¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez, frente a un cambio monumental en cómo nos enteramos de las cosas por la onda. La SUTEL, esos señores de las telecomunicaciones, lanzaron oficialmente la tan esperada subasta de frecuencias de radio y tele. Esto significa que ahora hay juego limpio para ver quién se queda con las ondas que usamos los chavos para escuchar la radio y mirar la tele.
Para ponerlos al día, esto viene de tiempo atrás. Ya saben, esas frecuencias que usan las emisoras de AM, FM y la tele abierta tienen un tiempo limitado de validez. Así que la SUTEL tenía que hacer una especie de “concurso” para decidirle a quiénes les dan permiso para seguir usando esas ondas. Imagínense, es como si estuvieran vendiendo pedazos de aire, ¡pero con mucho impacto!
Y ojo, porque no es cualquier subasta. Hablamos de bandas de frecuencia desde 525 kHz hasta 1705 kHz para la AM, 88 MHz a 108 MHz para la FM, y luego las franjas de 174 MHz a 216 MHz y 470 MHz a 608 MHz para la tele abierta. ¡Un chururrón de números! Según dicen, quieren asegurar que todos tengamos acceso a estas señales en todo el país. ¡Eso sí sería bueno, pa' que nadie se quede sin escuchar las noticias ni su novela favorita!
Federico Chacón, el jefe de la SUTEL, salió diciendo que hicieron todo bien, con mucha técnica y siguiendo las reglas del juego. Buscaban algo sencillo, pa' que cualquiera que quiera participar pueda hacerlo, ya sea para una estación regional o nacional. Parece que también ofrecen facilidades para pagar y montar las antenas, para que no sea una torta para los nuevos operadores. Ahora, queda ver si realmente cumplen lo que prometieron… ¡Uno nunca sabe con estos temas!
Lo interesante es que la subasta tiene dos fases. Primero, todos los interesados presentan sus propuestas en sobres cerrados. Después, empieza la puja, donde los postores van subiendo las ofertas hasta ver quién pone el precio más alto. Suena emocionante, como un remate de caballos, pero en lugar de animales, ¡son frecuencias de radio y tele! Publicarán las ofertas en La Gaceta, así que si alguien quiere echarse unos pesos, que esté atento.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Algunos expertos advierten que esta subasta podría llevar a un nuevo round de monopolización de las ondas. Que algunas empresas grandes podrían comprar todas las frecuencias y dejar fuera a las estaciones más pequeñas e independientes. ¡Sería un despache, porque eso significaría menos variedad y menos voces diferentes en la radio y la tele!
Ahora, el gobierno dice que todo está legalmente respaldado y que van a velar por el interés público. Quieren que la información, la cultura y el entretenimiento estén accesibles para todos los ciudadanos. Pero como siempre, las promesas son fáciles de decir, lo difícil es cumplirlas. Esperemos que esta vez sí hagan las cosas bien, y que no terminemos con el mismo panorama de siempre: unas pocas empresas controlando toda la información que recibimos.
En fin, esta subasta pinta para ser un evento clave en la historia de la comunicación en Costa Rica. Una oportunidad para renovar el panorama mediático, pero también un riesgo de consolidar aún más el poder de unos pocos. Así que, mi pregunta para ustedes, queridos lectores del Foro: ¿creen que esta subasta realmente traerá cambios positivos para la radio y la televisión en Costa Rica, o será simplemente otro capítulo más en la historia de los monopolios?
Para ponerlos al día, esto viene de tiempo atrás. Ya saben, esas frecuencias que usan las emisoras de AM, FM y la tele abierta tienen un tiempo limitado de validez. Así que la SUTEL tenía que hacer una especie de “concurso” para decidirle a quiénes les dan permiso para seguir usando esas ondas. Imagínense, es como si estuvieran vendiendo pedazos de aire, ¡pero con mucho impacto!
Y ojo, porque no es cualquier subasta. Hablamos de bandas de frecuencia desde 525 kHz hasta 1705 kHz para la AM, 88 MHz a 108 MHz para la FM, y luego las franjas de 174 MHz a 216 MHz y 470 MHz a 608 MHz para la tele abierta. ¡Un chururrón de números! Según dicen, quieren asegurar que todos tengamos acceso a estas señales en todo el país. ¡Eso sí sería bueno, pa' que nadie se quede sin escuchar las noticias ni su novela favorita!
Federico Chacón, el jefe de la SUTEL, salió diciendo que hicieron todo bien, con mucha técnica y siguiendo las reglas del juego. Buscaban algo sencillo, pa' que cualquiera que quiera participar pueda hacerlo, ya sea para una estación regional o nacional. Parece que también ofrecen facilidades para pagar y montar las antenas, para que no sea una torta para los nuevos operadores. Ahora, queda ver si realmente cumplen lo que prometieron… ¡Uno nunca sabe con estos temas!
Lo interesante es que la subasta tiene dos fases. Primero, todos los interesados presentan sus propuestas en sobres cerrados. Después, empieza la puja, donde los postores van subiendo las ofertas hasta ver quién pone el precio más alto. Suena emocionante, como un remate de caballos, pero en lugar de animales, ¡son frecuencias de radio y tele! Publicarán las ofertas en La Gaceta, así que si alguien quiere echarse unos pesos, que esté atento.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Algunos expertos advierten que esta subasta podría llevar a un nuevo round de monopolización de las ondas. Que algunas empresas grandes podrían comprar todas las frecuencias y dejar fuera a las estaciones más pequeñas e independientes. ¡Sería un despache, porque eso significaría menos variedad y menos voces diferentes en la radio y la tele!
Ahora, el gobierno dice que todo está legalmente respaldado y que van a velar por el interés público. Quieren que la información, la cultura y el entretenimiento estén accesibles para todos los ciudadanos. Pero como siempre, las promesas son fáciles de decir, lo difícil es cumplirlas. Esperemos que esta vez sí hagan las cosas bien, y que no terminemos con el mismo panorama de siempre: unas pocas empresas controlando toda la información que recibimos.
En fin, esta subasta pinta para ser un evento clave en la historia de la comunicación en Costa Rica. Una oportunidad para renovar el panorama mediático, pero también un riesgo de consolidar aún más el poder de unos pocos. Así que, mi pregunta para ustedes, queridos lectores del Foro: ¿creen que esta subasta realmente traerá cambios positivos para la radio y la televisión en Costa Rica, o será simplemente otro capítulo más en la historia de los monopolios?