¡Ay, Dios mío! ¿Se imaginan la bronca? El Movimiento Tierra de Valientes (Motiva), esos que se creen 'los jaguares', no lograron juntar gente suficiente para elegir a sus candidatos a diputados. Una pena, porque iban con toda la intención de meterle candela a la política nacional.
La jugada se dio este sábado en la Junta Progresista, en Barrio Luján. Según el TSE, necesitaban 39 delegados presentes para poder tomar decisiones, pero apenas aparecieron 12. ¡Doce! Ni siquiera para jugar un partido de cantonal bien arreglado. Ahí estaban Mireya Zamora, que andaba buscando su revancha tras perder con Pueblo Soberano, y varios otros personajes que querían darle una oportunidad a Motiva.
Pero la clave del asunto parece estar en Roilan Mora, el tesorero del movimiento. Un grupo de partidarios, bien enfadados, lo acusan de sabotear la asamblea. Dicen que les prohibió avisarle a la gente, que los organizó para formar el partido, y luego, ¡pum!, les dijeron que no iban a participar en las elecciones. Lilliam Barrantes, una de las delegadas, soltó que incluso los metieron en una ‘lista negra’ – ¿chavismo en Costa Rica? Vaya rollo… – y que el mismo Mora los sacó del chat de WhatsApp.
Mora, como buen político, niega rotundamente todas las acusaciones. Dice que necesita pruebas de todo eso y que, a su vez, lo están señalando injustamente. Además, lo acusan de impedirles entrar a una reunión virtual donde estaban Laura Fernández (candidata de Pueblo Soberano) y Pilar Cisneros (diputada de Progreso Social Democrático). ¡Menuda telacha! Parece novela de telenovelas costarricenses, diay.
Todo esto viene de atrás. Motiva se había presentado como parte de la coalición de Pueblo Soberano, prometiendo ir en una misma papeleta. Pero cuando llegó el momento de elegir a los candidatos, “los jaguares” se dieron cuenta de que no los habían tomado en cuenta. Y ahora salen con estos planteamientos, medio a gritos, pareciendo más desesperados que otra cosa.
Lo que más llama la atención es que lo acusan de estar haciendo tratos con Royner Mora, su hermano, que aspira por el primer lugar por Puntarenas. Utilizando un artículo del estatuto que les permite convocar una asamblea si tienen el apoyo del 25% de los asambleístas, intentaron sortear la situación. Barrantes contó que vio a Mora intimidando a la gente, pareciéndole que iban a cobrar un préstamo y hasta mencionó medidas cautelares del Tribunal, ¡qué marrón!
Por supuesto, Mora respondió diciendo que expulsó a algunos del chat de WhatsApp porque no seguían las reglas de los grupos virtuales. Pero la cosa ya está encendida y ahora se preparan para intentar otra votación este domingo. Ya tienen programadas otras tres fechas para ver si logran juntar el número mínimo de asambleístas. Parece que la lucha interna en Motiva está lejos de terminar; ¡menuda crisis!
Entre tanto, los aspirantes a la diputación, como Claudio Ramírez (“Mariachi”, afín al PLN, buscando meterle goles por Limón) y Luis Alberto Rojas (ex diputado del PUSC, quiere llevarse el voto de Alajuela), siguen con la esperanza de encontrar el camino a la Asamblea. Ahora me pregunto: ¿Podrá Motiva recuperarse de este golpe y seguir siendo una fuerza política relevante, o será que esta bronca interna los ha sentenciado definitivamente?
La jugada se dio este sábado en la Junta Progresista, en Barrio Luján. Según el TSE, necesitaban 39 delegados presentes para poder tomar decisiones, pero apenas aparecieron 12. ¡Doce! Ni siquiera para jugar un partido de cantonal bien arreglado. Ahí estaban Mireya Zamora, que andaba buscando su revancha tras perder con Pueblo Soberano, y varios otros personajes que querían darle una oportunidad a Motiva.
Pero la clave del asunto parece estar en Roilan Mora, el tesorero del movimiento. Un grupo de partidarios, bien enfadados, lo acusan de sabotear la asamblea. Dicen que les prohibió avisarle a la gente, que los organizó para formar el partido, y luego, ¡pum!, les dijeron que no iban a participar en las elecciones. Lilliam Barrantes, una de las delegadas, soltó que incluso los metieron en una ‘lista negra’ – ¿chavismo en Costa Rica? Vaya rollo… – y que el mismo Mora los sacó del chat de WhatsApp.
Mora, como buen político, niega rotundamente todas las acusaciones. Dice que necesita pruebas de todo eso y que, a su vez, lo están señalando injustamente. Además, lo acusan de impedirles entrar a una reunión virtual donde estaban Laura Fernández (candidata de Pueblo Soberano) y Pilar Cisneros (diputada de Progreso Social Democrático). ¡Menuda telacha! Parece novela de telenovelas costarricenses, diay.
Todo esto viene de atrás. Motiva se había presentado como parte de la coalición de Pueblo Soberano, prometiendo ir en una misma papeleta. Pero cuando llegó el momento de elegir a los candidatos, “los jaguares” se dieron cuenta de que no los habían tomado en cuenta. Y ahora salen con estos planteamientos, medio a gritos, pareciendo más desesperados que otra cosa.
Lo que más llama la atención es que lo acusan de estar haciendo tratos con Royner Mora, su hermano, que aspira por el primer lugar por Puntarenas. Utilizando un artículo del estatuto que les permite convocar una asamblea si tienen el apoyo del 25% de los asambleístas, intentaron sortear la situación. Barrantes contó que vio a Mora intimidando a la gente, pareciéndole que iban a cobrar un préstamo y hasta mencionó medidas cautelares del Tribunal, ¡qué marrón!
Por supuesto, Mora respondió diciendo que expulsó a algunos del chat de WhatsApp porque no seguían las reglas de los grupos virtuales. Pero la cosa ya está encendida y ahora se preparan para intentar otra votación este domingo. Ya tienen programadas otras tres fechas para ver si logran juntar el número mínimo de asambleístas. Parece que la lucha interna en Motiva está lejos de terminar; ¡menuda crisis!
Entre tanto, los aspirantes a la diputación, como Claudio Ramírez (“Mariachi”, afín al PLN, buscando meterle goles por Limón) y Luis Alberto Rojas (ex diputado del PUSC, quiere llevarse el voto de Alajuela), siguen con la esperanza de encontrar el camino a la Asamblea. Ahora me pregunto: ¿Podrá Motiva recuperarse de este golpe y seguir siendo una fuerza política relevante, o será que esta bronca interna los ha sentenciado definitivamente?
