Maes, la vara política en Guana se está poniendo buena, casi a nivel de novelón de las nueve. Resulta que el Partido Liberación Nacional ya tiene a su gallo de pelea para liderar la papeleta de diputados por la provincia, y el elegido fue Ronald Campos. Para los que no lo tienen en el radar, Campos no es un aparecido; el mae es un pez gordo en el mundo cooperativista y le ganó el pulso a Carlos Cantillo para quedarse con ese codiciado primer lugar. Una victoria, sin duda, pero como todo en la política tica, el diablo está en los detalles y aquí hay varios que huelen a pólvora.
Y ojo la yunta que se armó, porque en el segundo puesto no pusieron a cualquiera. La elegida es Karol Matamoros Montoya, y déjenme decirles que esta señora no es ninguna pintada en la pared. Estamos hablando de una mujer con maestría en Salud Pública y un doctorado en microbiología. Diay, un currículum que asusta y que le da un aire de seriedad técnica a la papeleta que, seamos honestos, a veces hace falta. A primera vista, la fórmula suena potente: un líder social y productivo con una académica de altísimo nivel. Hasta ahí, todo suena a cachete, ¿verdad? Uno pensaría que es una combinación ganadora para recuperar terreno en la pampa.
Pero diay, aquí es donde la trama se complica y la cosa se pone color de hormiga. Campos salió a decir lo de siempre, que es un guanacasteco de pueblo, que no le va a fallar a la gente y bla, bla, bla. El discurso de cajón. El verdadero brete que tiene por delante es titánico. El primer round, y quizás el más duro, es que se va a tener que pegar un encontronazo con el oficialismo, que según todas las encuestas, tiene un músculo electoral impresionante en Guanacaste. No es un secreto que la provincia ha sido un bastión importante para el gobierno actual, y quitarles un solo voto de ahí va a requerir más que buenas intenciones.
Ahora, si la pelea con el oficialismo fuera poco, a Campos le podría estar saliendo un enemigo en su propia casa. Y aquí es donde se pone bueno el despiche. Resulta que las mismas estructuras cooperativistas de las que él viene, su mero mole, han mostrado una cercanía casi que de compas con la campaña del Partido Pueblo Soberano (PPSO). ¡Imagínense la vara! Es como ir a una mejenga y descubrir que la mitad de tu propia barra le está haciendo porras al equipo contrario. Este conflicto de intereses podría ser el verdadero talón de Aquiles para Liberación. ¿Cómo vas a liderar una campaña si tu base de poder está coqueteando abiertamente con un rival directo? ¡Qué enredo!
Entonces, la victoria de Ronald Campos, que en papel debería ser una noticia tuanis para el PLN, tiene más asteriscos que un contrato de letra pequeña. El mae tiene el reto de unificar a su propia gente, que parece tener el corazón partido, y al mismo tiempo, lanzarse a la guerra contra un oficialismo que no regala nada. Es un escenario de alta tensión. O Campos resulta ser un estratega nivel pro y logra alinear a todo el mundo bajo la misma bandera, o esta división interna le va a terminar pasando una factura carísima en las urnas, convirtiendo una aparente victoria en el inicio de un fracaso anunciado.
La pregunta del millón, foreros: ¿Le alcanzará a Campos el discurso cooperativista para unificar Guanacaste y darle un susto al oficialismo, o esta división interna con el PPSO es un problema tan grande que el plan se le va a ir al traste antes de empezar?
Y ojo la yunta que se armó, porque en el segundo puesto no pusieron a cualquiera. La elegida es Karol Matamoros Montoya, y déjenme decirles que esta señora no es ninguna pintada en la pared. Estamos hablando de una mujer con maestría en Salud Pública y un doctorado en microbiología. Diay, un currículum que asusta y que le da un aire de seriedad técnica a la papeleta que, seamos honestos, a veces hace falta. A primera vista, la fórmula suena potente: un líder social y productivo con una académica de altísimo nivel. Hasta ahí, todo suena a cachete, ¿verdad? Uno pensaría que es una combinación ganadora para recuperar terreno en la pampa.
Pero diay, aquí es donde la trama se complica y la cosa se pone color de hormiga. Campos salió a decir lo de siempre, que es un guanacasteco de pueblo, que no le va a fallar a la gente y bla, bla, bla. El discurso de cajón. El verdadero brete que tiene por delante es titánico. El primer round, y quizás el más duro, es que se va a tener que pegar un encontronazo con el oficialismo, que según todas las encuestas, tiene un músculo electoral impresionante en Guanacaste. No es un secreto que la provincia ha sido un bastión importante para el gobierno actual, y quitarles un solo voto de ahí va a requerir más que buenas intenciones.
Ahora, si la pelea con el oficialismo fuera poco, a Campos le podría estar saliendo un enemigo en su propia casa. Y aquí es donde se pone bueno el despiche. Resulta que las mismas estructuras cooperativistas de las que él viene, su mero mole, han mostrado una cercanía casi que de compas con la campaña del Partido Pueblo Soberano (PPSO). ¡Imagínense la vara! Es como ir a una mejenga y descubrir que la mitad de tu propia barra le está haciendo porras al equipo contrario. Este conflicto de intereses podría ser el verdadero talón de Aquiles para Liberación. ¿Cómo vas a liderar una campaña si tu base de poder está coqueteando abiertamente con un rival directo? ¡Qué enredo!
Entonces, la victoria de Ronald Campos, que en papel debería ser una noticia tuanis para el PLN, tiene más asteriscos que un contrato de letra pequeña. El mae tiene el reto de unificar a su propia gente, que parece tener el corazón partido, y al mismo tiempo, lanzarse a la guerra contra un oficialismo que no regala nada. Es un escenario de alta tensión. O Campos resulta ser un estratega nivel pro y logra alinear a todo el mundo bajo la misma bandera, o esta división interna le va a terminar pasando una factura carísima en las urnas, convirtiendo una aparente victoria en el inicio de un fracaso anunciado.
La pregunta del millón, foreros: ¿Le alcanzará a Campos el discurso cooperativista para unificar Guanacaste y darle un susto al oficialismo, o esta división interna con el PPSO es un problema tan grande que el plan se le va a ir al traste antes de empezar?