¡Ay, Dios mío! Esto sí que es jugada pesada. Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hicieron un allanamiento tremendo en Limbo de Duacarí, Guácimo, desarticulando lo que parece ser un verdadero búnker de torturas. Ocho personas, incluyendo un menor, murieron detenidas, sospechosas de estar involucradas en tráfico de drogas y, peor aún, en torturar a rehenes. ¡Qué sal!
Según fuentes cercanas a la investigación, todo comenzó hace unos días cuando un pobre tipo logró escapar de este infierno improvisado. Imagínate, 14 horas encerrado, amarrado y sufriendo horrores como quemaduras con cigarrillos en pies, manos y… bueno, ya se imaginarán. El muchacho, valiente, corrió a poner la denuncia, poniendo en marcha toda esta movida.
Lo que más me choca es la magnitud del lugar. No era una casita cualquiera, ¡no señor! Era una especie de búnker, con allanamientos que duraron desde las tres de la mañana. El OIJ tuvo que desplegar unidades especializadas, incluyendo perros entrenados y luminol, para buscar rastros de sangre y posibles fosas clandestinas. Ya les digo, ¡qué torta! Esta vaina huele muy feo.
Entre los detenidos hay un batiburrillo de personajes, desde un supuesto líder llamado ‘El Viejo’, del que dicen que está conectado con ‘Diablo’ Arias Monge, uno de los cabecillas del hampa en la zona Caribe, hasta un menor de edad. Los nombres que circulan son Rojas (‘Chacho’), Chacón (‘Pastrana’ o ‘Cangreja’), Quirós (‘Chulo’), Brenes (‘Seco’), Hurtado (‘Chito’) y una dama llamada Mena. También capturaron a un hombro por infracción a la ley de psicotrópicos. ¡Un pandemónium completo!
Los allanamientos no se limitaron a una sola vivienda. Fueron siete en total, algunas en calles sin salida, otras en una finca agrícola y ganadera. Parece que estos señores estaban bien organizados y metidos hasta el cuello en esto del negocio ilícito. Según se investiga, obligaban a sus vecinos a vender drogas, y si no cumplían, ¡directo al búnker a recibir ‘tratamiento’. Qué barbaridad!
Y hablando de tratamientos, la descripción de lo que le hicieron al hombre que escapó da escalofríos. Quemaduras con cigarrillos... ¡Por Dios! Eso es crueldad extrema. Las autoridades están trabajando a marchas forzadas para recopilar pruebas y determinar la responsabilidad de todos los implicados. De momento, ya decomisaron droga, fajos de billetes y un arma de fuego. ¡Imaginen qué brete debió ser manejar toda esa plata!
Este caso nos pone los pelos de punta y nos obliga a reflexionar sobre la violencia que azota nuestras comunidades. Cómo es posible que algo así esté pasando tan cerca de nosotros, escondido a plena vista. La conexión con ‘Diablo’ Arias Monge es particularmente preocupante porque indica que estamos ante una organización criminal seria y peligrosa. Esperemos que las autoridades logren llevar a estos delincuentes ante la justicia y que esto sirva de ejemplo para evitar que estas atrocidades se repitan.
Definitivamente, este caso ha levantado ampollas en todo el país. Ahora me pregunto, ¿cree usted que la respuesta del gobierno frente a este tipo de situaciones es suficiente para proteger a las comunidades vulnerables y erradicar el narcotráfico en zonas rurales? Comparta su opinión en el foro, ¡me interesa saber qué piensa mi gente!
Según fuentes cercanas a la investigación, todo comenzó hace unos días cuando un pobre tipo logró escapar de este infierno improvisado. Imagínate, 14 horas encerrado, amarrado y sufriendo horrores como quemaduras con cigarrillos en pies, manos y… bueno, ya se imaginarán. El muchacho, valiente, corrió a poner la denuncia, poniendo en marcha toda esta movida.
Lo que más me choca es la magnitud del lugar. No era una casita cualquiera, ¡no señor! Era una especie de búnker, con allanamientos que duraron desde las tres de la mañana. El OIJ tuvo que desplegar unidades especializadas, incluyendo perros entrenados y luminol, para buscar rastros de sangre y posibles fosas clandestinas. Ya les digo, ¡qué torta! Esta vaina huele muy feo.
Entre los detenidos hay un batiburrillo de personajes, desde un supuesto líder llamado ‘El Viejo’, del que dicen que está conectado con ‘Diablo’ Arias Monge, uno de los cabecillas del hampa en la zona Caribe, hasta un menor de edad. Los nombres que circulan son Rojas (‘Chacho’), Chacón (‘Pastrana’ o ‘Cangreja’), Quirós (‘Chulo’), Brenes (‘Seco’), Hurtado (‘Chito’) y una dama llamada Mena. También capturaron a un hombro por infracción a la ley de psicotrópicos. ¡Un pandemónium completo!
Los allanamientos no se limitaron a una sola vivienda. Fueron siete en total, algunas en calles sin salida, otras en una finca agrícola y ganadera. Parece que estos señores estaban bien organizados y metidos hasta el cuello en esto del negocio ilícito. Según se investiga, obligaban a sus vecinos a vender drogas, y si no cumplían, ¡directo al búnker a recibir ‘tratamiento’. Qué barbaridad!
Y hablando de tratamientos, la descripción de lo que le hicieron al hombre que escapó da escalofríos. Quemaduras con cigarrillos... ¡Por Dios! Eso es crueldad extrema. Las autoridades están trabajando a marchas forzadas para recopilar pruebas y determinar la responsabilidad de todos los implicados. De momento, ya decomisaron droga, fajos de billetes y un arma de fuego. ¡Imaginen qué brete debió ser manejar toda esa plata!
Este caso nos pone los pelos de punta y nos obliga a reflexionar sobre la violencia que azota nuestras comunidades. Cómo es posible que algo así esté pasando tan cerca de nosotros, escondido a plena vista. La conexión con ‘Diablo’ Arias Monge es particularmente preocupante porque indica que estamos ante una organización criminal seria y peligrosa. Esperemos que las autoridades logren llevar a estos delincuentes ante la justicia y que esto sirva de ejemplo para evitar que estas atrocidades se repitan.
Definitivamente, este caso ha levantado ampollas en todo el país. Ahora me pregunto, ¿cree usted que la respuesta del gobierno frente a este tipo de situaciones es suficiente para proteger a las comunidades vulnerables y erradicar el narcotráfico en zonas rurales? Comparta su opinión en el foro, ¡me interesa saber qué piensa mi gente!