Bueno, pues mira, Wall Street tuvo un jeitecito ayer, ¿eh? Después de romperla como campeones, hoy se pusieron tranquilos, sin mucha fuerza. Los mercados abrieron así, medio tibios, esperando a ver qué tal les va a ir a las grandes empresas con sus reportes de estos días. Como si estuvieran jugando al escondite, ¿sabes?
La verdad, esto nos interesa porque tenemos capital tico metido ahí afuera. Muchos ahorros de nuestros paisanos andan moviéndose entre esas acciones, buscando sacarles jugo. Entonces, si Wall Street se pone boba, eso se siente acá también, aunque sea poquito a poco. No es como si le fuera a caer todo el mundo al río, pero hay que estar ojo avizor, diay.
El Dow Jones subió apenas un pedacito, el Nasdaq tampoco hizo milagros y el S&P 500 se estiró un poquito más. Todo pareciendo esperar a ver qué se cocina con estos resultados empresariales. Imagínate, algunas empresas están pasando por bretes bastante duros, y otras, bueno, nadando en lana, como decimos nosotros. Eso influye mucho en cómo reacciona la bolsa, obvio.
Lo que más preocupa ahora es el sector tecnológico, porque andaba muy hinchado. Si empiezan a salir malas noticias de ahí, puede que la cosa se complique un tantito. Aunque, vamos, que la economía mundial siempre anda dando vueltas. Un día arriba, otro día abajo. Lo importante es tener la casa en orden, como dice mi abu, y no dejarse llevar por las emociones.
Aquí en Costa Rica, la cosa sigue igual: trabajando duro para mantener la estabilidad económica. Ya saben, turismo, agricultura, tecnología… intentamos diversificar para no depender tanto de un solo palo. El gobierno anda con sus proyectos, tratando de impulsar el crecimiento, pero también hay que ponerle atención a la deuda pública, que ya sabe, es un tema que nos preocupa a todos.
Y hablando de temas que nos preocupan, recordemos la vaina de los dispositivos médicos y la investigación que le pidieron a Trump. Que carga, ¿verdad? Eso sí que afecta directamente a nuestras empresas y a nuestra imagen internacional. Esperemos que todo salga bien y que podamos demostrar que somos competitivos y transparentes. Ese es el reto, mae.
Además, seguimos batallando con el TRIBU-CR, que parece que tiene más fallas que un carro viejo. La gente se queja, Hacienda promete arreglos, pero los problemas siguen ahí. Qué despiche, sinceramente. Uno quiere cumplir con el Estado, pero te ponen trabas que dan ganas de tirarle la toalla. Hay que tener paciencia, supongo, aunque a veces cuesta un montón.
En fin, la economía global y la nacional son como un juego de bolos: una bola empuja a la otra, y todo está interconectado. Así que estaremos atentos a lo que pasa en Wall Street y en otros rincones del mundo, porque al final, nos toca remar todos en la misma dirección. Ahora dime, ¿crees que debemos invertir más en educación financiera para que los costarricenses puedan tomar mejores decisiones sobre sus ahorros y entender mejor cómo funciona el mercado global, o prefieres que el gobierno siga interviniendo y protegiéndonos de cualquier riesgo?
La verdad, esto nos interesa porque tenemos capital tico metido ahí afuera. Muchos ahorros de nuestros paisanos andan moviéndose entre esas acciones, buscando sacarles jugo. Entonces, si Wall Street se pone boba, eso se siente acá también, aunque sea poquito a poco. No es como si le fuera a caer todo el mundo al río, pero hay que estar ojo avizor, diay.
El Dow Jones subió apenas un pedacito, el Nasdaq tampoco hizo milagros y el S&P 500 se estiró un poquito más. Todo pareciendo esperar a ver qué se cocina con estos resultados empresariales. Imagínate, algunas empresas están pasando por bretes bastante duros, y otras, bueno, nadando en lana, como decimos nosotros. Eso influye mucho en cómo reacciona la bolsa, obvio.
Lo que más preocupa ahora es el sector tecnológico, porque andaba muy hinchado. Si empiezan a salir malas noticias de ahí, puede que la cosa se complique un tantito. Aunque, vamos, que la economía mundial siempre anda dando vueltas. Un día arriba, otro día abajo. Lo importante es tener la casa en orden, como dice mi abu, y no dejarse llevar por las emociones.
Aquí en Costa Rica, la cosa sigue igual: trabajando duro para mantener la estabilidad económica. Ya saben, turismo, agricultura, tecnología… intentamos diversificar para no depender tanto de un solo palo. El gobierno anda con sus proyectos, tratando de impulsar el crecimiento, pero también hay que ponerle atención a la deuda pública, que ya sabe, es un tema que nos preocupa a todos.
Y hablando de temas que nos preocupan, recordemos la vaina de los dispositivos médicos y la investigación que le pidieron a Trump. Que carga, ¿verdad? Eso sí que afecta directamente a nuestras empresas y a nuestra imagen internacional. Esperemos que todo salga bien y que podamos demostrar que somos competitivos y transparentes. Ese es el reto, mae.
Además, seguimos batallando con el TRIBU-CR, que parece que tiene más fallas que un carro viejo. La gente se queja, Hacienda promete arreglos, pero los problemas siguen ahí. Qué despiche, sinceramente. Uno quiere cumplir con el Estado, pero te ponen trabas que dan ganas de tirarle la toalla. Hay que tener paciencia, supongo, aunque a veces cuesta un montón.
En fin, la economía global y la nacional son como un juego de bolos: una bola empuja a la otra, y todo está interconectado. Así que estaremos atentos a lo que pasa en Wall Street y en otros rincones del mundo, porque al final, nos toca remar todos en la misma dirección. Ahora dime, ¿crees que debemos invertir más en educación financiera para que los costarricenses puedan tomar mejores decisiones sobre sus ahorros y entender mejor cómo funciona el mercado global, o prefieres que el gobierno siga interviniendo y protegiéndonos de cualquier riesgo?
