Un aporte interesante
¿Por qué hay algunos comentaristas tan agresivos en Genciencia?
¿Por qué hay algunos comentaristas tan agresivos en Genciencia?
¿Por qué ocurre esto? Los psicólogos lo llaman “efecto de la desinhibición online”.
Este efecto es parecido al que se produce en las grandes aglomeraciones de gente, en las manifestaciones o en las turbas: la individualidad se diluye, aparece el anonimato… y las restricciones normales de la vida quedan atrás. En Internet todos somos nombres en una pantalla: no hay verdadera interacción, no hay miradas, ni gestos, ni inflexiones de voz. Casi nadie diría lo que dice a cara descubierta y con nombres y apellidos por delante.
En este contexto, pues, hay muy pocos incentivos para adoptar las normas sociales habituales. (Con todo, la caballerosidad y el rigor de la mayoría de comentaristas de Genciencia, he de decirlo, supera a la media de otros blogs).
En este contexto, el discurso, por muy ilógico o grosero que sea, no acarrea consecuencias: cualquiera puede hacer un corte de mangas y esfumarse. Para siempre. Tal y como pasa en el ámbito de la conducción por carretera o ciudad, otro lugar donde la gente acostumbra a ser más agresiva y maleducada de lo habitual (incluso personas tranquilas y correctas pueden convertirse en bestias vehementes).
Vía ¿Por qué hay algunos comentaristas tan agresivos en Internet?Este efecto es parecido al que se produce en las grandes aglomeraciones de gente, en las manifestaciones o en las turbas: la individualidad se diluye, aparece el anonimato… y las restricciones normales de la vida quedan atrás. En Internet todos somos nombres en una pantalla: no hay verdadera interacción, no hay miradas, ni gestos, ni inflexiones de voz. Casi nadie diría lo que dice a cara descubierta y con nombres y apellidos por delante.
En este contexto, pues, hay muy pocos incentivos para adoptar las normas sociales habituales. (Con todo, la caballerosidad y el rigor de la mayoría de comentaristas de Genciencia, he de decirlo, supera a la media de otros blogs).
En este contexto, el discurso, por muy ilógico o grosero que sea, no acarrea consecuencias: cualquiera puede hacer un corte de mangas y esfumarse. Para siempre. Tal y como pasa en el ámbito de la conducción por carretera o ciudad, otro lugar donde la gente acostumbra a ser más agresiva y maleducada de lo habitual (incluso personas tranquilas y correctas pueden convertirse en bestias vehementes).