¡Ay, Dios mío! Esto sí que es una vaina caliente. La Fuerza Pública andaba chambeando en Barrio La Pitahaya, al noroeste de San José, y capturó a un tipo con una cantidad considerable de cocaína. Hablamos de unos diez kilos, ¡diez!, pa' que se hagan una idea de qué magnitud estamos hablando aquí.
Según nos cuentan los compañeros de la Policía de Control de Drogas (PCD), el señoro, identificado como Riascos, iba moviéndose en un carro con otros dos compas. Pero claro, cuando vieron que los polis estaban encima, decidieron agarrar “el rollo” y echar a correr, dejando atrás al pobre Riascos y toda la evidencia.
Lo que más me llama la atención de este caso es la osadía del cabecita. ¿En serio creyó que podía pasar desapercibido con semejante cantidad de droga? Parece sacado de película, pero esto pasó acá mismo, en nuestra San José. La judicialización ya está en marcha, así que ahora le tocará responder ante la justicia por sus fechorías.
El Ministerio de Seguridad Pública (MSP) dio el aviso oficial alrededor de las diez de la noche, reportando la aprehensión y el decomiso. No dieron muchos detalles adicionales, pero aseguran que la investigación continúa abierta para identificar a los cómplices que lograron escapar durante el operativo. Estos tipos andan sueltos por ahí, ¡qué sal!
Este decomiso viene a sumarse a una serie de golpes que ha estado dando la policía contra el narcotráfico en los últimos meses. Parece que les están apretando el cerco a las bandas organizadas, aunque también hay quien dice que esto es solo la punta del iceberg. Ya sabemos cómo andan las cosas, con tanta gente buscando ‘hacerse’ rápido y fácil, terminan metidos en broncas mayores.
Pero miren, más allá de lo legal y lo policial, esto pone de manifiesto un problema mucho más profundo: el consumo de drogas en nuestro país. Tenemos que atacar las causas, apoyar a las familias afectadas y ofrecer alternativas a los jóvenes que se ven tentados por estas vidas fáciles. De nada sirve solamente atrapar a los traficantes si no resolvemos el problema de raíz, ¿me entienden?
Y hablando de problemas, recordemos que estos eventos impactan directamente en nuestras comunidades, generando inseguridad y violencia. Las calles no son seguras como deberían ser, y este tipo de situaciones lo confirman. Hay que exigirle más a nuestros gobernantes, necesitamos más recursos para la seguridad ciudadana y políticas públicas que realmente funcionen.
Ahora bien, mi curiosidad mágica me lleva a preguntarles a ustedes: ¿creen que Costa Rica está haciendo lo suficiente para combatir el narcotráfico y proteger a nuestras comunidades, o deberíamos estar explorando estrategias más innovadoras y contundentes? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan!
Según nos cuentan los compañeros de la Policía de Control de Drogas (PCD), el señoro, identificado como Riascos, iba moviéndose en un carro con otros dos compas. Pero claro, cuando vieron que los polis estaban encima, decidieron agarrar “el rollo” y echar a correr, dejando atrás al pobre Riascos y toda la evidencia.
Lo que más me llama la atención de este caso es la osadía del cabecita. ¿En serio creyó que podía pasar desapercibido con semejante cantidad de droga? Parece sacado de película, pero esto pasó acá mismo, en nuestra San José. La judicialización ya está en marcha, así que ahora le tocará responder ante la justicia por sus fechorías.
El Ministerio de Seguridad Pública (MSP) dio el aviso oficial alrededor de las diez de la noche, reportando la aprehensión y el decomiso. No dieron muchos detalles adicionales, pero aseguran que la investigación continúa abierta para identificar a los cómplices que lograron escapar durante el operativo. Estos tipos andan sueltos por ahí, ¡qué sal!
Este decomiso viene a sumarse a una serie de golpes que ha estado dando la policía contra el narcotráfico en los últimos meses. Parece que les están apretando el cerco a las bandas organizadas, aunque también hay quien dice que esto es solo la punta del iceberg. Ya sabemos cómo andan las cosas, con tanta gente buscando ‘hacerse’ rápido y fácil, terminan metidos en broncas mayores.
Pero miren, más allá de lo legal y lo policial, esto pone de manifiesto un problema mucho más profundo: el consumo de drogas en nuestro país. Tenemos que atacar las causas, apoyar a las familias afectadas y ofrecer alternativas a los jóvenes que se ven tentados por estas vidas fáciles. De nada sirve solamente atrapar a los traficantes si no resolvemos el problema de raíz, ¿me entienden?
Y hablando de problemas, recordemos que estos eventos impactan directamente en nuestras comunidades, generando inseguridad y violencia. Las calles no son seguras como deberían ser, y este tipo de situaciones lo confirman. Hay que exigirle más a nuestros gobernantes, necesitamos más recursos para la seguridad ciudadana y políticas públicas que realmente funcionen.
Ahora bien, mi curiosidad mágica me lleva a preguntarles a ustedes: ¿creen que Costa Rica está haciendo lo suficiente para combatir el narcotráfico y proteger a nuestras comunidades, o deberíamos estar explorando estrategias más innovadoras y contundentes? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan!
