¡Ay, Dios mío! La Zona Sur otra vez temblando. Esto ya parece película de terror, ¿eh? Desde Uvita hasta Osa, la gente anda nerviosa porque no dejan de sentir los retiempos. No es que les falte hartazgo, sino que esto ya va como cosa rara. Según nos dicen, ¡más de 400 temblores en unos pocos días!
El Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) se ha puesto las pilas explicando que estamos viviendo una especie de 'enjambre sísmico'. Lo que quiere decir, mae, que no es uno solo, sino una cadena de temblores más o menos seguido. El más fuerte, que sacudió al país el pasado sábado, llegó a 5.6 de magnitud y se sintió hasta en el Valle Central, ¡qué carga!
Y es que la falla de acá es bien traviesa. Ovsicori nos aclara que estos temblores tienen que ver con el acomodo de las placas tectónicas, la del Coco debajo de la Caribeña. Imagínate la presión que hay ahí abajo, intentando moverse y soltar tensiones... así sentimos nosotros los temblores. Un brete, vamos.
Aunque los expertos aseguran que una secuencia sísmica no siempre significa que vendrá un terremoto gigante, la verdad es que nadie puede garantizar nada. La sismología, aunque ha avanzado, todavía no tiene la fórmula mágica para predecir cuándo va a dar un golpe de esos fuertes. Es como intentar adivinar cuándo va a llover durante la temporada seca, ¿me entiendes?
Estamos asentados en un lugar sísmicamente activo, eso ya lo sabemos todos los ticos. La Zona Sur, en particular, es como un punto caliente geológico. Las fallas allá se mueven más que en otros lados, generando réplicas, enjambres… Un dolor de cabeza para los que vivimos por la zona, pero también una realidad con la que tenemos que aprender a convivir.
Por eso, Ovsicori está haciendo un llamado a la calma, pero también a estar preparados. Revisar las mochilas de emergencia, planear rutas de evacuación, saber dónde buscar refugio si la tierra empieza a bailar demasiado. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad? Además, revisarle los frenos al carro también sirve, porque si sale un susto, nadie quiere quedarse varado.
Muchos vecinos andan preocupados, preguntándose si esto anunciará algo peor. Algunos recuerdan los terremotos del pasado y le agarran cositas. Otros, simplemente quieren que todo vuelva a la normalidad. Una cosa es segura: la incertidumbre pesa. Y más cuando sientes que la tierra se mueve debajo de tus pies, diay...
Entonces, teniendo en cuenta todo este panorama sísmico, me pregunto: ¿crees que debemos invertir más recursos en sistemas de alerta temprana y simulacros de evacuación, o deberíamos enfocarnos más en educar a la población sobre cómo actuar en caso de un terremoto? ¡Déjanos tus opiniones en el foro!
El Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) se ha puesto las pilas explicando que estamos viviendo una especie de 'enjambre sísmico'. Lo que quiere decir, mae, que no es uno solo, sino una cadena de temblores más o menos seguido. El más fuerte, que sacudió al país el pasado sábado, llegó a 5.6 de magnitud y se sintió hasta en el Valle Central, ¡qué carga!
Y es que la falla de acá es bien traviesa. Ovsicori nos aclara que estos temblores tienen que ver con el acomodo de las placas tectónicas, la del Coco debajo de la Caribeña. Imagínate la presión que hay ahí abajo, intentando moverse y soltar tensiones... así sentimos nosotros los temblores. Un brete, vamos.
Aunque los expertos aseguran que una secuencia sísmica no siempre significa que vendrá un terremoto gigante, la verdad es que nadie puede garantizar nada. La sismología, aunque ha avanzado, todavía no tiene la fórmula mágica para predecir cuándo va a dar un golpe de esos fuertes. Es como intentar adivinar cuándo va a llover durante la temporada seca, ¿me entiendes?
Estamos asentados en un lugar sísmicamente activo, eso ya lo sabemos todos los ticos. La Zona Sur, en particular, es como un punto caliente geológico. Las fallas allá se mueven más que en otros lados, generando réplicas, enjambres… Un dolor de cabeza para los que vivimos por la zona, pero también una realidad con la que tenemos que aprender a convivir.
Por eso, Ovsicori está haciendo un llamado a la calma, pero también a estar preparados. Revisar las mochilas de emergencia, planear rutas de evacuación, saber dónde buscar refugio si la tierra empieza a bailar demasiado. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad? Además, revisarle los frenos al carro también sirve, porque si sale un susto, nadie quiere quedarse varado.
Muchos vecinos andan preocupados, preguntándose si esto anunciará algo peor. Algunos recuerdan los terremotos del pasado y le agarran cositas. Otros, simplemente quieren que todo vuelva a la normalidad. Una cosa es segura: la incertidumbre pesa. Y más cuando sientes que la tierra se mueve debajo de tus pies, diay...
Entonces, teniendo en cuenta todo este panorama sísmico, me pregunto: ¿crees que debemos invertir más recursos en sistemas de alerta temprana y simulacros de evacuación, o deberíamos enfocarnos más en educar a la población sobre cómo actuar en caso de un terremoto? ¡Déjanos tus opiniones en el foro!