¡Ay, Dios mío! El boche se armó, mael. El Tribunal Supremos de Elecciones (TSE) le tocó ponerle los pelos de punta a Sinart, porque le mandaron quitar un video de la candidata Laura Fernández de sus redes sociales. Esto salió a relucir luego de un recurso de amparo electoral que puso Sergio Castro, un comunicador reconocido por su trabajo en la televisora estatal.
Para refrescarles la memoria, este bronca empezó hace unos días, cuando Castro presentó formalmente el recurso alegando que estaban usando lana pública para darle un empujoncito a la campaña de Fernández. Según dice el recurso, el video en cuestión, que salió el pasado 20 de setiembre, era pura propaganda disfrazada, mostrándola como la heredera directa de don Rodri, el presidente actual. Ni siquiera se molestaron en poner una leyenda que dijera ‘publicidad política’, ¡qué poca pena!
Imagínense la escena: ahí está la candidata, pidiendo abiertamente el voto de la gente, presentándose como la personita que va a seguir los pasos de Chaves. Un verdadero espectáculo, pero uno que, según el TSE, viola los principios básicos de equidad electoral. La ley es clara, muchachos: nadie puede usar los recursos del Estado para favorecer a ningún candidato, ni siquiera si se disfraza de ‘video informativo’.
Castro, en su recurso, detalla que el video es una clara violación a la normativa electoral. Añade que Sinart debió haber mantenido una posición neutral en este proceso, pero parece que alguien no entendió el mensaje. Como bien dicen por ahí, “el que mucho abarca, poco aprieta”. Parece que quisieron meterse donde no les tocaba, y ahora están pagando las consecuencias.
Este caso ha levantado mucha polvoraza en el Foro, y no es para menos. Muchos se preguntan cómo pudieron pasar por alto algo tan evidente. Otros señalan que esto demuestra la necesidad de tener controles más estrictos sobre el uso de los medios estatales durante las campañas electorales. Se habla hasta de investigar quién dio luz verde para publicar el video inicialmente… ¡Esto promete, diay!
Lo interesante de este asunto es que pone de manifiesto la fina línea que hay entre informar y hacer proselitismo político. Es fácil disfrazar una opinión como información, especialmente cuando se tiene el poder de los medios de comunicación a disposición. Pero el TSE, al actuar así, está enviando un mensaje claro: la imparcialidad es fundamental en cualquier elección democrática.
Y ni hablar del impacto que esto tendrá en la imagen de Laura Fernández y del propio gobierno. Ya ven, una cosita lleva a la otra. Ahora tendrán que esforzarse el doble para convencer a la gente de que son dignos de confianza. Además, se abre el debate sobre qué tanto pueden influir los medios públicos en el resultado final de las elecciones. Algunos dicen que deberían ser totalmente neutrales, mientras que otros argumentan que tienen la responsabilidad de informar a la población sobre las propuestas de cada candidato. El debate está servido, vamos a ver qué sale de esto...
En fin, este rollo nos deja varios temas sobre la mesa. Con tantas movidas políticas y acusaciones volando, uno ya no sabe en quién creer. La ciudadanía pide, a gritos, transparencia y ética en la política. ¿Ustedes creen que este incidente con el video de Laura Fernández abrirá una puerta a una mayor rendición de cuentas por parte de los políticos y los medios de comunicación, o será solo otro episodio más en la larga lista de deslices y controversias?
Para refrescarles la memoria, este bronca empezó hace unos días, cuando Castro presentó formalmente el recurso alegando que estaban usando lana pública para darle un empujoncito a la campaña de Fernández. Según dice el recurso, el video en cuestión, que salió el pasado 20 de setiembre, era pura propaganda disfrazada, mostrándola como la heredera directa de don Rodri, el presidente actual. Ni siquiera se molestaron en poner una leyenda que dijera ‘publicidad política’, ¡qué poca pena!
Imagínense la escena: ahí está la candidata, pidiendo abiertamente el voto de la gente, presentándose como la personita que va a seguir los pasos de Chaves. Un verdadero espectáculo, pero uno que, según el TSE, viola los principios básicos de equidad electoral. La ley es clara, muchachos: nadie puede usar los recursos del Estado para favorecer a ningún candidato, ni siquiera si se disfraza de ‘video informativo’.
Castro, en su recurso, detalla que el video es una clara violación a la normativa electoral. Añade que Sinart debió haber mantenido una posición neutral en este proceso, pero parece que alguien no entendió el mensaje. Como bien dicen por ahí, “el que mucho abarca, poco aprieta”. Parece que quisieron meterse donde no les tocaba, y ahora están pagando las consecuencias.
Este caso ha levantado mucha polvoraza en el Foro, y no es para menos. Muchos se preguntan cómo pudieron pasar por alto algo tan evidente. Otros señalan que esto demuestra la necesidad de tener controles más estrictos sobre el uso de los medios estatales durante las campañas electorales. Se habla hasta de investigar quién dio luz verde para publicar el video inicialmente… ¡Esto promete, diay!
Lo interesante de este asunto es que pone de manifiesto la fina línea que hay entre informar y hacer proselitismo político. Es fácil disfrazar una opinión como información, especialmente cuando se tiene el poder de los medios de comunicación a disposición. Pero el TSE, al actuar así, está enviando un mensaje claro: la imparcialidad es fundamental en cualquier elección democrática.
Y ni hablar del impacto que esto tendrá en la imagen de Laura Fernández y del propio gobierno. Ya ven, una cosita lleva a la otra. Ahora tendrán que esforzarse el doble para convencer a la gente de que son dignos de confianza. Además, se abre el debate sobre qué tanto pueden influir los medios públicos en el resultado final de las elecciones. Algunos dicen que deberían ser totalmente neutrales, mientras que otros argumentan que tienen la responsabilidad de informar a la población sobre las propuestas de cada candidato. El debate está servido, vamos a ver qué sale de esto...
En fin, este rollo nos deja varios temas sobre la mesa. Con tantas movidas políticas y acusaciones volando, uno ya no sabe en quién creer. La ciudadanía pide, a gritos, transparencia y ética en la política. ¿Ustedes creen que este incidente con el video de Laura Fernández abrirá una puerta a una mayor rendición de cuentas por parte de los políticos y los medios de comunicación, o será solo otro episodio más en la larga lista de deslices y controversias?
