¡Ay, mi San José! La Asamblea Legislativa amaneció prendidísima ayer, declarando doce organizaciones criminales como grupos terroristas. Sí, leyeron bien, ¡terroristas! Esto luego de una moción impulsada por el Partido Liberal Progresista (PLP), que busca darle un soplon a la seguridad pública, porque díganle a quién, la cosa está más que fea en este país.
La lista es larguísima, parecida a un listado de sobras en Navidad: Mara Salvatrucha MS-13, Los Lobos, Los Choneros, La Nueva Familia Michoacana... ¡hasta los carteles mexicanos andan metidos acá! FARC-EP, ELN, Carteles Unidos, Noreste, del Golfo, Sinaloa, y para rematar, el Cartel de los Soles. Una maraña criminal internacional que parece haberse instalado cómodamente en nuestras barriadas y bretes. Da qué pensar, ¿no?
Esta votación, hecha y dicha con 34 votos a favor, deja claro que el PLP quiere mostrarle al país que sí tienen soluciones. Pero ojo, porque no todo el mundo anda contento con esta movida. Diputados del Frente Amplio como Jonathan Acuña, Antonio Ortega, Rocío Alfaro, Ariel Robles y Priscila Vindas, junto con Dinorah Barquero del PLN, dijeron 'no' al asunto. Parece que hay quien prefiere ir poquito a poco, ¿quién sabe?
Barquero, con toda la razón del mundo, ha expresado sus reservas sobre si realmente esta medida es la solución mágica. Señala que declarar terroristas a estas organizaciones no las va a hacer desaparecer de la noche a la mañana. Hay que atacar el problema de raíz, dijo ella, que es la pobreza, la falta de oportunidades, y la corrupción endémica que permite que estas bandas operen tan abiertamente. Tiene su punto, mi pana.
Lo que sigue ahora es que el Poder Ejecutivo tenga que moverse. Le exigen al Ministerio de Seguridad, al ICD, a la UIF y al Ministerio Público que tomen cartas en el asunto, porque la cosa ya está que quema. Esperamos ver acciones contundentes, porque basta de discursos bonitos y promesas vacías. La gente necesita sentirse segura en sus hogares, en sus barrios, en sus chunches.
No es la primera vez que el Congreso toma una medida así. La semana pasada, también declararon al Cartel de los Soles como organización terrorista, así que esto parece ser una tendencia creciente. Pero la pregunta es: ¿realmente estas declaraciones van a marcar la diferencia? ¿Será suficiente para frenar la ola de violencia que nos azota?
Muchos analistas políticos sugieren que esta decisión podría estar motivada por la presión popular, que exige respuestas urgentes ante la escalada de la delincuencia. Otros apuntan a intereses políticos detrás de la maniobra, buscando capital electoral a costa de un problema social grave. Lo cierto es que la incertidumbre reina y la ciudadanía está harta de esperar.
Y colorín colorado, este cuento ha terminado… o quizás apenas comienza. Ahora me pregunto, queridos lectores: ¿Creen que declarar a estas organizaciones como terroristas será efectivo para mejorar la seguridad en Costa Rica, o estamos simplemente pintándole la valla al asno? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leer sus puntos de vista!
La lista es larguísima, parecida a un listado de sobras en Navidad: Mara Salvatrucha MS-13, Los Lobos, Los Choneros, La Nueva Familia Michoacana... ¡hasta los carteles mexicanos andan metidos acá! FARC-EP, ELN, Carteles Unidos, Noreste, del Golfo, Sinaloa, y para rematar, el Cartel de los Soles. Una maraña criminal internacional que parece haberse instalado cómodamente en nuestras barriadas y bretes. Da qué pensar, ¿no?
Esta votación, hecha y dicha con 34 votos a favor, deja claro que el PLP quiere mostrarle al país que sí tienen soluciones. Pero ojo, porque no todo el mundo anda contento con esta movida. Diputados del Frente Amplio como Jonathan Acuña, Antonio Ortega, Rocío Alfaro, Ariel Robles y Priscila Vindas, junto con Dinorah Barquero del PLN, dijeron 'no' al asunto. Parece que hay quien prefiere ir poquito a poco, ¿quién sabe?
Barquero, con toda la razón del mundo, ha expresado sus reservas sobre si realmente esta medida es la solución mágica. Señala que declarar terroristas a estas organizaciones no las va a hacer desaparecer de la noche a la mañana. Hay que atacar el problema de raíz, dijo ella, que es la pobreza, la falta de oportunidades, y la corrupción endémica que permite que estas bandas operen tan abiertamente. Tiene su punto, mi pana.
Lo que sigue ahora es que el Poder Ejecutivo tenga que moverse. Le exigen al Ministerio de Seguridad, al ICD, a la UIF y al Ministerio Público que tomen cartas en el asunto, porque la cosa ya está que quema. Esperamos ver acciones contundentes, porque basta de discursos bonitos y promesas vacías. La gente necesita sentirse segura en sus hogares, en sus barrios, en sus chunches.
No es la primera vez que el Congreso toma una medida así. La semana pasada, también declararon al Cartel de los Soles como organización terrorista, así que esto parece ser una tendencia creciente. Pero la pregunta es: ¿realmente estas declaraciones van a marcar la diferencia? ¿Será suficiente para frenar la ola de violencia que nos azota?
Muchos analistas políticos sugieren que esta decisión podría estar motivada por la presión popular, que exige respuestas urgentes ante la escalada de la delincuencia. Otros apuntan a intereses políticos detrás de la maniobra, buscando capital electoral a costa de un problema social grave. Lo cierto es que la incertidumbre reina y la ciudadanía está harta de esperar.
Y colorín colorado, este cuento ha terminado… o quizás apenas comienza. Ahora me pregunto, queridos lectores: ¿Creen que declarar a estas organizaciones como terroristas será efectivo para mejorar la seguridad en Costa Rica, o estamos simplemente pintándole la valla al asno? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leer sus puntos de vista!