¡Ay, Dios mío! Esto sí que es un brete. El MOPT nos soltó otra bomba de arreglos en Taras y La Lima, y parece que el tráfico va a estar peor que un gato enredado en lana. Ya saben cómo son estos proyectos, se alargan más que mi abuela contando sus novelas y dejan a todos los conductores con la mosca detrás de la oreja.
La Unidad Ejecutora, con toda su calma, nos explica que son “intervenciones necesarias” para seguir construyendo y poniendo luces nuevas. Claro, porque andar a oscuras es mucho más seguro, ¿no? Pero bueno, vamos por partes, que esto se complica más que resolver un cubo de Rubik con guantes de boxeo. Se trata del alumbrado en la Avenida 23, un churche que se va a prolongar durante varios días, y del puente San Nicolás, donde van a ponerle unas columnas nuevas... ¡y eso significa cierre total!
Si usted viene de San José rumbo a Cartago por la marginal de la Avenida 23, prepárese porque le van a prohibir meterse ahí. En el tramo uno, entre Autos Pripa y Gas Tomza, ni modo. Y en el tramo dos, entre Gas Tomza y Dos Pinos, le dan permiso solo para echarlo pa’ atrás, si quiere ir pa’ San José, pero si va pa' Cartago, ¡a continuar derecho! Ahora imagínese la fila, el estrés… ¡ufff!
Y si viene de Cartago, olvídese de poder echarlo pa’ acá en esa zona. Tiene que seguir hasta Soda el Trailero en Ochomogo para hacer el retorno. ¡Más recorrido que ir a Turrialba y volver! Pero bueno, dicen que así garantizan el flujo comercial. Sí, claro, porque el flujo comercial de los que estamos atrapados en el tráfico es cero absoluto. ¡Qué carga!
Pero eso no es todo, amigos. A partir del 6 de octubre, y por un mes entero, cierran el cruce entre la marginal y la Avenida 29, justo frente a Terminales de Costa Rica. Dicen que desviarán el tráfico por Almacenes el Rey, pero yo apuesto a que eso va a crear otro embotellamiento monumental. Lo único bueno es que al parecer dejarán pasar a los peatonales, para que podamos caminar tranquilamente mientras los carros se comen el asfalto.
El MOPT, en su infinita sabiduría, nos pide respetar a los banderilleros y los señalamientos. Y también nos recuerdan que no podemos pasar de los 30 kilómetros por hora en la zona de obra. ¡Como si fuera a cambiar algo! Con tanto retroceso y cambio de carriles, llegar a esa velocidad es casi imposible. ¡Qué torta!
Estos trabajos ya llevan años en camino, así que ya estamos acostumbrados a vivir con conos naranjas y parches en la carretera. Y aunque entiendas que hay que mejorar la infraestructura, uno no puede evitar pensar qué tan bien podrían planificar todo esto para minimizar las molestias. Parece que siempre tienen que convertir nuestras vidas en una película de terror vial.
Así que ahí lo tienen, compas. Taras y La Lima listas para convertirse en el infierno automovilístico de Costa Rica por unos meses. ¿Ustedes creen que el MOPT debería considerar seriamente implementar soluciones alternativas, como horarios diferenciados o transporte público gratuito, para aliviar el tráfico en estas áreas afectadas? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan al respecto!
La Unidad Ejecutora, con toda su calma, nos explica que son “intervenciones necesarias” para seguir construyendo y poniendo luces nuevas. Claro, porque andar a oscuras es mucho más seguro, ¿no? Pero bueno, vamos por partes, que esto se complica más que resolver un cubo de Rubik con guantes de boxeo. Se trata del alumbrado en la Avenida 23, un churche que se va a prolongar durante varios días, y del puente San Nicolás, donde van a ponerle unas columnas nuevas... ¡y eso significa cierre total!
Si usted viene de San José rumbo a Cartago por la marginal de la Avenida 23, prepárese porque le van a prohibir meterse ahí. En el tramo uno, entre Autos Pripa y Gas Tomza, ni modo. Y en el tramo dos, entre Gas Tomza y Dos Pinos, le dan permiso solo para echarlo pa’ atrás, si quiere ir pa’ San José, pero si va pa' Cartago, ¡a continuar derecho! Ahora imagínese la fila, el estrés… ¡ufff!
Y si viene de Cartago, olvídese de poder echarlo pa’ acá en esa zona. Tiene que seguir hasta Soda el Trailero en Ochomogo para hacer el retorno. ¡Más recorrido que ir a Turrialba y volver! Pero bueno, dicen que así garantizan el flujo comercial. Sí, claro, porque el flujo comercial de los que estamos atrapados en el tráfico es cero absoluto. ¡Qué carga!
Pero eso no es todo, amigos. A partir del 6 de octubre, y por un mes entero, cierran el cruce entre la marginal y la Avenida 29, justo frente a Terminales de Costa Rica. Dicen que desviarán el tráfico por Almacenes el Rey, pero yo apuesto a que eso va a crear otro embotellamiento monumental. Lo único bueno es que al parecer dejarán pasar a los peatonales, para que podamos caminar tranquilamente mientras los carros se comen el asfalto.
El MOPT, en su infinita sabiduría, nos pide respetar a los banderilleros y los señalamientos. Y también nos recuerdan que no podemos pasar de los 30 kilómetros por hora en la zona de obra. ¡Como si fuera a cambiar algo! Con tanto retroceso y cambio de carriles, llegar a esa velocidad es casi imposible. ¡Qué torta!
Estos trabajos ya llevan años en camino, así que ya estamos acostumbrados a vivir con conos naranjas y parches en la carretera. Y aunque entiendas que hay que mejorar la infraestructura, uno no puede evitar pensar qué tan bien podrían planificar todo esto para minimizar las molestias. Parece que siempre tienen que convertir nuestras vidas en una película de terror vial.
Así que ahí lo tienen, compas. Taras y La Lima listas para convertirse en el infierno automovilístico de Costa Rica por unos meses. ¿Ustedes creen que el MOPT debería considerar seriamente implementar soluciones alternativas, como horarios diferenciados o transporte público gratuito, para aliviar el tráfico en estas áreas afectadas? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan al respecto!