¡Ay, Dios mío, qué lío se armó allá en El Salvador! Resulta que el gobierno de Bukele, pa' demostrarle al mundo que tienen bien agarrado el control, ha vetado el 'mal llamado' lenguaje inclusivo en todas las escuelas públicas. Imagínate la bronca que eso le va a causar a la comunidad educativa... porque ya saben, acá en Centroamérica uno siempre anda buscando qué discutir.
La jugada salió a relucir gracias a un tweet del propio Bukele, donde básicamente declaró la guerra al lenguaje moderno. Según él y la ministra de Educación, Karla Trigueros –que resulta estar metida en temas militares, ¡qué combinación!–, esta medida busca proteger a los niños y adolescentes de 'injerencias ideológicas'. Como si los libros de texto ya no fueran suficientes para meterles ideas por la cabeza, ahora encima les quieren prohibir cómo hablar.
Pero ojo, que esto no es novedad. Hace un par de años, otro ministro de Educación, José Mauricio Pineda, ya había anunciado que estaban sacando la 'ideología de género' de las escuelas. Todo esto a raíz de unas declaraciones de Bukele en Estados Unidos, donde le soltó a una señora de Moms for Liberty que era importante que los padres tengan voz y voto en lo que aprenden sus hijos. ¡Vaya forma de meterse en la vida ajena!
Y la lista negra de palabras prohibidas es de película: 'amigue', 'compañere', 'niñe', 'todos y todas', 'alumn@', 'jóvenxs'... ¡hasta le declararon la guerra a 'nosotras'! Básicamente, cualquier intento de hacer el lenguaje más inclusivo y representativo de la diversidad es visto como una 'deformación lingüística'. Pa' mi, parece más bien una forma de retroceder en el tiempo y aferrarse a modelos obsoletos.
Lo que me da más pena es pensar en los maestros y maestras, que ahora tendrán que andar vigilantes para evitar que alguien use una 'x' extra en una palabra. ¿Se imaginan la papeleta? En vez de enseñar historia o matemáticas, tendrán que convertirse en policías del lenguaje. Y nosotros, que estamos acostumbrados a inventarle palabras al habla cotidiana, ¿cómo vamos a sobrevivir a esto?
Además, esta movida tiene eco en otros lados. Ya hemos visto como algunos países europeos han debatido sobre el lenguaje inclusivo, aunque generalmente con enfoques distintos. Pero en El Salvador, parece que el discurso conservador está tomando fuerza y se quiere imponer a punta de decreto. ¿Será que quieren volver a la época de los manuales escolares a blanco y negro?
Muchos analistas políticos señalan que esta decisión es parte de la estrategia de Bukele para mantener su popularidad entre sectores más tradicionales de la población. Al atacar lo que consideran 'valores liberales' o 'ideologías extranjeras', busca consolidar su base de apoyo y desviar la atención de problemas más urgentes como la violencia y la pobreza. ¡Claro, más fácil echarle la culpa al lenguaje inclusivo que enfrentar los verdaderos desafíos!
Ahora bien, dejando de lado las implicaciones políticas y sociales, me pregunto: ¿crees que esta prohibición realmente va a solucionar algún problema educativo en El Salvador? ¿O es simplemente un show para complacer a ciertos grupos de interés? Déjanos tus opiniones en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensas tú sobre este batallón!
La jugada salió a relucir gracias a un tweet del propio Bukele, donde básicamente declaró la guerra al lenguaje moderno. Según él y la ministra de Educación, Karla Trigueros –que resulta estar metida en temas militares, ¡qué combinación!–, esta medida busca proteger a los niños y adolescentes de 'injerencias ideológicas'. Como si los libros de texto ya no fueran suficientes para meterles ideas por la cabeza, ahora encima les quieren prohibir cómo hablar.
Pero ojo, que esto no es novedad. Hace un par de años, otro ministro de Educación, José Mauricio Pineda, ya había anunciado que estaban sacando la 'ideología de género' de las escuelas. Todo esto a raíz de unas declaraciones de Bukele en Estados Unidos, donde le soltó a una señora de Moms for Liberty que era importante que los padres tengan voz y voto en lo que aprenden sus hijos. ¡Vaya forma de meterse en la vida ajena!
Y la lista negra de palabras prohibidas es de película: 'amigue', 'compañere', 'niñe', 'todos y todas', 'alumn@', 'jóvenxs'... ¡hasta le declararon la guerra a 'nosotras'! Básicamente, cualquier intento de hacer el lenguaje más inclusivo y representativo de la diversidad es visto como una 'deformación lingüística'. Pa' mi, parece más bien una forma de retroceder en el tiempo y aferrarse a modelos obsoletos.
Lo que me da más pena es pensar en los maestros y maestras, que ahora tendrán que andar vigilantes para evitar que alguien use una 'x' extra en una palabra. ¿Se imaginan la papeleta? En vez de enseñar historia o matemáticas, tendrán que convertirse en policías del lenguaje. Y nosotros, que estamos acostumbrados a inventarle palabras al habla cotidiana, ¿cómo vamos a sobrevivir a esto?
Además, esta movida tiene eco en otros lados. Ya hemos visto como algunos países europeos han debatido sobre el lenguaje inclusivo, aunque generalmente con enfoques distintos. Pero en El Salvador, parece que el discurso conservador está tomando fuerza y se quiere imponer a punta de decreto. ¿Será que quieren volver a la época de los manuales escolares a blanco y negro?
Muchos analistas políticos señalan que esta decisión es parte de la estrategia de Bukele para mantener su popularidad entre sectores más tradicionales de la población. Al atacar lo que consideran 'valores liberales' o 'ideologías extranjeras', busca consolidar su base de apoyo y desviar la atención de problemas más urgentes como la violencia y la pobreza. ¡Claro, más fácil echarle la culpa al lenguaje inclusivo que enfrentar los verdaderos desafíos!
Ahora bien, dejando de lado las implicaciones políticas y sociales, me pregunto: ¿crees que esta prohibición realmente va a solucionar algún problema educativo en El Salvador? ¿O es simplemente un show para complacer a ciertos grupos de interés? Déjanos tus opiniones en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensas tú sobre este batallón!