¡Ay, Dios mío, qué bronca! El presidente Rodrigo Chaves, echándole leña al fuego, volvió a meterse en rollos comparando a los diputados que le levantaron la inmunidad con el mismísimo Sanedrín que crucificó a Jesús. ¡Esto ya va para telenovela, mae!
Todo empezó porque la Asamblea Legislativa, con una mayoría apretadísima de 34 votos a favor, decidió levantarle la inmunidad al presidente para que pueda ser juzgado por la Sala Tercera por un presunto caso de concusión relacionado con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Un brete, vamos. Al final, el poder judicial podrá ver si hay algo ahí o si es pura campaña política.
Chaves, lejos de quedarse callado, aprovechó la inauguración de un nuevo EBAIS en Pavas para soltar la bomba. Dijo que esos 34 diputados actuaron como el Sanedrín, acusándolos de cometer “el crimen más grande en la historia de la humanidad”. ¡Imagínate el papelón! Claramente tratando de buscar simpatías y victimizarse, como si estuviera siendo perseguido injustamente.
Y ni se diga la mordaza. Según el presidente, a partir del 2 de octubre el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le va a poner “una mordaza”. Además, salió a cuestionar a los demás poderes del Estado y lanzó acusaciones contra los sindicatos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), afirmando que manipularon el informe de costos que terminó destapando el famoso caso Barrenador. ¡Un ataque frontal a todos lados!
En medio de sus diatribas, el presidente soñaba con una Costa Rica liberada de la corrupción y las mordazas, donde los “criminales estén tras las rejas” y los “poderosos no decidan a puerta cerrada”. Suena lindo, claro, pero mientras tanto, sigue dando candelabros y generando controversia a cada paso. Uno se pregunta, ¿dónde quedó el buen trato que prometió?
Para darle más sabor a la rosquilla, Chaves también aprovechó para destacar el “cumpleaños” del movimiento cooperativo en Pavas. Como si eso pudiera distraernos de toda la parranda legal y política en la que anda metido. A veces pienso que el pobre hombre necesita unas vacaciones, desconectarse un rato de la tele y respirar aire fresco, porque la cosa le está jugando muy mala pasada.
Analistas políticos han dicho que esta estrategia comunicacional de Chaves, aunque efectiva para movilizar a sus seguidores, podría terminar perjudicándolo más a largo plazo. Lo acusan de polarizar aún más la sociedad, de atacar a las instituciones democráticas y de evadir las responsabilidades que corresponden a su cargo. ¡Menospreciar a la Asamblea es un error, mándale!
Al final del día, queda claro que el caso BCIE y las reacciones del presidente Chaves siguen generando fuertes debates en Costa Rica. Pero dime tú, ¿crees que la comparación con el Sanedrín fue exagerada e irrespetuosa, o simplemente una forma de defenderse ante lo que considera una persecución política? ¡Déjanos tus comentarios abajo y cuéntanos qué piensas de este asunto!
Todo empezó porque la Asamblea Legislativa, con una mayoría apretadísima de 34 votos a favor, decidió levantarle la inmunidad al presidente para que pueda ser juzgado por la Sala Tercera por un presunto caso de concusión relacionado con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Un brete, vamos. Al final, el poder judicial podrá ver si hay algo ahí o si es pura campaña política.
Chaves, lejos de quedarse callado, aprovechó la inauguración de un nuevo EBAIS en Pavas para soltar la bomba. Dijo que esos 34 diputados actuaron como el Sanedrín, acusándolos de cometer “el crimen más grande en la historia de la humanidad”. ¡Imagínate el papelón! Claramente tratando de buscar simpatías y victimizarse, como si estuviera siendo perseguido injustamente.
Y ni se diga la mordaza. Según el presidente, a partir del 2 de octubre el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le va a poner “una mordaza”. Además, salió a cuestionar a los demás poderes del Estado y lanzó acusaciones contra los sindicatos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), afirmando que manipularon el informe de costos que terminó destapando el famoso caso Barrenador. ¡Un ataque frontal a todos lados!
En medio de sus diatribas, el presidente soñaba con una Costa Rica liberada de la corrupción y las mordazas, donde los “criminales estén tras las rejas” y los “poderosos no decidan a puerta cerrada”. Suena lindo, claro, pero mientras tanto, sigue dando candelabros y generando controversia a cada paso. Uno se pregunta, ¿dónde quedó el buen trato que prometió?
Para darle más sabor a la rosquilla, Chaves también aprovechó para destacar el “cumpleaños” del movimiento cooperativo en Pavas. Como si eso pudiera distraernos de toda la parranda legal y política en la que anda metido. A veces pienso que el pobre hombre necesita unas vacaciones, desconectarse un rato de la tele y respirar aire fresco, porque la cosa le está jugando muy mala pasada.
Analistas políticos han dicho que esta estrategia comunicacional de Chaves, aunque efectiva para movilizar a sus seguidores, podría terminar perjudicándolo más a largo plazo. Lo acusan de polarizar aún más la sociedad, de atacar a las instituciones democráticas y de evadir las responsabilidades que corresponden a su cargo. ¡Menospreciar a la Asamblea es un error, mándale!
Al final del día, queda claro que el caso BCIE y las reacciones del presidente Chaves siguen generando fuertes debates en Costa Rica. Pero dime tú, ¿crees que la comparación con el Sanedrín fue exagerada e irrespetuosa, o simplemente una forma de defenderse ante lo que considera una persecución política? ¡Déjanos tus comentarios abajo y cuéntanos qué piensas de este asunto!