¡Ay, Dios mío! La cosa está que arde allá en Argentina, má' que les agarró la gallera a los juececillos y le mandaron a decomisar casi media frialdad a la ex-presidenta Cristina Kirchner y a su pandilla. Unos 500 millones de dólares, diay, ¡eso es pa’ comprarse medio país!
Parece que todo esto viene de unas investigaciones sobre cómo se hacían pasar las obras públicas en tiempos de los Kirchner papá e hija. Resulta que, según dicen, los contratos eran amañados y el dinero terminaba en bolsillos ajenos. Una verdadera torta, ¿eh? Al final, salió a la luz y ahora la señora tiene que enfrentarse a las consecuencias.
Ya andaba cumpliendo seis años de arresto domiciliario y con la inhabilidad de volver a postularse a ningún cargo político. Pero eso no era suficiente, aparentemente. Ahora encima le quieren quitar todo lo que tiene. Imagínate, confiscar propiedades, cuentas bancarias… ¡una novela digna de Netflix!
Según la información que llegó, han puesto el ojo en más de cien bienes, incluyendo una casita en Santa Cruz que le pertenecía a la ex-presidenta y algunos chunches que le cedieron a sus hijos, Máximo y Florencia. Y ni hablar de Lázaro Báez, otro personaje turbio que ya anda pagando caña por otras causas relacionadas con construcciones.
Pero espérate, que esto no termina ahí. Parece que la Corte Suprema tendrá que decidir qué pasa con esos bienes. Algunos podrían irse para el Poder Judicial, mientras que otros quizás salgan a remate público, pa’ que alguien más pueda aprovecharlos. ¡Qué brete!
Ahora bien, parece que a la señora Kirchner no le gusta nada este rollo. Han restringido sus visitas, permitiéndole recibir solo a tres personas cada vez y por un máximo de dos horas. Todo porque se filtró una reunión con varios economistas, una “junta” como decimos acá, que no declaró públicamente. ¡Uy, uy, uy!
La propia Kirchner se fajó en redes sociales, diciendo que el problema no era cuántos asistieron a la reunión, sino que estaban discutiendo un plan de desarrollo económico. Incluso lanzó un par de indirectas al actual presidente Milei, acusándolo de estar destruyendo empresas y dejando gente sin empleo. Como diríamos nosotros, “dándole duro”. Recurrió a un clásico de la política internacional, citando la famosa frase “It’s the economy, stupid”, como si quisiera decir que todo se reduce a la economía.
Al final, este caso está lleno de idas y vueltas, de juicios y apelaciones. Y considerando toda la movida legal que tienen en Argentina, creo que vamos a estar hablando de esto por mucho tiempo. Entonces, dígame usté: ¿Cree que esta investigación revelará finalmente toda la verdad detrás de la corrupción en Argentina, o es simplemente otra jugada política en medio de un clima de tensión?
Parece que todo esto viene de unas investigaciones sobre cómo se hacían pasar las obras públicas en tiempos de los Kirchner papá e hija. Resulta que, según dicen, los contratos eran amañados y el dinero terminaba en bolsillos ajenos. Una verdadera torta, ¿eh? Al final, salió a la luz y ahora la señora tiene que enfrentarse a las consecuencias.
Ya andaba cumpliendo seis años de arresto domiciliario y con la inhabilidad de volver a postularse a ningún cargo político. Pero eso no era suficiente, aparentemente. Ahora encima le quieren quitar todo lo que tiene. Imagínate, confiscar propiedades, cuentas bancarias… ¡una novela digna de Netflix!
Según la información que llegó, han puesto el ojo en más de cien bienes, incluyendo una casita en Santa Cruz que le pertenecía a la ex-presidenta y algunos chunches que le cedieron a sus hijos, Máximo y Florencia. Y ni hablar de Lázaro Báez, otro personaje turbio que ya anda pagando caña por otras causas relacionadas con construcciones.
Pero espérate, que esto no termina ahí. Parece que la Corte Suprema tendrá que decidir qué pasa con esos bienes. Algunos podrían irse para el Poder Judicial, mientras que otros quizás salgan a remate público, pa’ que alguien más pueda aprovecharlos. ¡Qué brete!
Ahora bien, parece que a la señora Kirchner no le gusta nada este rollo. Han restringido sus visitas, permitiéndole recibir solo a tres personas cada vez y por un máximo de dos horas. Todo porque se filtró una reunión con varios economistas, una “junta” como decimos acá, que no declaró públicamente. ¡Uy, uy, uy!
La propia Kirchner se fajó en redes sociales, diciendo que el problema no era cuántos asistieron a la reunión, sino que estaban discutiendo un plan de desarrollo económico. Incluso lanzó un par de indirectas al actual presidente Milei, acusándolo de estar destruyendo empresas y dejando gente sin empleo. Como diríamos nosotros, “dándole duro”. Recurrió a un clásico de la política internacional, citando la famosa frase “It’s the economy, stupid”, como si quisiera decir que todo se reduce a la economía.
Al final, este caso está lleno de idas y vueltas, de juicios y apelaciones. Y considerando toda la movida legal que tienen en Argentina, creo que vamos a estar hablando de esto por mucho tiempo. Entonces, dígame usté: ¿Cree que esta investigación revelará finalmente toda la verdad detrás de la corrupción en Argentina, o es simplemente otra jugada política en medio de un clima de tensión?