En sus cascos naranjas destacan las siglas Anfecc. Son las que corresponden a la empresa Anhui Foreign Economic Construction Co., algo parecido a un brazo albañil de la Cancillería de la República Popular China.
La firma se constituye con capital estatal del gobierno de la provincia de Anhui y funciona bajo el ala del Ministerio de la Construcción del país que durante años ha debido poner la chequera sobre las mesas diplomáticas para torcer a su favor las simpatías de países pequeños que, si no, podrían aliarse con Taiwán.
La firma, empleadora de unas 3.000 personas, tiene subsidiarias en Madagascar, Togo, Mozambique, Costa de Marfil y Etiopía. A ellas se suman las brigadas que, como en Costa Rica, se instalan durante plazos definidos para un proyecto específico.
Entre las obras desarrolladas por Anfecc destacan el edificio de oficinas del Parlamento de Mozambique, un hotel cuatro estrellas y un aeropuerto internacional en ese mismo país; el Centro Internacional de Conferencias de Madagascar, un hotel de cinco estrellas en esta isla del Índico; el Centro Internacional de Conferencias de Myanmar y la Universidad Técnica de Etiopía.
La lista sigue con proyectos como el edificio de oficinas de la residencia del presidente de Mauritania o uno de los edificios del Ministerio de Asuntos Exteriores de Uganda.
En instalaciones deportivas, el Estadio Nacional de Costa Rica figurará pronto junto al de Granada, al de cricket de esta isla caribeña, y al nacional de Togo, así como el gimnasio de Antanarivo (capital magache) y el Centro Acuático de Samoa (en Oceanía), considerado el mejor del área sur del Pacífico.
El registro de la empresa Anfecc da cuenta de que en todos los actos protocolarios de sus obras participan, cuando menos, el embajador de China, aunque en algunos casos ha figurado el propio presidente chino, Hu Jintao, como en Madagascar.
Todos estos proyectos son parte de la cooperación económica que China brinda a sus países aliados.
“Espero que así nos conozcan más a los asiáticos y a los chinos”, declaró el director de las obras en Costa Rica, Cai Lin.