¡Aguante, pura vida! Resulta que los granos de café que nos hacen famosos a nivel mundial ahora tienen un sello extra: ¡son libres de deforestación! Sí, así como lo leen, Costa Rica se convirtió en el primer país del mundo en exportar café con este distintivo. Esto significa que el cafecito que te tomas por la mañana ya no solo te da energía, sino que también ayuda a cuidar nuestros bosques y ecosistemas. ¡Qué bacán!
La movida viene desde 2024, cuando hicimos historia a nivel global. Pero esto no cayó del cielo, chunches. Se trata de años de esfuerzo y compromiso tanto de los productores como del gobierno, buscando posicionar nuestro producto –y nuestra marca país– como sinónimo de calidad y sostenibilidad. PROCOMER ha estado metido hasta el cuello impulsando esta iniciativa, asegurándose de que el mundo vea que acá somos conscientes del medio ambiente y queremos cuidarlo.
Ahora bien, ¿cómo logramos esto? Pues gracias a un modelo de producción súper responsable. Los cafetales ticos han adoptado prácticas que minimizan el impacto ambiental. Hablamos de controlar las malezas a mano o con alternativas orgánicas, evitar los insecticidas como si fueran veneno, y en general, contribuir a mantener la vegetación exuberante que nos caracteriza. ¡Lo impresionante es que las plantaciones de café son el segundo bosque más grande del país, solo superadas por nuestros bosques naturales! Una verdadera maravilla, ¿eh?
Desde el punto de vista agrícola, tenemos otra ventaja enorme: cultivamos exclusivamente la variedad Arábica, considerada la reina del café por su sabor superior. Sumemos a eso nuestras condiciones geográficas privilegiadas: suelos volcánicos, alturas considerables, y una diversidad climática que permite crear sabores únicos e irrepetibles. Esto nos pone en una posición ventajosa frente a otros países que priorizan producir mucho café, aunque sea de menor calidad. Como dice Laura López, jefa de PROCOMER, “combinamos calidad, sostenibilidad y una cadena de valor trazable que beneficia a todos”.
Pero no se trata solo de proteger el planeta; también vamos a la onda con las tendencias de consumo. Investiga de Harvard revela que tomar café con moderación puede prevenir enfermedades crónicas y neurológicas. Así que, además de disfrutarlo rico, ¡le estás haciendo un favor a tu salud! Este combo de factores nos ha abierto puertas a mercados nuevos, especialmente en Japón y Arabia Saudita, donde el café se considera un lujo y un placer sofisticado. ¡Nosotros estamos sacando pecho en esos lugares!
¿Cuál es el plan ahora? Seguir llevando el café costarricense a todos los rincones del mundo, demostrando que podemos ofrecer un producto de origen confiable, producido de manera sostenible, y que responde a las expectativas de los consumidores más exigentes. La trazabilidad, el cumplimiento de normas internacionales y el énfasis en las prácticas responsables nos permiten agregar valor al producto, fortalecer nuestra imagen y brindar oportunidades a todos los productores y exportadores que están detrás de esta joya nacional. ¡Es un brete lo que hemos logrado!
Esta proyección internacional del café tico ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados: productores, PROCOMER, y la marca país “Essential Costa Rica”, quienes promueven programas y estrategias para destacar nuestro café como un producto de excelencia, respaldado por estándares internacionales y una visión a largo plazo. Estamos hablando de un trabajo serio, coordinado y enfocado en resultados. No es cualquier vaina, chunches, es un orgullo nacional.
En fin, con esta noticia llena de sabor y buenos augurios, me pregunto: ¿Creen que la certificación de café libre de deforestación podría inspirar a otros sectores económicos en Costa Rica a adoptar prácticas más sostenibles, o es simplemente una moda pasajera que no tendrá un impacto duradero en la economía del país?
La movida viene desde 2024, cuando hicimos historia a nivel global. Pero esto no cayó del cielo, chunches. Se trata de años de esfuerzo y compromiso tanto de los productores como del gobierno, buscando posicionar nuestro producto –y nuestra marca país– como sinónimo de calidad y sostenibilidad. PROCOMER ha estado metido hasta el cuello impulsando esta iniciativa, asegurándose de que el mundo vea que acá somos conscientes del medio ambiente y queremos cuidarlo.
Ahora bien, ¿cómo logramos esto? Pues gracias a un modelo de producción súper responsable. Los cafetales ticos han adoptado prácticas que minimizan el impacto ambiental. Hablamos de controlar las malezas a mano o con alternativas orgánicas, evitar los insecticidas como si fueran veneno, y en general, contribuir a mantener la vegetación exuberante que nos caracteriza. ¡Lo impresionante es que las plantaciones de café son el segundo bosque más grande del país, solo superadas por nuestros bosques naturales! Una verdadera maravilla, ¿eh?
Desde el punto de vista agrícola, tenemos otra ventaja enorme: cultivamos exclusivamente la variedad Arábica, considerada la reina del café por su sabor superior. Sumemos a eso nuestras condiciones geográficas privilegiadas: suelos volcánicos, alturas considerables, y una diversidad climática que permite crear sabores únicos e irrepetibles. Esto nos pone en una posición ventajosa frente a otros países que priorizan producir mucho café, aunque sea de menor calidad. Como dice Laura López, jefa de PROCOMER, “combinamos calidad, sostenibilidad y una cadena de valor trazable que beneficia a todos”.
Pero no se trata solo de proteger el planeta; también vamos a la onda con las tendencias de consumo. Investiga de Harvard revela que tomar café con moderación puede prevenir enfermedades crónicas y neurológicas. Así que, además de disfrutarlo rico, ¡le estás haciendo un favor a tu salud! Este combo de factores nos ha abierto puertas a mercados nuevos, especialmente en Japón y Arabia Saudita, donde el café se considera un lujo y un placer sofisticado. ¡Nosotros estamos sacando pecho en esos lugares!
¿Cuál es el plan ahora? Seguir llevando el café costarricense a todos los rincones del mundo, demostrando que podemos ofrecer un producto de origen confiable, producido de manera sostenible, y que responde a las expectativas de los consumidores más exigentes. La trazabilidad, el cumplimiento de normas internacionales y el énfasis en las prácticas responsables nos permiten agregar valor al producto, fortalecer nuestra imagen y brindar oportunidades a todos los productores y exportadores que están detrás de esta joya nacional. ¡Es un brete lo que hemos logrado!
Esta proyección internacional del café tico ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados: productores, PROCOMER, y la marca país “Essential Costa Rica”, quienes promueven programas y estrategias para destacar nuestro café como un producto de excelencia, respaldado por estándares internacionales y una visión a largo plazo. Estamos hablando de un trabajo serio, coordinado y enfocado en resultados. No es cualquier vaina, chunches, es un orgullo nacional.
En fin, con esta noticia llena de sabor y buenos augurios, me pregunto: ¿Creen que la certificación de café libre de deforestación podría inspirar a otros sectores económicos en Costa Rica a adoptar prácticas más sostenibles, o es simplemente una moda pasajera que no tendrá un impacto duradero en la economía del país?