¡Aguanta, mae! Parece que el Sistema Nacional de Pensiones (SNP) llegó pa’ darle una mano a nuestros jubilados. Según la Supersición, cerraron el 2025 con números que hasta dan gusto, señores. Hablamos de rentabilidades entre el 8% y el 9%, diay, eso sí que es moverle al tablero en tiempos donde la economía andaba medio floja.
Pero vamos por partes. La cosa va así: desde el punto de vista de la afiliación, el SNP creció un buen pedazo – casi el 3.2%, para ser exactos. Esto significa que más gente está cotizando al sistema, y eso es positivo, ¿verdad? Al parecer, estamos viendo una formalización laboral, lo cual implica que menos gente anda chambeando en la sombra y más se unen al juego legal. Eso, a la larga, le da más solidez al sistema.
Y ni hablar de los planes voluntarios, esos pegaron un portazo. Un 7.4% más de contratos en comparación con el año pasado, especialmente entre los más maduritos, aquellos que ya tienen los canas encima. Ahí hay un mensaje claro: la gente está buscando asegurar su futuro, y entiende que la jubilación no es cosa del otro mundo. Lo que demuestra que la vara se está poniendo alta, la mentalidad ha cambiado.
Las cuentas registradas a septiembre de este año superaron los ocho millones, ¡más de ocho milloncitos!, muestra que la gente está entendiendo que ahorrar para la vejez no es un lujo, sino una necesidad. A pesar de la desaceleración económica que hemos vivido, el SNP sigue dando batalla, buscando formas de crecer y adaptarse a los cambios, porque la verdad, el brete no es fácil.
Ahora, hablemos de lana. El SNP acumuló ¡27.5 billones de colones! Una suma considerable, impulsada por el ROP (Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias) y también por una gestión bastante inteligente de los recursos. No todo es regalar, la Supersición está echándole ojo y buscando cómo invertir el dinero de la mejor manera posible, pensando en el largo plazo, porque la jubilación no llega mañana.
Lo interesante es ver dónde están metiendo la plata. Han aumentado la inversión en el extranjero, pasando de representar apenas el 18.5% a casi el 23%. Buscan diversificar, buscar oportunidades en otros países. También le están apostando al sector público nacional, aunque a menor escala. Claro, con esto quieren minimizar riesgos y obtener mejores rendimientos, porque la idea es que el dinero trabaje para nosotros.
Dejemos atrás el drama de 2024, donde las cosas estaban más apretadas, y veamos cómo han respondido los fondos de pensión este año. Las tasas de rentabilidad del ROP, para los que llevan tres, cinco y diez años, se mantienen fuertes: 9.79%, 8.58% y 8.71%, respectivamente. Esa, dicen los técnicos, se debe al buen manejo de las inversiones, el aumento del valor de algunos bonos y hasta la apreciación del colón frente al dólar… ¡aunque eso último también puede afectar si invierten mucho en moneda extranjera!
Pero, vayamos al grano final, ¿será suficiente todo esto para garantizar una jubilación digna para todos los costarricenses? Con el envejecimiento de la población, la baja tasa de natalidad y la esperanza de vida en aumento, el reto es enorme. Afiliarse temprano, aportar constantemente y cuidar nuestro ahorro son claves, sin duda. Pero, ¿deberíamos considerar reformas más profundas al sistema para asegurar su sostenibilidad a largo plazo? ¿Creen ustedes que el Estado debería intervenir más activamente o dejar que el mercado siga funcionando por sí solo?
Pero vamos por partes. La cosa va así: desde el punto de vista de la afiliación, el SNP creció un buen pedazo – casi el 3.2%, para ser exactos. Esto significa que más gente está cotizando al sistema, y eso es positivo, ¿verdad? Al parecer, estamos viendo una formalización laboral, lo cual implica que menos gente anda chambeando en la sombra y más se unen al juego legal. Eso, a la larga, le da más solidez al sistema.
Y ni hablar de los planes voluntarios, esos pegaron un portazo. Un 7.4% más de contratos en comparación con el año pasado, especialmente entre los más maduritos, aquellos que ya tienen los canas encima. Ahí hay un mensaje claro: la gente está buscando asegurar su futuro, y entiende que la jubilación no es cosa del otro mundo. Lo que demuestra que la vara se está poniendo alta, la mentalidad ha cambiado.
Las cuentas registradas a septiembre de este año superaron los ocho millones, ¡más de ocho milloncitos!, muestra que la gente está entendiendo que ahorrar para la vejez no es un lujo, sino una necesidad. A pesar de la desaceleración económica que hemos vivido, el SNP sigue dando batalla, buscando formas de crecer y adaptarse a los cambios, porque la verdad, el brete no es fácil.
Ahora, hablemos de lana. El SNP acumuló ¡27.5 billones de colones! Una suma considerable, impulsada por el ROP (Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias) y también por una gestión bastante inteligente de los recursos. No todo es regalar, la Supersición está echándole ojo y buscando cómo invertir el dinero de la mejor manera posible, pensando en el largo plazo, porque la jubilación no llega mañana.
Lo interesante es ver dónde están metiendo la plata. Han aumentado la inversión en el extranjero, pasando de representar apenas el 18.5% a casi el 23%. Buscan diversificar, buscar oportunidades en otros países. También le están apostando al sector público nacional, aunque a menor escala. Claro, con esto quieren minimizar riesgos y obtener mejores rendimientos, porque la idea es que el dinero trabaje para nosotros.
Dejemos atrás el drama de 2024, donde las cosas estaban más apretadas, y veamos cómo han respondido los fondos de pensión este año. Las tasas de rentabilidad del ROP, para los que llevan tres, cinco y diez años, se mantienen fuertes: 9.79%, 8.58% y 8.71%, respectivamente. Esa, dicen los técnicos, se debe al buen manejo de las inversiones, el aumento del valor de algunos bonos y hasta la apreciación del colón frente al dólar… ¡aunque eso último también puede afectar si invierten mucho en moneda extranjera!
Pero, vayamos al grano final, ¿será suficiente todo esto para garantizar una jubilación digna para todos los costarricenses? Con el envejecimiento de la población, la baja tasa de natalidad y la esperanza de vida en aumento, el reto es enorme. Afiliarse temprano, aportar constantemente y cuidar nuestro ahorro son claves, sin duda. Pero, ¿deberíamos considerar reformas más profundas al sistema para asegurar su sostenibilidad a largo plazo? ¿Creen ustedes que el Estado debería intervenir más activamente o dejar que el mercado siga funcionando por sí solo?
