¡Ay, Dios mío, qué onda! Resulta que hay una diseñadora pura bendición acá en Costa Rica, Nicole Madriz, que le está metiendo tremenda vara a la moda sostenible, pero no cualquier vaina, sino con tintes naturales. Sí, así como lo escuchan, ¡sin esas chincharinas químicas que nos hacen reaccionar!
Todo empezó porque a la Nicole le empezaron a salir alergias con los textiles sintéticos. Imagínense, tener que dejar de coser porque te estaba haciendo más daño que bien. Pero en lugar de echarle agua, decidió darle una vuelta a la cosa y crear su propia marca, Selfmade, allá por el 2020, justo cuando el mundo andaba medio apagado por la pandemia.
Lo más bacán es que la Nicole no se quedó solamente con evitar los químicos. Se puso a investigar cómo hacer tintes naturales con plantas que crecen aquí mismo, en Costa Rica. Hablamos de achiote, cúrcuma, cuculmeca, incluso azul de mata y pigmentos traídos desde México como el índigo y la grana cochinilla. ¡Una verdadera maestra de la botánica textil, diay!
Al principio, sus colecciones eran en tonos suaves como blanco, palorrosa y celeste, teñidos con semillas de aguacate. Ahora, Selfmade tiene de todo, desde vestidos hasta accesorios, todos hechos a mano con bordados y pedrería que cuentan historias. ¡Es pura artesanía tica con conciencia ambiental!
Pero eso no es todo, ¿eh? La Nicole también le da talleres de teñido natural en bibliotecas y centros culturales, enseñándole a la gente cómo se hace cada color. Así, la mara sabe de dónde viene su ropa y aprecia más el trabajo de los artesanos. Una crack, sin duda alguna.
Y mira vos, Selfmade ya no solo se vende aquí en Costa Rica, sino que ha llegado a países como México, Guatemala, Estados Unidos, Suiza e incluso Colombia. ¡Se rifa a nivel internacional, mi pana! Sus diseños tienen un sello único, con siluetas que van cambiando con ella, pasando de cosas holgadas y libres a otras que marcan más el cuerpo, pero siempre cómodas y auténticas.
Detrás de Selfmade hay un verdadero esfuerzo familiar. La Nicole convenció a sus papás de sembrar parte de las plantas tintóreas en una finca en Turrialba, conectándose aún más con la tierra y la tradición campesina. Un ejemplo claro de cómo se puede combinar negocios, familia y cuidado del medio ambiente, ¡qué chispa!
Ahora sí, vamos directo al grano: ¿Ustedes creen que la moda sostenible como la de Selfmade podría llegar a ser la norma en Costa Rica, o seguirá siendo una alternativa para unos pocos conscientes? ¿Deberíamos, como sociedad, estar dispuestos a pagar un poco más por ropa hecha con amor y respeto por la naturaleza, aunque eso signifique sacrificar algunas gangas?
Todo empezó porque a la Nicole le empezaron a salir alergias con los textiles sintéticos. Imagínense, tener que dejar de coser porque te estaba haciendo más daño que bien. Pero en lugar de echarle agua, decidió darle una vuelta a la cosa y crear su propia marca, Selfmade, allá por el 2020, justo cuando el mundo andaba medio apagado por la pandemia.
Lo más bacán es que la Nicole no se quedó solamente con evitar los químicos. Se puso a investigar cómo hacer tintes naturales con plantas que crecen aquí mismo, en Costa Rica. Hablamos de achiote, cúrcuma, cuculmeca, incluso azul de mata y pigmentos traídos desde México como el índigo y la grana cochinilla. ¡Una verdadera maestra de la botánica textil, diay!
Al principio, sus colecciones eran en tonos suaves como blanco, palorrosa y celeste, teñidos con semillas de aguacate. Ahora, Selfmade tiene de todo, desde vestidos hasta accesorios, todos hechos a mano con bordados y pedrería que cuentan historias. ¡Es pura artesanía tica con conciencia ambiental!
Pero eso no es todo, ¿eh? La Nicole también le da talleres de teñido natural en bibliotecas y centros culturales, enseñándole a la gente cómo se hace cada color. Así, la mara sabe de dónde viene su ropa y aprecia más el trabajo de los artesanos. Una crack, sin duda alguna.
Y mira vos, Selfmade ya no solo se vende aquí en Costa Rica, sino que ha llegado a países como México, Guatemala, Estados Unidos, Suiza e incluso Colombia. ¡Se rifa a nivel internacional, mi pana! Sus diseños tienen un sello único, con siluetas que van cambiando con ella, pasando de cosas holgadas y libres a otras que marcan más el cuerpo, pero siempre cómodas y auténticas.
Detrás de Selfmade hay un verdadero esfuerzo familiar. La Nicole convenció a sus papás de sembrar parte de las plantas tintóreas en una finca en Turrialba, conectándose aún más con la tierra y la tradición campesina. Un ejemplo claro de cómo se puede combinar negocios, familia y cuidado del medio ambiente, ¡qué chispa!
Ahora sí, vamos directo al grano: ¿Ustedes creen que la moda sostenible como la de Selfmade podría llegar a ser la norma en Costa Rica, o seguirá siendo una alternativa para unos pocos conscientes? ¿Deberíamos, como sociedad, estar dispuestos a pagar un poco más por ropa hecha con amor y respeto por la naturaleza, aunque eso signifique sacrificar algunas gangas?
