¡Ay, Dios mío! Resulta que Robert Barrantes Camacho, alias "Robert Junior", el candidato del Pueblo Soberano (PPSO), tuvo que irle al Patronato Nacional de la Infancia (PANI) este jueves. Parece que le abrieron una investigación por un video de su hija, uno de esos videos que resurgen como fantasmas del pasado, casi tres años después de que se grabó. ¡Qué vara!
Para ponerlos al día rapidito, la movida empezó hace un buen rato, allá por julio del 2022. Publicaron un video y, bueno, ahí quedó. Pero ahora, gracias a los cuestionamientos que le cayeron a Álvaro Ramos Chaves por su hija metiéndose en campaña, el asunto de Robert Junior volvió a encender las alarmas en redes sociales. Así es esto, ¿verdad, pura polémica?
Lo curioso es cómo le han atendido los casos. Cuando se manchó la fama de Ramos Chaves, Kennly Garza, la presidenta del PANI, salió con declaraciones a derecha y siniestra, hasta dando entrevistas en la Casa Presidencial. ¡Un relajo! Pero cuando se trata de Robert Junior, silencio absoluto. Ni comunicado, ni video, ni nada. Eso sí, dicen que al PANI le llegaron denuncias puntuales, y eso bastó para activar las alarmas. Total, se rascan la cabeza en el PANI, viendo qué hacer.
Y hablando de Robert Junior, cuando los periodistas intentamos contactarlo para preguntarle qué piensa de todo este rollo, ¡cortó la llamada! Imagínense la cara del pobre reportero... Fue un momentazo, vaya. Uno esperaría que el candidato, al verse en este aprieto, estuviera dispuesto a aclarar la jugada, pero parece que prefiere mantenerse lejos de las cámaras, por lo menos por ahora.
Según información a la que tuvimos acceso, el candidato llegó al PANI pasaditas las nueve de la mañana. Firmó unas cosillas, habló con unos señores y listo, se fue. Un trámite rápido, sin mucho ruido. Lo que preocupa es que la investigación aún está en fase preliminar. Esto significa que el PANI todavía está tratando de averiguar si la participación de la hija de Robert Junior realmente afectó sus derechos, o si todo esto es un mamarracho político.
Ahora bien, muchos se preguntan si hay doble vara aquí. ¿Se aplican reglas diferentes dependiendo de quién esté involucrado? Algunos recuerdan otros casos similares donde el PANI actuó con más rapidez y contundencia. Otros aseguran que cada caso es único y que no se puede comparar manzanas con naranjas. Lo cierto es que este asunto ha levantado ampollas y ha generado un debate bastante intenso en el país. ¡Una pena tener estos temas tan cercanos a la infancia!
El PANI, fiel a su estilo, dice que actúa a partir de denuncias formales. Que investigan, que analizan, que evalúan… Todo eso suena muy técnico, pero lo que queremos saber es: ¿cuándo vamos a ver resultados concretos? Porque la gente ya está cansada de promesas vacías y de políticos que se lavan las manos cuando las cosas se ponen feas. Este brete se ha complicado un poco, ¡qué sal!
Con todo este panorama, me pregunto: ¿cree usted que el PANI está manejando el caso de Robert Junior con la misma seriedad y transparencia que el caso de Álvaro Ramos Chaves? ¿Considera que la participación de menores en actividades políticas debería estar regulada de forma más estricta? ¡Dígame qué piensa en el foro, porque esto necesita debate!
Para ponerlos al día rapidito, la movida empezó hace un buen rato, allá por julio del 2022. Publicaron un video y, bueno, ahí quedó. Pero ahora, gracias a los cuestionamientos que le cayeron a Álvaro Ramos Chaves por su hija metiéndose en campaña, el asunto de Robert Junior volvió a encender las alarmas en redes sociales. Así es esto, ¿verdad, pura polémica?
Lo curioso es cómo le han atendido los casos. Cuando se manchó la fama de Ramos Chaves, Kennly Garza, la presidenta del PANI, salió con declaraciones a derecha y siniestra, hasta dando entrevistas en la Casa Presidencial. ¡Un relajo! Pero cuando se trata de Robert Junior, silencio absoluto. Ni comunicado, ni video, ni nada. Eso sí, dicen que al PANI le llegaron denuncias puntuales, y eso bastó para activar las alarmas. Total, se rascan la cabeza en el PANI, viendo qué hacer.
Y hablando de Robert Junior, cuando los periodistas intentamos contactarlo para preguntarle qué piensa de todo este rollo, ¡cortó la llamada! Imagínense la cara del pobre reportero... Fue un momentazo, vaya. Uno esperaría que el candidato, al verse en este aprieto, estuviera dispuesto a aclarar la jugada, pero parece que prefiere mantenerse lejos de las cámaras, por lo menos por ahora.
Según información a la que tuvimos acceso, el candidato llegó al PANI pasaditas las nueve de la mañana. Firmó unas cosillas, habló con unos señores y listo, se fue. Un trámite rápido, sin mucho ruido. Lo que preocupa es que la investigación aún está en fase preliminar. Esto significa que el PANI todavía está tratando de averiguar si la participación de la hija de Robert Junior realmente afectó sus derechos, o si todo esto es un mamarracho político.
Ahora bien, muchos se preguntan si hay doble vara aquí. ¿Se aplican reglas diferentes dependiendo de quién esté involucrado? Algunos recuerdan otros casos similares donde el PANI actuó con más rapidez y contundencia. Otros aseguran que cada caso es único y que no se puede comparar manzanas con naranjas. Lo cierto es que este asunto ha levantado ampollas y ha generado un debate bastante intenso en el país. ¡Una pena tener estos temas tan cercanos a la infancia!
El PANI, fiel a su estilo, dice que actúa a partir de denuncias formales. Que investigan, que analizan, que evalúan… Todo eso suena muy técnico, pero lo que queremos saber es: ¿cuándo vamos a ver resultados concretos? Porque la gente ya está cansada de promesas vacías y de políticos que se lavan las manos cuando las cosas se ponen feas. Este brete se ha complicado un poco, ¡qué sal!
Con todo este panorama, me pregunto: ¿cree usted que el PANI está manejando el caso de Robert Junior con la misma seriedad y transparencia que el caso de Álvaro Ramos Chaves? ¿Considera que la participación de menores en actividades políticas debería estar regulada de forma más estricta? ¡Dígame qué piensa en el foro, porque esto necesita debate!