¡Ay, Dios mío, qué manera de vivir! Resulta que unos barra bravos estaban haciendo de las suyas en Bribrí de Pavas, convirtiendo la zona en su propia fuente de dinerito fácil. Imagínate, exigiendo quinientos colones a cada persona que pasaba o se quedaba por ahí. Un robo a mano armada disfrazado de… bueno, de lo que fuera eso que estaban inventando.
Según nos cuentan desde la Municipalidad de San José, estos tipos habían levantado una especie de ‘búnker’, un cuartelito improvisado que usaban como centro de operaciones para sacarle hasta la última pela a los vecinos. La gente ya estaba harta, claro, porque nadie quiere que le estén pisoteando los derechos así como así. Era una vara bien fea para los que viven por allá, y vaya que lo hacían sentir.
Pero gracias a Dios, llegó la Policía Municipal con toda la intención de ponerle fin a esta torta. Con machetes y palas, fueron directo al grano y demolieron esa estructura ilegal. Ya suman doce ‘búnkeres’ derribados este año, en medio de más de cien operativos distintos. Esto sí es trabajar, mae, no andar con rodeos ni palabrerías vacías.
Marcelo Solano Ortiz, el jefe de la Policía Municipal, no se anduvo con pelos en la lengua: “No solo estamos quitando piedras; estamos cerrando puertas al narcotráfico y a la violencia. Cada demolición es una oportunidad para que la comunidad recupere su espacio y se sienta segura otra vez”. Tiene razón, mi pana. No basta con limpiar calles, hay que atacar la raíz del problema.
Y hablando de raíces, esto demuestra que la criminalidad se mete en todos lados, incluso en nuestros propios barrios. Que no nos engañemos, esto es un brete que enfrentar día tras día. Pero con acciones como estas, que demuestra la Muni, da esperanzas de que podemos ir recuperando poco a poco nuestro sentido de pertenencia y seguridad.
Este operativo es parte de un esfuerzo más grande, dicen desde la municipalidad, que involucra a varias instituciones para recuperar esos espacios públicos que han sido tomados por la delincuencia. Todo esto entra dentro de un plan integral de seguridad ciudadana, buscando prevenir la criminalidad antes de que ocurra. Una estrategia proactiva, diay, en lugar de reaccionar solamente cuando ya pasó la devaluación.
Por supuesto, no todo es color de rosa. La policía pide a la ciudadanía que esté atenta y que denuncie cualquier actividad sospechosa a través de la línea gratuita 1717. Anonimato garantizado, dicen ellos. Esperamos que así sea, porque la colaboración ciudadana es clave para combatir este flagelo. ¡Que nadie se quede callado si ve algo raro!
En fin, parece que vamos por buen camino en la lucha contra la extorsión y la delincuencia en nuestra capital. Pero me pregunto, ¿cree usted que estas demoliciones son suficientes para erradicar por completo los focos de inseguridad en San José, o necesitamos medidas más profundas para abordar las causas sociales que alimentan la criminalidad? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!
Según nos cuentan desde la Municipalidad de San José, estos tipos habían levantado una especie de ‘búnker’, un cuartelito improvisado que usaban como centro de operaciones para sacarle hasta la última pela a los vecinos. La gente ya estaba harta, claro, porque nadie quiere que le estén pisoteando los derechos así como así. Era una vara bien fea para los que viven por allá, y vaya que lo hacían sentir.
Pero gracias a Dios, llegó la Policía Municipal con toda la intención de ponerle fin a esta torta. Con machetes y palas, fueron directo al grano y demolieron esa estructura ilegal. Ya suman doce ‘búnkeres’ derribados este año, en medio de más de cien operativos distintos. Esto sí es trabajar, mae, no andar con rodeos ni palabrerías vacías.
Marcelo Solano Ortiz, el jefe de la Policía Municipal, no se anduvo con pelos en la lengua: “No solo estamos quitando piedras; estamos cerrando puertas al narcotráfico y a la violencia. Cada demolición es una oportunidad para que la comunidad recupere su espacio y se sienta segura otra vez”. Tiene razón, mi pana. No basta con limpiar calles, hay que atacar la raíz del problema.
Y hablando de raíces, esto demuestra que la criminalidad se mete en todos lados, incluso en nuestros propios barrios. Que no nos engañemos, esto es un brete que enfrentar día tras día. Pero con acciones como estas, que demuestra la Muni, da esperanzas de que podemos ir recuperando poco a poco nuestro sentido de pertenencia y seguridad.
Este operativo es parte de un esfuerzo más grande, dicen desde la municipalidad, que involucra a varias instituciones para recuperar esos espacios públicos que han sido tomados por la delincuencia. Todo esto entra dentro de un plan integral de seguridad ciudadana, buscando prevenir la criminalidad antes de que ocurra. Una estrategia proactiva, diay, en lugar de reaccionar solamente cuando ya pasó la devaluación.
Por supuesto, no todo es color de rosa. La policía pide a la ciudadanía que esté atenta y que denuncie cualquier actividad sospechosa a través de la línea gratuita 1717. Anonimato garantizado, dicen ellos. Esperamos que así sea, porque la colaboración ciudadana es clave para combatir este flagelo. ¡Que nadie se quede callado si ve algo raro!
En fin, parece que vamos por buen camino en la lucha contra la extorsión y la delincuencia en nuestra capital. Pero me pregunto, ¿cree usted que estas demoliciones son suficientes para erradicar por completo los focos de inseguridad en San José, o necesitamos medidas más profundas para abordar las causas sociales que alimentan la criminalidad? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!
