Mil 300 millones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician cada año, lo que equivale a un tercio de la comida que se produce en el mundo, especialmente en los países industrializados, reveló este miércoles un informe encargado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El Instituto sueco de Alimentos y Biotecnología (SIK, por su sigla en sueco) comisionado para el estudio: Pérdidas y desperdicio de alimentos en el mundo, reveló este miércoles que en las naciones industrializadas la pérdida de alimentos se da tanto en las cadenas de producción como en las de comercialización y consumo.
La cantidad de alimento arrojado a la basura per cápita en Europa y Norteamérica alcanza anualmente los 95 y 115 kilogramos, respectivamente.
Mientras, en África subsahariana, en Asia meridional y en el Sureste asiático se desperdician sólo entre 6 y 11 kilogramos por persona.
Entra las principales conclusiones del estudio se destaca que entre las naciones industrializadas y en desarrollo se desperdician entre los 670 y 630 millones de toneladas de alimentos.
El informe compara que en las naciones ricas se desperdician la misma cantidad de alimentos -unas 222 millones de toneladas- que la totalidad producida en África subsahariana.
La investigación especifica que las frutas, hortalizas, raíces y tubérculos, son los alimentos que más se desaprovechan, en tanto que la cantidad de alimentos que se pierde o desperdicia cada año equivale a más de la mitad de la cosecha mundial de cereales, estipulada entre 2009 y 2010 en 2 mil 300 millones de toneladas.
El informe explica que las “pérdidas de alimento” son más frecuentes en los países en desarrollo y se observan en la fase de producción, recolección, post-cosecha o procesado, debido a la precariedad de las infraestructuras, el bajo nivel tecnológico y la falta de inversiones.
En el caso de las naciones ricas, más del 40 por ciento de las pérdidas de alimento se dan a nivel de venta al por menor y del consumidor.
El informe analiza que tanto la pérdida y el desperdicio de alimentos tiene como consecuencia el desaprovechamiento de recursos vitales como el agua, las tierras, la energía, además de la mano de obra y el capital.
Esta situación, junto a la producción innecesaria de gases de efecto invernadero, contribuye negativamente al calentamiento global y al cambio climático, sostiene el estudio.
La investigación encargada por la FAO será presentada en el Congreso Internacional ¡Save Food! (¡Ahorra comida!) que se celebrará en Düsseldorf, al noroeste de Alemania, del 16 al 17 de mayo próximos.
En otra investigación, publicada a principios de mayo, la FAO reveló que el problema del hambre y la desnutrición en Latinoamérica y el Caribe es directamente proporcional al incremento mundial en el costo de los alimentos, flagelo que afectaba en 2010 a 52,5 millones de latinoamericanos.