El día 20 de noviembre, recogí a un familiar que venia de la zona sur, en la nueva terminal de Tracopa. No esta de más, indicar que las nuevas instalaciones son un sueño, hecho realidad y todos los vecinos del sur les agradece este cambio.
Lamentablemente parte del personal, esta dañando esta, ahora, realidad. Al utilizar los servicios sanitarios con mi hija de tres años y mi sobrino de cuatro. Me encontré que cuentan con barras electrónicas, y que para utilizarlos cobran 100 colones por persona. No hay problema pago, mi hija pasa se devuelve y corre hacia la puerta. La señora que esta vigilando, le coloca su mano impidiéndole el paso, provocando lógicamente, que la niña rebotara y cayera. Y me indica muy molesta que tengo que pagar, por que paso dos veces. A lo que también, yo, muy molesta, le indico textualmente: “señora no hay plata en este mundo que justifique empujar a una niña, yo le pago”. Ella ni le intereso, el bienestar de la niña, ni mi respuesta. Solo se limito a decir: “yo no la empuje ella venia corriendo y yo la pare. Tiene que pagar”. Si, señora, corra hacia mi y yo la detengo, usted rebota y cae. Créame, esta comprobado que golpes de este tipo, son sumamente peligroso, en especial a una niña.
Llame a mi esposo, para pagar lo que faltaba, al haber mi hija pasado por las barras dos veces. Como es lógico, mi esposo estaba muy molesto, el coloco el dinero fuerte en una mesa y le dijo que esa no era manera de tratar a una niña, y que se quedara con el cambio. Le hable al gerente. Este ni le intereso, lo que le decía y se limito a preguntarme una y otra y otra vez que había pasado y a reír. Termine, aceptando que, a este señor no le importaba, lo que paso con mi hija.
Si esta se hubiera golpeado la cabeza al caer, quizás. En lo único que se enfocaron, fue en que mi esposo coloco el dinero en la mesa con fuerza. El no lo tiro. Claro esta después de enterarse, del maltrato a nuestra hija.
Señores, la empatía en nuestra hermosa Costa Rica, se esta acabando. Créame, si le golpearan un hijo o nieto, a esta señora y al gerente, de la sucursal de Tracopa del sur, otra seria su actitud. Creo que lo más lamentable de esta situación es la falta de responsabilidad y cortesía. Cuando le pasa a otro no fue nada. Que importa. O pasar una calamidad para que se tomen acciones. Solicito a los dueños y gerentes de Tracopa tomar medidas, para que ninguna otra persona salga lastimada.
Lamentablemente parte del personal, esta dañando esta, ahora, realidad. Al utilizar los servicios sanitarios con mi hija de tres años y mi sobrino de cuatro. Me encontré que cuentan con barras electrónicas, y que para utilizarlos cobran 100 colones por persona. No hay problema pago, mi hija pasa se devuelve y corre hacia la puerta. La señora que esta vigilando, le coloca su mano impidiéndole el paso, provocando lógicamente, que la niña rebotara y cayera. Y me indica muy molesta que tengo que pagar, por que paso dos veces. A lo que también, yo, muy molesta, le indico textualmente: “señora no hay plata en este mundo que justifique empujar a una niña, yo le pago”. Ella ni le intereso, el bienestar de la niña, ni mi respuesta. Solo se limito a decir: “yo no la empuje ella venia corriendo y yo la pare. Tiene que pagar”. Si, señora, corra hacia mi y yo la detengo, usted rebota y cae. Créame, esta comprobado que golpes de este tipo, son sumamente peligroso, en especial a una niña.
Llame a mi esposo, para pagar lo que faltaba, al haber mi hija pasado por las barras dos veces. Como es lógico, mi esposo estaba muy molesto, el coloco el dinero fuerte en una mesa y le dijo que esa no era manera de tratar a una niña, y que se quedara con el cambio. Le hable al gerente. Este ni le intereso, lo que le decía y se limito a preguntarme una y otra y otra vez que había pasado y a reír. Termine, aceptando que, a este señor no le importaba, lo que paso con mi hija.
Si esta se hubiera golpeado la cabeza al caer, quizás. En lo único que se enfocaron, fue en que mi esposo coloco el dinero en la mesa con fuerza. El no lo tiro. Claro esta después de enterarse, del maltrato a nuestra hija.
Señores, la empatía en nuestra hermosa Costa Rica, se esta acabando. Créame, si le golpearan un hijo o nieto, a esta señora y al gerente, de la sucursal de Tracopa del sur, otra seria su actitud. Creo que lo más lamentable de esta situación es la falta de responsabilidad y cortesía. Cuando le pasa a otro no fue nada. Que importa. O pasar una calamidad para que se tomen acciones. Solicito a los dueños y gerentes de Tracopa tomar medidas, para que ninguna otra persona salga lastimada.