¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que la Sugef le dio la patada al trasero a la administración Chaves, confirmando oficialmente que esas designaciones que hizo al Banco Nacional (BN) eran un verdadero chin chorro de errores. Ya saben, la Vicepresidenta, el Secretario y otros dos directores que metieron sin cumplir con los requisitos básicos. ¡Un peluche!
La jugada salió mal desde el principio, parece. Según la Sugef, estos personeros no tenían la experiencia ni los requisitos mínimos para estar ahí sentados tomando decisiones que afectan a to’ Costa Rica. El problema es que ya los habían nombrado hace meses, y ahora toca limpiar el gallinero porque la Sala Cuarta les dijo 'paren, muchachos'. Esto demuestra que el gobierno se jaló una torta gorda al meter gente sin chequear bien sus credenciales, ¿eh?
Todo esto venía cocinando desde junio pasado, cuando nosotros acá en CR Hoy empezamos a levantar sospechas. Revisamos los currículums y la normativa vigente, y vimos que algo raro estaba pasando. El Gobierno pareció ignorar el Acuerdo 15-22 del Conassif, que dice explícitamente cómo debe ser la gente que ocupa cargos de alta responsabilidad en las instituciones financieras. ¡Una pena, diay! Porque eso habla muy mal de la seriedad con la que se toman estos temas.
Vamos por partes, pa’ que quede clarito. Por ejemplo, Milagro Solórzano, una licenciada en derecho, parecía sacada de otro planeta pa’ estar en el BN. Su experiencia era casi toda en bufetes privados, ¡qué carga! Un poquito de práctica profesional en el Banco Nacional allá por los ‘90, pero nada que la haga apta para dirigir una institución tan importante. Le siguieron otros nombres con perfiles similares: expertos en otras áreas, pero no precisamente en finanzas.
Y no nos olvidemos del Secretario, Rolando Saborío. Consultor económico, sí, pero sin la experiencia directa en cargos de alta jerarquía que exige la ley. Trabajó en la Bolsa Nacional, claro, pero eso no es lo mismo que dirigir un banco, ¿entienden?. La verdad es que algunos de estos nombramientos parecían hechos a dedo, sin tener en cuenta los requisitos legales ni técnicos necesarios. Más les valía revisarle bien los papeles, ¡el brete se puso feísimo!
Ahora, ¿por qué esto es tan importante? Porque el Banco Nacional es una institución clave para la economía del país. Tiene que estar dirigido por gente competente y honesta, capaz de tomar decisiones que beneficien a to’ los costarricenses. No puede ser que se meta cualquiera por tener contactos políticos o favores que pedir. ¡Eso es agarrarle con pinzas!
Después de que CR Hoy echó luz sobre el asunto, el BN tuvo que ceder y enviar la información a la Sugef. Y la respuesta no pudo ser más clara: estos tipos no cumplen con los requisitos. Después, llegó la orden de la Sala Constitucional, reinstalando a los exdirectores anteriores. Una novela digna de telenovela nacional, para ustedes. Ahora toca ver quiénes van a reemplazar a estos que se fueron, esperando que esta vez sí hagan bien las cosas y busquen gente calificada y con ganas de trabajar por el país. Que no nos vengan con más chinchorros, por favor…
Con todo esto, y viendo cómo se han manejado las cosas en el BN últimamente, me pregunto: ¿Qué medidas debería implementar el gobierno para asegurar que las futuras designaciones en instituciones públicas estén basadas en mérito y competencia, y no en afinidades políticas? Díganme qué piensan, compas del foro… ¡A conversar!
La jugada salió mal desde el principio, parece. Según la Sugef, estos personeros no tenían la experiencia ni los requisitos mínimos para estar ahí sentados tomando decisiones que afectan a to’ Costa Rica. El problema es que ya los habían nombrado hace meses, y ahora toca limpiar el gallinero porque la Sala Cuarta les dijo 'paren, muchachos'. Esto demuestra que el gobierno se jaló una torta gorda al meter gente sin chequear bien sus credenciales, ¿eh?
Todo esto venía cocinando desde junio pasado, cuando nosotros acá en CR Hoy empezamos a levantar sospechas. Revisamos los currículums y la normativa vigente, y vimos que algo raro estaba pasando. El Gobierno pareció ignorar el Acuerdo 15-22 del Conassif, que dice explícitamente cómo debe ser la gente que ocupa cargos de alta responsabilidad en las instituciones financieras. ¡Una pena, diay! Porque eso habla muy mal de la seriedad con la que se toman estos temas.
Vamos por partes, pa’ que quede clarito. Por ejemplo, Milagro Solórzano, una licenciada en derecho, parecía sacada de otro planeta pa’ estar en el BN. Su experiencia era casi toda en bufetes privados, ¡qué carga! Un poquito de práctica profesional en el Banco Nacional allá por los ‘90, pero nada que la haga apta para dirigir una institución tan importante. Le siguieron otros nombres con perfiles similares: expertos en otras áreas, pero no precisamente en finanzas.
Y no nos olvidemos del Secretario, Rolando Saborío. Consultor económico, sí, pero sin la experiencia directa en cargos de alta jerarquía que exige la ley. Trabajó en la Bolsa Nacional, claro, pero eso no es lo mismo que dirigir un banco, ¿entienden?. La verdad es que algunos de estos nombramientos parecían hechos a dedo, sin tener en cuenta los requisitos legales ni técnicos necesarios. Más les valía revisarle bien los papeles, ¡el brete se puso feísimo!
Ahora, ¿por qué esto es tan importante? Porque el Banco Nacional es una institución clave para la economía del país. Tiene que estar dirigido por gente competente y honesta, capaz de tomar decisiones que beneficien a to’ los costarricenses. No puede ser que se meta cualquiera por tener contactos políticos o favores que pedir. ¡Eso es agarrarle con pinzas!
Después de que CR Hoy echó luz sobre el asunto, el BN tuvo que ceder y enviar la información a la Sugef. Y la respuesta no pudo ser más clara: estos tipos no cumplen con los requisitos. Después, llegó la orden de la Sala Constitucional, reinstalando a los exdirectores anteriores. Una novela digna de telenovela nacional, para ustedes. Ahora toca ver quiénes van a reemplazar a estos que se fueron, esperando que esta vez sí hagan bien las cosas y busquen gente calificada y con ganas de trabajar por el país. Que no nos vengan con más chinchorros, por favor…
Con todo esto, y viendo cómo se han manejado las cosas en el BN últimamente, me pregunto: ¿Qué medidas debería implementar el gobierno para asegurar que las futuras designaciones en instituciones públicas estén basadas en mérito y competencia, y no en afinidades políticas? Díganme qué piensan, compas del foro… ¡A conversar!