¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con el Presidente Chaves echando humo por las orejas, ahora apuntándole directo a la Contraloría y a esos señores que él dice que viven en el pasado. La inauguración del nuevo Ebais en Desamparados se convirtió en otro de sus discursos encendidos, donde prometió que Costa Rica ya cambió y que nadie, ni siquiera las 'minorías poderosas', lo va a parar. ¡Parece que la cosa está que arde!
El evento, organizado por COOPESALUD R.L., sirvió de plataforma para que el mandatario endiosara el modelo cooperativista, tachándolo de “prueba viva” de que el gobierno y los privados pueden trabajar juntos sin problemas. Pero claro, no podía faltar la pulla a sus detractores, a quienes califica de “viejas élites de poder”, que supuestamente andan aferrados a sus privilegios y quieren volver a tenernos dormidos.
"Quieren vivir en el pasado, defendiendo privilegios", soltó Chaves, visiblemente molesto. "A eso les digo, Costa Rica cambió y no hay marcha atrás". El tipo realmente parece creer que está peleando contra fantasmas del pasado, y no precisamente con argumentos razonados, sino con arengas y promesas de cambio radical. Uno se pregunta si no se está excediendo un poquito con tanta agresividad verbal, ¿verdad?
Y luego vino la guinda del pastel: las acusaciones directas contra la Contralora General, Marta Eugenia Acosta, a quien llamó “una piedra en el camino” que no le interesa el bienestar de la patria. También mencionó a los dirigentes sindicales Albino Vargas y Lenin Hernández, catalogándolos como parte de una “burocracia fosilizada”. ¡Vaya, vaya! Parece que la relación entre el Poder Ejecutivo y la Contraloría sigue siendo más turbulenta que una ola en Manuel Antonio en temporada de huracán.
Este choque de trenes entre Chaves y la Contraloría ya lleva rato dando de qué hablar, y cada vez se pone más intenso. Se habla de amparos, impugnaciones y hasta juicios políticos. Algunos dicen que esto es parte del juego democrático, otros creen que estamos jugando con fuego y poniendo en riesgo la estabilidad institucional. Lo cierto es que la tensión es palpable, ¡y nos toca aguantarla a todos los costarricenses!
Pero no todo fue ataque frontal. Chaves también aprovechó para defender su visión sobre la salud pública, criticando la “contabilidad de costos de la Caja” y argumentando que el modelo de cooperativas como COOPESALUD demuestra que se puede brindar atención médica de calidad a un precio más accesible. Este debate sobre la eficiencia de la CCSS siempre ha sido espinoso, y ahora, con este empuje del gobierno, parece que vamos a tener que discutirlo con lupa y mucho café.
Para colmo, el Presidente también hizo referencia a algunos temas internacionales, aunque sin entrar en muchos detalles. Parecía querer distraer la atención de la polémica interna, pero es difícil escapar de ella cuando uno mismo la provoca constantemente. Al final, el discurso fue una mezcla de promesas, acusaciones y defensa a ultranza de su gestión. Un clásico de Chaves, dirían algunos. ¡Qué brete!
Ahora bien, pensando en todo esto, me pregunto... ¿Cree usted que el estilo confrontacional del Presidente Chaves es efectivo para lograr sus objetivos, o simplemente polariza aún más a la sociedad costarricense? ¿Debería buscar un acercamiento más dialogado con sus opositores para construir consensos y avanzar en beneficio de todos?
El evento, organizado por COOPESALUD R.L., sirvió de plataforma para que el mandatario endiosara el modelo cooperativista, tachándolo de “prueba viva” de que el gobierno y los privados pueden trabajar juntos sin problemas. Pero claro, no podía faltar la pulla a sus detractores, a quienes califica de “viejas élites de poder”, que supuestamente andan aferrados a sus privilegios y quieren volver a tenernos dormidos.
"Quieren vivir en el pasado, defendiendo privilegios", soltó Chaves, visiblemente molesto. "A eso les digo, Costa Rica cambió y no hay marcha atrás". El tipo realmente parece creer que está peleando contra fantasmas del pasado, y no precisamente con argumentos razonados, sino con arengas y promesas de cambio radical. Uno se pregunta si no se está excediendo un poquito con tanta agresividad verbal, ¿verdad?
Y luego vino la guinda del pastel: las acusaciones directas contra la Contralora General, Marta Eugenia Acosta, a quien llamó “una piedra en el camino” que no le interesa el bienestar de la patria. También mencionó a los dirigentes sindicales Albino Vargas y Lenin Hernández, catalogándolos como parte de una “burocracia fosilizada”. ¡Vaya, vaya! Parece que la relación entre el Poder Ejecutivo y la Contraloría sigue siendo más turbulenta que una ola en Manuel Antonio en temporada de huracán.
Este choque de trenes entre Chaves y la Contraloría ya lleva rato dando de qué hablar, y cada vez se pone más intenso. Se habla de amparos, impugnaciones y hasta juicios políticos. Algunos dicen que esto es parte del juego democrático, otros creen que estamos jugando con fuego y poniendo en riesgo la estabilidad institucional. Lo cierto es que la tensión es palpable, ¡y nos toca aguantarla a todos los costarricenses!
Pero no todo fue ataque frontal. Chaves también aprovechó para defender su visión sobre la salud pública, criticando la “contabilidad de costos de la Caja” y argumentando que el modelo de cooperativas como COOPESALUD demuestra que se puede brindar atención médica de calidad a un precio más accesible. Este debate sobre la eficiencia de la CCSS siempre ha sido espinoso, y ahora, con este empuje del gobierno, parece que vamos a tener que discutirlo con lupa y mucho café.
Para colmo, el Presidente también hizo referencia a algunos temas internacionales, aunque sin entrar en muchos detalles. Parecía querer distraer la atención de la polémica interna, pero es difícil escapar de ella cuando uno mismo la provoca constantemente. Al final, el discurso fue una mezcla de promesas, acusaciones y defensa a ultranza de su gestión. Un clásico de Chaves, dirían algunos. ¡Qué brete!
Ahora bien, pensando en todo esto, me pregunto... ¿Cree usted que el estilo confrontacional del Presidente Chaves es efectivo para lograr sus objetivos, o simplemente polariza aún más a la sociedad costarricense? ¿Debería buscar un acercamiento más dialogado con sus opositores para construir consensos y avanzar en beneficio de todos?