¡Ay, Dios mío, qué torta! La Fiscalía Adjunta de Heredia mandó meter presa a una señora de apellidos Rodríguez Murillo, acusada de haberle hecho una vaca a más de cincuenta personas vendiéndoles paquetes vacacionales que eran pura mentira. Parece que esto del turismo, que iba a ser nuestra salvación, le salió rana a unos cuantos.
La captura, que se dio temprano este lunes en una propiedad en Lindora, dejó a muchos con la boca abierta. El Ministerio Público soltó un comunicado de prensa donde explican que los agentes judiciales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) decomisaron pruebas que ahora van a analizar a fondo. Esto promete ser un brete bastante grande, porque parece que la doña anduvo haciendo cosas turbias por buen tiempo.
Todo comenzó en mayo del año pasado, cuando la imputada, con toda su labia, le ofreció a un tipo paquetes vacacionales a precios súper atractivos. El pobre hombre, con la ilusión de darle unas vacaciones chéveras a sus amigos y familiares, pagó unos $29.000 por 85 reservaciones. Imagínate, ¡casi treinta mil mangos! Pero, resulta que de esas reservaciones, ni siquiera tramitó 83, y las otras dos llegaron con más problemas que soluciones: hoteles cambiados, habitaciones faltando... Un verdadero desastre.
Lo peor de todo es que este señor tuvo que pedir prestado al banco para poder devolverle el dinero a las personas afectadas. ¡Qué sal! Ahora anda hasta las cejas en deudas por culpa de esta estafa. Se dice que la doña nunca devolvió ni un chícharo de lo que cobró. Uno se queda pensando cómo pudo hacerle eso a tanta gente, aprovechándose de su necesidad de relajarse un poquito.
El caso, que lleva el número 24-007375-0059-PE, está todavía en investigación, así que todavía hay mucho por aclarar. El OIJ está revisando todos los documentos y testimonios para armar el rompecabezas completo y ver si había cómplices metidos en este maje. Dicen que la señora va a tener que declarar pronto, y ahí veremos si se pasa de lista o decide echarle tierra al asunto.
Esto nos recuerda que hay que tener cuidado con estas ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad. Especialmente ahora que la economía está dura y la gente busca opciones baratas para escaparse de la rutina. Hay que investigar bien, leer las letras pequeñas y no dejarse llevar por la emoción. ¡Un maite bien intencionado siempre te avisará!
Muchos se preguntan cómo alguien puede tener la cara de pecho para estafar a tantos compatriotas. Algunos señalan que esto es resultado de la falta de regulación en el sector turístico, mientras que otros culpan a la avaricia y la falta de ética de algunas personas. Lo cierto es que este caso deja un sabor amargo en la boca y reafirma la importancia de denunciar cualquier irregularidad que veamos. ¡No podemos quedarnos callados cuando vemos que alguien está haciendo trampas!
Y tú, ¿qué opinas de este escándalo? ¿Crees que deberíamos tener más controles en las agencias de viajes o que la responsabilidad recae únicamente en la buena fe de cada cliente? Déjanos tu comentario abajo y cuéntanos tu experiencia con ofertas turísticas sospechosas, ¡queremos saber qué piensas sobre este despecho!
La captura, que se dio temprano este lunes en una propiedad en Lindora, dejó a muchos con la boca abierta. El Ministerio Público soltó un comunicado de prensa donde explican que los agentes judiciales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) decomisaron pruebas que ahora van a analizar a fondo. Esto promete ser un brete bastante grande, porque parece que la doña anduvo haciendo cosas turbias por buen tiempo.
Todo comenzó en mayo del año pasado, cuando la imputada, con toda su labia, le ofreció a un tipo paquetes vacacionales a precios súper atractivos. El pobre hombre, con la ilusión de darle unas vacaciones chéveras a sus amigos y familiares, pagó unos $29.000 por 85 reservaciones. Imagínate, ¡casi treinta mil mangos! Pero, resulta que de esas reservaciones, ni siquiera tramitó 83, y las otras dos llegaron con más problemas que soluciones: hoteles cambiados, habitaciones faltando... Un verdadero desastre.
Lo peor de todo es que este señor tuvo que pedir prestado al banco para poder devolverle el dinero a las personas afectadas. ¡Qué sal! Ahora anda hasta las cejas en deudas por culpa de esta estafa. Se dice que la doña nunca devolvió ni un chícharo de lo que cobró. Uno se queda pensando cómo pudo hacerle eso a tanta gente, aprovechándose de su necesidad de relajarse un poquito.
El caso, que lleva el número 24-007375-0059-PE, está todavía en investigación, así que todavía hay mucho por aclarar. El OIJ está revisando todos los documentos y testimonios para armar el rompecabezas completo y ver si había cómplices metidos en este maje. Dicen que la señora va a tener que declarar pronto, y ahí veremos si se pasa de lista o decide echarle tierra al asunto.
Esto nos recuerda que hay que tener cuidado con estas ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad. Especialmente ahora que la economía está dura y la gente busca opciones baratas para escaparse de la rutina. Hay que investigar bien, leer las letras pequeñas y no dejarse llevar por la emoción. ¡Un maite bien intencionado siempre te avisará!
Muchos se preguntan cómo alguien puede tener la cara de pecho para estafar a tantos compatriotas. Algunos señalan que esto es resultado de la falta de regulación en el sector turístico, mientras que otros culpan a la avaricia y la falta de ética de algunas personas. Lo cierto es que este caso deja un sabor amargo en la boca y reafirma la importancia de denunciar cualquier irregularidad que veamos. ¡No podemos quedarnos callados cuando vemos que alguien está haciendo trampas!
Y tú, ¿qué opinas de este escándalo? ¿Crees que deberíamos tener más controles en las agencias de viajes o que la responsabilidad recae únicamente en la buena fe de cada cliente? Déjanos tu comentario abajo y cuéntanos tu experiencia con ofertas turísticas sospechosas, ¡queremos saber qué piensas sobre este despecho!
