ministerio Público, esperando que le definan qué va a pasar. Se le abrieron causas por robo agravado y provocación de incendio, así que si lo declaran culpable, puede que pase varios años detrás de los barrotes. Esperemos que así sea, porque este tipo le ha dado hartos dolores de cabeza a mucha gente.
Lo que más me preocupa de todo este brete es la tranquilidad que hemos perdido. Antes uno iba caminando tranquilo por la calle, ahora tienes que estar mirando para todos lados, con miedo de que aparezca este tipo quemándote algo. Es una pena que tengamos que vivir así, con tanto miedo y tanta inseguridad. Pero bueno, supongo que así es la vida, ¿no?
Y tú, ¿qué opinas de esta maraña? ¿Crees que debería haber más medidas de seguridad para evitar que este tipo de situaciones vuelvan a ocurrir? ¿Será que necesitamos más vigilancia policial en nuestras comunidades o deberíamos enfocarnos en abordar las causas sociales que llevan a alguien a cometer estos actos tan violentos? ¡Déjanos tus comentarios en el foro!
La movida empezó hace unos meses, a principios de año, allá por Barrio Laboratorio, en San Isidro de El General. Un pobre complejo de apartamentos quedó chamuscado porque este personaje entró a hurtadillas, se llevó unas cositas y, pa' rematarla, le prendió fuego. Imagínate el susto que se pegaron los vecinos y la pérdida que tuvieron los afectados. ¡Un verdadero diay!
Pero eso no se quedó ahí, chunches. En julio, volvió a hacer la jugada, esta vez a una pizzería en Barrio Las Brisas. Entró, se llevó lo que pudo y, fiel a su estilo, le prendió fuego. ¡Ni siquiera le dio respiro al horno! Y ahora, el domingo 14 de septiembre, tocó un abastecedor en el mismo sector. Este mae ya tiene un modus operandi bien definido, parece que le gusta seguir la receta.
Las autoridades, obviamente, no se quedaron cruzados de brazos. Después de investigar hasta cansarse, lograron identificarlo. Dicen que andaban tras su rastro desde hacía rato, juntando pistas y hablando con testigos. Al final, pudieron ubicar dónde vivía el sospechoso, en Pavones de San Isidro de Pérez Zeledón. ¡Imagínate el alivio que sintieron al echarlo mano!
Cuando llegaron a su casa, encontraron varias cosas que podían estar relacionadas con los crímenes. Cosas que, según dicen, pueden ayudar a aclarar toda la vaina. Aunque no dieron muchos detalles, aseguran que las evidencias eran “relevantes”. Ya saben, esas cosas que te hacen pensar “este sí que hizo sus fechorías”.
Ahora, el tipejo está ante el Ministerio Público, esperando que le definan qué va a pasar. Se le abrieron causas por robo agravado y provocación de incendio, así que si lo declaran culpable, puede que pase varios años detrás de los barrotes. Esperemos que así sea, porque este tipo le ha dado hartos dolores de cabeza a mucha gente.
Lo que más me preocupa de todo este brete es la tranquilidad que hemos perdido. Antes uno iba caminando tranquilo por la calle, ahora tienes que estar mirando para todos lados, con miedo de que aparezca este tipo quemándote algo. Es una pena que tengamos que vivir así, con tanto miedo y tanta inseguridad. Pero bueno, supongo que así es la vida, ¿no?
Y tú, ¿qué opinas de esta maraña? ¿Crees que debería haber más medidas de seguridad para evitar que este tipo de situaciones vuelvan a ocurrir? ¿Será que necesitamos más vigilancia policial en nuestras comunidades o deberíamos enfocarnos en abordar las causas sociales que llevan a alguien a cometer estos actos tan violentos? ¡Déjanos tus comentarios en el foro!