¡Aguántense!, porque les vamos a aclarar un brete que ha tenido a muchos preocupados: los aditivos en la comida. Desde esos colores llamativos en los dulces hasta los conservantes que alargan la vida útil de nuestros snacks favoritos, pareciera que estamos tragándonos químicos peligrosos. Pero resulta que, según un grupo de expertos de Centroamérica, eso no es así... al menos, no si se usan con cabeza.
La cosa es que se armó un "Foro Técnico de Nutrición y Dietética" en Lima, Perú, donde juntaron cerebritos de México, Costa Rica y nuestro país para echarle ojo a la evidencia científica detrás de todos esos ingredientes que encontramos en la comida procesada. Entre los temas que se pusieron a caldo estaban los colorantes, los conservantes y los estabilizantes, esos que hacen que la comida se vea bien y dure más.
Y la conclusión general es bastante tranquilizadora, puros mangos. Según la Doctora María Lorena Cassis, una química investigadora de México, mucha de la preocupación que hay sobre los aditivos viene de estudios mal hechos o que simplemente no tienen fundamento. Ella dice textualmente: “Es importante que los consumidores confíen en que los colorantes y otros aditivos son seguros bajo las condiciones aprobadas por las autoridades, con evidencia científica actualizada.” ¡O sea, que no hay que alarmarse a la ligera!
Aquí nuestra gente también puso pa’lante sus ideas. La Doctora Yock Mei Acón, especialista acá en Costa Rica, recalcó que las regulaciones internacionales son súper importantes para proteger tanto a los consumidores como a los productores. También insistió en que desde chiquitos debemos aprender a entender qué son estos ingredientes y cómo funcionan. Porque, díganlo fuerte, no todos los aditivos son el demonio.
La Doctora Bettit Salva Ruiz, representando a Perú, nos soltó la bomba: “El problema está en la dosis, no en la sustancia”. ¡Digo, qué sabiduría! Como todo en la vida, incluso lo bueno puede hacer daño si te pasas. Imaginen comer solo espinacas día y noche; aunque sean saludables, igual te hacen daño. Lo mismo aplica para los colorantes, ya sean naturales o artificiales: el cuerpo los elimina sin problemas.
Lo que salió del foro es que los aditivos, siempre y cuando se usen dentro de los límites permitidos por las autoridades, no son un peligro. De hecho, son útiles para mantener la comida fresca, mejorar su sabor y textura, y alargar su vida útil. Esto es especialmente importante en países como el nuestro, donde aún hay gente que no tiene fácil acceso a alimentos frescos y nutritivos. Nos ayudan a tener acceso a una dieta más diversa y segura, mándale respeto.
En resumen, parece que podemos seguir disfrutando de nuestras galletas, refrescos y demás cositas sin vivir en un constante estado de alarma. Claro, siempre con moderación y buscando opciones más naturales cuando sea posible. Pero tampoco hay necesidad de tirar todo a la basura y volver a comer solo raíces y plátanos. Con conocimiento y equilibrio, podemos llevar una alimentación divertida y saludable. Al final, la vida es muy corta para estar preocupándose por cosas que no tienen base sólida.
Ahora sí, ¿ustedes qué piensan? ¿Se sienten más tranquilos después de escuchar esto o siguen pensando que los aditivos son un complot de las empresas alimenticias para enfermarnos? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué les trae el corazón!
La cosa es que se armó un "Foro Técnico de Nutrición y Dietética" en Lima, Perú, donde juntaron cerebritos de México, Costa Rica y nuestro país para echarle ojo a la evidencia científica detrás de todos esos ingredientes que encontramos en la comida procesada. Entre los temas que se pusieron a caldo estaban los colorantes, los conservantes y los estabilizantes, esos que hacen que la comida se vea bien y dure más.
Y la conclusión general es bastante tranquilizadora, puros mangos. Según la Doctora María Lorena Cassis, una química investigadora de México, mucha de la preocupación que hay sobre los aditivos viene de estudios mal hechos o que simplemente no tienen fundamento. Ella dice textualmente: “Es importante que los consumidores confíen en que los colorantes y otros aditivos son seguros bajo las condiciones aprobadas por las autoridades, con evidencia científica actualizada.” ¡O sea, que no hay que alarmarse a la ligera!
Aquí nuestra gente también puso pa’lante sus ideas. La Doctora Yock Mei Acón, especialista acá en Costa Rica, recalcó que las regulaciones internacionales son súper importantes para proteger tanto a los consumidores como a los productores. También insistió en que desde chiquitos debemos aprender a entender qué son estos ingredientes y cómo funcionan. Porque, díganlo fuerte, no todos los aditivos son el demonio.
La Doctora Bettit Salva Ruiz, representando a Perú, nos soltó la bomba: “El problema está en la dosis, no en la sustancia”. ¡Digo, qué sabiduría! Como todo en la vida, incluso lo bueno puede hacer daño si te pasas. Imaginen comer solo espinacas día y noche; aunque sean saludables, igual te hacen daño. Lo mismo aplica para los colorantes, ya sean naturales o artificiales: el cuerpo los elimina sin problemas.
Lo que salió del foro es que los aditivos, siempre y cuando se usen dentro de los límites permitidos por las autoridades, no son un peligro. De hecho, son útiles para mantener la comida fresca, mejorar su sabor y textura, y alargar su vida útil. Esto es especialmente importante en países como el nuestro, donde aún hay gente que no tiene fácil acceso a alimentos frescos y nutritivos. Nos ayudan a tener acceso a una dieta más diversa y segura, mándale respeto.
En resumen, parece que podemos seguir disfrutando de nuestras galletas, refrescos y demás cositas sin vivir en un constante estado de alarma. Claro, siempre con moderación y buscando opciones más naturales cuando sea posible. Pero tampoco hay necesidad de tirar todo a la basura y volver a comer solo raíces y plátanos. Con conocimiento y equilibrio, podemos llevar una alimentación divertida y saludable. Al final, la vida es muy corta para estar preocupándose por cosas que no tienen base sólida.
Ahora sí, ¿ustedes qué piensan? ¿Se sienten más tranquilos después de escuchar esto o siguen pensando que los aditivos son un complot de las empresas alimenticias para enfermarnos? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué les trae el corazón!