¡Aguante! Parece sacado de película de ciencia ficción, pero es pura realidad. La inteligencia artificial (IA), esa vaineta que algunos critican, ahora le va a echar una mano a los pichicos con asma, ayudándonos a prevenir esos ataques que los dejan maluca y a sus familias preocupadísimas. Un estudio gringo de Mayo Clinic demostró que podemos identificar a los nenes con más riesgo de sufrir problemas respiratorios desde los tres añitos. ¿Se imaginan eso?
Resulta que estos investigadores, bien intelectuales, desarrollaron unos modelos que andan royendo información clínica y antecedentes familiares para ver quiénes son los candidatos a tener crisis asmáticas fuertes, o contagio de gripe o virus sincicial respiratorio. "Esto nos pone un pasito más cerca de la medicina personalizada para el asma infantil", explica el doctor Young Juhn, quien parece que sabe un buenete de la vaina. Lo bueno es que ya no vamos a estar reaccionando a los ataques cuando ya están pegados, sino intentando prevenirlos desde antes.
Mayo Clinic se fajó a revisar las historias clínicas de más de 22 mil pichicos que nacieron entre 1997 y 2016 en Minnesota. Utilizando herramientas de aprendizaje automático – esas máquinas que aprenden solas – lograron sacar datos valiosos de las notas médicas. Imaginen el brete que eso significa. Recopilaron síntomas, historial familiar… todo para aplicarle dos métodos de diagnóstico que usamos acá en Costa Rica para ver si tienen asma.
Y colorín colorado, ¡este cuento va dedicado a los que tienen más riesgo! Resulta que los pichicos que cumplieron los dos criterios – digamos, que cumplen todos los requisitos para tener problemas – sufrieron neumonía más del doble de seguido y gripe casi tres veces más que los otros. Además, tuvieron más crisis asmáticas que les dieron para ir al médico, tomar esteroides o hasta terminar en el hospital. ¡Qué sal! Pero ahora, con la IA, podríamos evitarlo.
Pero hay más, mae. Estos pichicos con mayor riesgo también comparten antecedentes familiares de asma, eccema, rinitis alérgica o incluso alergia a la comida. En estudios anteriores, vieron que tienen niveles altos de cosas como eosinófilos y IgE, que son como alarmas diciendo que hay inflamación en el cuerpo. Todo esto apunta a que tenemos un “subtipo” de asma infantil que necesita más atención y un plan de cuidados personalizado. Como dicen por ahí, tocará hacerle más ojo a esos chiquitos.
Ahora, los cerebritos de Mayo Clinic no se van a quedar quietos. Están probando estas herramientas en otras poblaciones y hospitales para asegurarse de que funcionan bien en todos lados. Su meta es combinar la inteligencia artificial con datos de biología para entender mejor los diferentes tipos de asma y así poder tratarlos desde temprano. También están preparando un nuevo estudio con una sustancia que podría bajar esas reacciones exageradas del sistema inmune que causan el asma. Van usando unas cositas llamadas organoides, que son como versiones miniaturas de nuestras células respiratorias en el laboratorio.
Imagínense la diferencia que esto podría hacer, diay. Menos hospitalizaciones, menos visitas al médico, y lo más importante: pichicos más sanos y felices. Reducir el estrés en las familias, porque saber que estás haciendo todo lo posible para proteger a tu hijo vale oro. Esto demuestra que la tecnología puede ser una gran aliada para mejorar nuestra salud, siempre y cuando la usemos con cabeza y pensando en el bienestar de todos. Ahora sí, esto pinta bien, muy bien.
¿Usted cree que esta innovación tecnológica llegará pronto a nuestros centros de salud en Costa Rica y ayudará a los pediatras a diagnosticar y prevenir mejor el asma infantil? ¿Será realmente efectivo en nuestro país, considerando nuestras particularidades socioeconómicas y acceso a la salud?
Resulta que estos investigadores, bien intelectuales, desarrollaron unos modelos que andan royendo información clínica y antecedentes familiares para ver quiénes son los candidatos a tener crisis asmáticas fuertes, o contagio de gripe o virus sincicial respiratorio. "Esto nos pone un pasito más cerca de la medicina personalizada para el asma infantil", explica el doctor Young Juhn, quien parece que sabe un buenete de la vaina. Lo bueno es que ya no vamos a estar reaccionando a los ataques cuando ya están pegados, sino intentando prevenirlos desde antes.
Mayo Clinic se fajó a revisar las historias clínicas de más de 22 mil pichicos que nacieron entre 1997 y 2016 en Minnesota. Utilizando herramientas de aprendizaje automático – esas máquinas que aprenden solas – lograron sacar datos valiosos de las notas médicas. Imaginen el brete que eso significa. Recopilaron síntomas, historial familiar… todo para aplicarle dos métodos de diagnóstico que usamos acá en Costa Rica para ver si tienen asma.
Y colorín colorado, ¡este cuento va dedicado a los que tienen más riesgo! Resulta que los pichicos que cumplieron los dos criterios – digamos, que cumplen todos los requisitos para tener problemas – sufrieron neumonía más del doble de seguido y gripe casi tres veces más que los otros. Además, tuvieron más crisis asmáticas que les dieron para ir al médico, tomar esteroides o hasta terminar en el hospital. ¡Qué sal! Pero ahora, con la IA, podríamos evitarlo.
Pero hay más, mae. Estos pichicos con mayor riesgo también comparten antecedentes familiares de asma, eccema, rinitis alérgica o incluso alergia a la comida. En estudios anteriores, vieron que tienen niveles altos de cosas como eosinófilos y IgE, que son como alarmas diciendo que hay inflamación en el cuerpo. Todo esto apunta a que tenemos un “subtipo” de asma infantil que necesita más atención y un plan de cuidados personalizado. Como dicen por ahí, tocará hacerle más ojo a esos chiquitos.
Ahora, los cerebritos de Mayo Clinic no se van a quedar quietos. Están probando estas herramientas en otras poblaciones y hospitales para asegurarse de que funcionan bien en todos lados. Su meta es combinar la inteligencia artificial con datos de biología para entender mejor los diferentes tipos de asma y así poder tratarlos desde temprano. También están preparando un nuevo estudio con una sustancia que podría bajar esas reacciones exageradas del sistema inmune que causan el asma. Van usando unas cositas llamadas organoides, que son como versiones miniaturas de nuestras células respiratorias en el laboratorio.
Imagínense la diferencia que esto podría hacer, diay. Menos hospitalizaciones, menos visitas al médico, y lo más importante: pichicos más sanos y felices. Reducir el estrés en las familias, porque saber que estás haciendo todo lo posible para proteger a tu hijo vale oro. Esto demuestra que la tecnología puede ser una gran aliada para mejorar nuestra salud, siempre y cuando la usemos con cabeza y pensando en el bienestar de todos. Ahora sí, esto pinta bien, muy bien.
¿Usted cree que esta innovación tecnológica llegará pronto a nuestros centros de salud en Costa Rica y ayudará a los pediatras a diagnosticar y prevenir mejor el asma infantil? ¿Será realmente efectivo en nuestro país, considerando nuestras particularidades socioeconómicas y acceso a la salud?
