¡Ay, Dios mío! Qué manera de empezar el día en Golfito… Lo que parecía un simple reporte de emergencia en la madrugada de ayer, se convirtió en una movida tremenda que dejó a todos boquiabiertos. Una lancha repleta de cocaína, perseguida hasta quedar varada en las playas de Pavones, y un pobre tipo perdiendo la vida en el intento. La verdad, una pena, pero también un golpe duro para el narcotráfico.
Según nos cuentan desde el MSP, el Servicio Nacional de Guardacostas andaba echándole ojo a una barca sospechosa merodeando por las aguas de Pavones. Como ya sabrán, esa zona siempre ha sido un imán para este tipo de actividades ilícitas, con esas caletas escondidas y el constante ir y venir de embarcaciones. Al parecer, cuando los guardacostas se acercaron, los tipos agarraron susto y pisaron el acelerador a fondo, tratando de evadir la captura. Pero bueno, parece que no les funcionó muy bien, porque terminaron estrellándose contra la costa con todas las consecuencias.
La escena era de película, má’s chévere que cualquier serie. La lancha, una de 32 pies, quedó prácticamente hecha pedazos en la playa de Río Claro. Se dice que venía propulsada por dos motores fueraborda de esos que dan “un brinco” – unos 350 caballos de fuerza cada uno. Imagínate la velocidad con la que iban llegando. En medio del choque, uno de los tripulantes salió disparado como proyectil, golpeándose la cabeza contra el suelo y perdiendo la vida instantáneamente. Lamentablemente, los paramédicos llegaron demasiado tarde; ya era agua pasada.
Y hablando de los tripulantes... Tenemos un ecuatoriano identificado como Cacierra, que cayó preso en el momento. Otro tipo, astuto como zorro, logró escabullirse y anda suelto, como alma que lleva diablo, buscando dónde esconderse. Y luego está el fallecido, un señor de unos 45-50 años, todavía sin identificar. Su cuerpo fue enviado directo a la morgue judicial para que le hagan los exámenes pertinentes y puedan darle nombre. Esperemos que pronto salga a la luz quién era este personaje involucrado en semejante brete.
Pero lo más impresionante es la cantidad de droga que llevaban. La Policía de Control de Drogas (PCD), junto con la Fiscalía, hicieron una revisión exhaustiva de la embarcación y encontraron más de dos toneladas de cocaína. ¡Dos toneladas, chunches! Eso sí que es un cargamento considerable, uno de los más grandes decomisados en la zona sur en los últimos tiempos. Esto demuestra que el negocio del narcotráfico sigue latente y que hay mucho trabajo por hacer para combatirlo. Este corredor marítimo por el Pacífico Sur, sinceramente, necesita más vigilancia que nunca.
Como ya sabemos, Golfito y sus alrededores son territorio caliente para estas cosas. La ubicación geográfica es ideal para los traficantes: aguas profundas, costas extensas y una actividad pesquera importante que sirve como tapadera. Las autoridades saben que estos delincuentes aprovechan el flujo de embarcaciones turísticas y pesqueras para pasar droga rumbo al norte, y por eso redoblan la seguridad en la zona. Ya van varias operaciones antidrogas que se han realizado en los últimos meses, demostrando que el gobierno no se anda con rodeos para combatir este flagelo.
Ahora, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) está investigando a fondo el caso. Están entrevistando testigos, revisando registros y rastreando pistas para descubrir quiénes estaban detrás de esta operación y cuáles son sus conexiones internacionales. No se descarta la posibilidad de que haya otras personas implicadas, que estén operando desde la sombra, coordinando todo el esquema logístico. La investigación promete ser larga y complicada, pero confiamos en que el OIJ hará su trabajo a conciencia y llevará a los responsables ante la justicia.
En fin, un final triste para una noche llena de adrenalina y tensión. Vimos cómo unas acciones desesperadas terminaron en tragedia y dejaron una gran cantidad de droga incautada. Ahora, me pregunto, ¿cree usted que realmente hemos logrado frenar el tráfico de drogas en nuestro país o seguimos siendo peón en un juego mucho más grande? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa muchísimo leerlo!
Según nos cuentan desde el MSP, el Servicio Nacional de Guardacostas andaba echándole ojo a una barca sospechosa merodeando por las aguas de Pavones. Como ya sabrán, esa zona siempre ha sido un imán para este tipo de actividades ilícitas, con esas caletas escondidas y el constante ir y venir de embarcaciones. Al parecer, cuando los guardacostas se acercaron, los tipos agarraron susto y pisaron el acelerador a fondo, tratando de evadir la captura. Pero bueno, parece que no les funcionó muy bien, porque terminaron estrellándose contra la costa con todas las consecuencias.
La escena era de película, má’s chévere que cualquier serie. La lancha, una de 32 pies, quedó prácticamente hecha pedazos en la playa de Río Claro. Se dice que venía propulsada por dos motores fueraborda de esos que dan “un brinco” – unos 350 caballos de fuerza cada uno. Imagínate la velocidad con la que iban llegando. En medio del choque, uno de los tripulantes salió disparado como proyectil, golpeándose la cabeza contra el suelo y perdiendo la vida instantáneamente. Lamentablemente, los paramédicos llegaron demasiado tarde; ya era agua pasada.
Y hablando de los tripulantes... Tenemos un ecuatoriano identificado como Cacierra, que cayó preso en el momento. Otro tipo, astuto como zorro, logró escabullirse y anda suelto, como alma que lleva diablo, buscando dónde esconderse. Y luego está el fallecido, un señor de unos 45-50 años, todavía sin identificar. Su cuerpo fue enviado directo a la morgue judicial para que le hagan los exámenes pertinentes y puedan darle nombre. Esperemos que pronto salga a la luz quién era este personaje involucrado en semejante brete.
Pero lo más impresionante es la cantidad de droga que llevaban. La Policía de Control de Drogas (PCD), junto con la Fiscalía, hicieron una revisión exhaustiva de la embarcación y encontraron más de dos toneladas de cocaína. ¡Dos toneladas, chunches! Eso sí que es un cargamento considerable, uno de los más grandes decomisados en la zona sur en los últimos tiempos. Esto demuestra que el negocio del narcotráfico sigue latente y que hay mucho trabajo por hacer para combatirlo. Este corredor marítimo por el Pacífico Sur, sinceramente, necesita más vigilancia que nunca.
Como ya sabemos, Golfito y sus alrededores son territorio caliente para estas cosas. La ubicación geográfica es ideal para los traficantes: aguas profundas, costas extensas y una actividad pesquera importante que sirve como tapadera. Las autoridades saben que estos delincuentes aprovechan el flujo de embarcaciones turísticas y pesqueras para pasar droga rumbo al norte, y por eso redoblan la seguridad en la zona. Ya van varias operaciones antidrogas que se han realizado en los últimos meses, demostrando que el gobierno no se anda con rodeos para combatir este flagelo.
Ahora, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) está investigando a fondo el caso. Están entrevistando testigos, revisando registros y rastreando pistas para descubrir quiénes estaban detrás de esta operación y cuáles son sus conexiones internacionales. No se descarta la posibilidad de que haya otras personas implicadas, que estén operando desde la sombra, coordinando todo el esquema logístico. La investigación promete ser larga y complicada, pero confiamos en que el OIJ hará su trabajo a conciencia y llevará a los responsables ante la justicia.
En fin, un final triste para una noche llena de adrenalina y tensión. Vimos cómo unas acciones desesperadas terminaron en tragedia y dejaron una gran cantidad de droga incautada. Ahora, me pregunto, ¿cree usted que realmente hemos logrado frenar el tráfico de drogas en nuestro país o seguimos siendo peón en un juego mucho más grande? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa muchísimo leerlo!