¡Ay, Dios mío! Se nos fue doña María Elsy Corrales, una figura clave en San Carlos y una mujer que le puso el hombro a muchísimos asuntos en nuestra comunidad. Con 85 años de vida, dejó una huella imborrable en el distrito de San Carlos, y vaya si se nota su ausencia ya. La noticia cayó como un balde de agua fría entre los sancarleños, porque era una maite que siempre andaba metida en el brete, buscando cómo mejorarle la vida al pueblo.
María Elsy Corrales Blanco, como cariñosamente la conocían, tuvo su paso por la Asamblea Legislativa entre 1994 y 1998, representando al Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Durante esos años, se dedicó con ahínco a impulsar proyectos bien importantes para la región norte: carreteras, escuelas, centros de salud… Todo eso pensando en facilitarle la vida a los campesinos y a las familias que viven allá en las zonas más apartadas. Era una luchadora, defendiendo los derechos de los sancarleños como pocas veces hemos visto.
Pero doña María Elsy no solamente brilló en la arena política. Antes y después de su paso por el Congreso, fue regidora municipal y siempre se mantuvo activa en temas comunitarios. Tenía una conexión especial con los productores locales, los artesanos, los pequeños comerciantes... Siempre dispuesta a escuchar sus inquietudes y a buscar soluciones. Era una verdadera gestora, una persona que se desvivía por ver crecer y desarrollarse a San Carlos.
Y qué decir de su cercanía con la gente común. Doña María Elsy nunca se hacía la difícil, siempre tenía tiempo para conversar, para aconsejar, para echar una mano. En los mercados, en las ferias, en las fiestas patronales, ahí estaba ella, compartiendo con la gente, preguntando cómo les iba, mostrando su interés genuino por el bienestar de todos. Eso es lo que la hizo tan querida y respetada en toda la región.
Su matrimonio con Gonzalo Monge Herrera, también diputado en los años setenta, fue una pareja emblemática de la política costarricense. Don Gonzalo falleció el año pasado, dejándonos a todos muy consternados, y ahora, doña María Elsy se une a él en el cielo. Vaya pérdida para la familia y para todo San Carlos. Dos personas entregadas al servicio público, dos líderes comprometidos con el progreso de nuestro país.
La trayectoria de doña María Elsy refleja un compromiso inquebrantable con el desarrollo rural y la participación ciudadana. Sus iniciativas impulsaron mejoras significativas en la infraestructura y los servicios públicos de la zona norte, y su legado perdurará en las generaciones venideras. Que viva la memoria de doña María Elsy Corrales Blanco, una verdadera hija ejemplar de San Carlos, ¡qué chiva!
Recordamos sus discursos apasionados, sus gestiones incansables, su sonrisa amable y su voz firme al defender los intereses de su gente. Ella entendió que la política no era un juego de poder, sino una oportunidad para servir y construir un futuro mejor para todos. Una vara alta para seguir, diay. Fue una inspiración para muchos jóvenes que quieren involucrarse en la política desde una perspectiva honesta y dedicada al servicio público, y ahora queda el vacío de su partida.
Con su partida, San Carlos se queda sin una líder invaluable. Pero su ejemplo seguirá guiándonos, recordándonos la importancia de trabajar juntos por el bienestar de nuestra comunidad. Ahora, me pregunto: ¿Cuál considera usted que ha sido el mayor legado de doña María Elsy Corrales Blanco para el desarrollo de San Carlos y cómo podemos mantener vivo su espíritu de servicio y compromiso?
María Elsy Corrales Blanco, como cariñosamente la conocían, tuvo su paso por la Asamblea Legislativa entre 1994 y 1998, representando al Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Durante esos años, se dedicó con ahínco a impulsar proyectos bien importantes para la región norte: carreteras, escuelas, centros de salud… Todo eso pensando en facilitarle la vida a los campesinos y a las familias que viven allá en las zonas más apartadas. Era una luchadora, defendiendo los derechos de los sancarleños como pocas veces hemos visto.
Pero doña María Elsy no solamente brilló en la arena política. Antes y después de su paso por el Congreso, fue regidora municipal y siempre se mantuvo activa en temas comunitarios. Tenía una conexión especial con los productores locales, los artesanos, los pequeños comerciantes... Siempre dispuesta a escuchar sus inquietudes y a buscar soluciones. Era una verdadera gestora, una persona que se desvivía por ver crecer y desarrollarse a San Carlos.
Y qué decir de su cercanía con la gente común. Doña María Elsy nunca se hacía la difícil, siempre tenía tiempo para conversar, para aconsejar, para echar una mano. En los mercados, en las ferias, en las fiestas patronales, ahí estaba ella, compartiendo con la gente, preguntando cómo les iba, mostrando su interés genuino por el bienestar de todos. Eso es lo que la hizo tan querida y respetada en toda la región.
Su matrimonio con Gonzalo Monge Herrera, también diputado en los años setenta, fue una pareja emblemática de la política costarricense. Don Gonzalo falleció el año pasado, dejándonos a todos muy consternados, y ahora, doña María Elsy se une a él en el cielo. Vaya pérdida para la familia y para todo San Carlos. Dos personas entregadas al servicio público, dos líderes comprometidos con el progreso de nuestro país.
La trayectoria de doña María Elsy refleja un compromiso inquebrantable con el desarrollo rural y la participación ciudadana. Sus iniciativas impulsaron mejoras significativas en la infraestructura y los servicios públicos de la zona norte, y su legado perdurará en las generaciones venideras. Que viva la memoria de doña María Elsy Corrales Blanco, una verdadera hija ejemplar de San Carlos, ¡qué chiva!
Recordamos sus discursos apasionados, sus gestiones incansables, su sonrisa amable y su voz firme al defender los intereses de su gente. Ella entendió que la política no era un juego de poder, sino una oportunidad para servir y construir un futuro mejor para todos. Una vara alta para seguir, diay. Fue una inspiración para muchos jóvenes que quieren involucrarse en la política desde una perspectiva honesta y dedicada al servicio público, y ahora queda el vacío de su partida.
Con su partida, San Carlos se queda sin una líder invaluable. Pero su ejemplo seguirá guiándonos, recordándonos la importancia de trabajar juntos por el bienestar de nuestra comunidad. Ahora, me pregunto: ¿Cuál considera usted que ha sido el mayor legado de doña María Elsy Corrales Blanco para el desarrollo de San Carlos y cómo podemos mantener vivo su espíritu de servicio y compromiso?