Walter Reiche Fischel, expresidente de la Corporación Fischel, se arrepiente de haberle pagado al expresidente Rafael Ángel Calderón a cambio de obtener un contrato con la CCSS.
El miércoles anterior, tras su sorpresiva declaración en el juicio Caja-Fischel, Reiche habló con Al Día.
¿Qué lo motivó a declarar en este momento?
El peso en la conciencia cada vez va siendo mayor. Necesitaba contar la verdad de las cosas con un espectro mucho más amplio que el de otros imputados. No es fácil sentarse en esa silla y, tal vez, no tenía la fortaleza física y emocional para soportar el hecho de poder hablar.
¿Por qué decidió contestar preguntas de la defensa de todos los imputados?
Porque los hechos que narré y que conozco son uno, y los he repetido una y otra vez. Haberme negado a contestar preguntas de la defensa, era debilitar la credibilidad de lo que estoy diciendo. No tengo nada que esconder.
¿Ratifica que no hubo acuerdo con la Fiscalía?
No lo hubo y no lo hay. No es el momento de llegar a un acuerdo de ese tipo. Si existiera ese acuerdo, debería haberlo con la Procuraduría y la CCSS. Pregunte a la CCSS si tomaron un acuerdo.
¿Cree que su declaración lo beneficiará?
Me ha beneficiado. Estoy contento. Me cambió el semblante.
¿Espera que la declaración y su arrepentimiento lo beneficien ante los jueces?
No. Ellos tomarán sus decisiones, y estoy sometido a la justicia de este país. Tengo un beneficio en lo personal y no lo hice a cambio de nada en el aspecto judicial.
Usted dijo que Eliseo Vargas le manifestó que Calderón tenía las fichas necesarias para que el proyecto saliera adelante. Al pagarle a Calderón, ¿era consciente de que ese dinero iba a terminar en manos de funcionarios públicos?
No. No era consciente. Eliseo me dice que el pago es para Rafael Ángel Calderón, él tiene las fichas, es el líder y hará lo que tenga que hacer.
¿Supuso qué tipo de trabajo iba a realizar Calderón?
Supuse que iba a realizar una labor de “lobby” o de convencimiento, de vender las bondades del proyecto. No que iba a hacer las acciones que pudo haber hecho. Esa parte de obediencia, lealtad y de sacrificio. Otro de los imputados en la causa, el miércoles antes de la Semana Santa, me dio el mismo discurso de Carlos Vargas Pagán: “Sacrifíquese por Rafael Ángel. Él necesita tener poder, y si tiene poder nos va a ayudar a todos”.
¿Dónde se lo dijo?
Al salir del tribunal.
¿Quién le dijo eso?
Por respeto a esta persona, a quien le tengo aprecio, prefiero no decir el nombre, pero le puedo indicar que en ninguna forma ha estado conectada con la Corporación Fischel, y es una de las fichas de Calderón que he mencionado.
Si no es de la Compañía Fischel, quedan Eliseo Vargas, Gerardo Bolaños y Juan Carlos Sánchez, ¿cuál de ellos fue?
Es uno de ellos tres.
¿Por qué no dice quién fue?
Porque es una persona por la que siento aprecio. No le quiero hacer un daño innecesario.
Y usted ¿qué le respondió?
Me quedé callado. Ese día tomé la decisión firme de declarar. Si le comunicaba a cualquiera lo que iba a hacer, durante Semana Santa no me iban a dejar en paz.
Calderón dijo que fue usted quien le pidió, días atrás, que se reunieran y por eso lo llamó el Viernes Santo.
Lo niego rotundamente. Yo no solicitaría una reunión con otro imputado, si no hubiera sido a través de mi abogado. Quien me da su teléfono y me pide que lo llame en Semana Santa es Eliseo Vargas, que quería hablar conmigo sin presencia de abogados. Me dice “quiero hablar con usted para que afinemos el tema de la casa”.
¿Usted lo llamó?
No. Nunca lo llamé.
¿A qué se refería Eliseo Vargas cuando dijo que quería afinar el tema de la casa?
Yo he dicho que la casa es de Eliseo Vargas García. Me parece que él quería que yo me plegara a su posición, que la casa no era de él, sino de Olman. Pero ¿para qué voy a involucrar a Olman Valverde en un tema que no es de él? ¿Con base en qué? Si no participó en el proyecto finlandés absolutamente en nada.
Un bloque
¿Considera que Eliseo Vargas, Juan Carlos Sánchez y Gerardo Bolaños siguen siendo fichas del expresidente?
No puedo indicarle si ellos siguen siendo fichas o no, pero usted puede ver la coordinación de defensa. Observe los movimientos de otros coimputados de cómo, ante un interrogatorio, se pasan de sillas, se pasan papeles y preguntas. Vea si no hay un bloque a favor de Calderón de parte de la defensa.
Después de que surgió el escándalo, ¿tuvo contactos con Calderón?
Nunca, ni directa ni indirectamente. La única referencia era a través de Eliseo Vargas, pero nunca hablé con Rafael Ángel.
En la cena del concierto de Luciano Pavarotti, cuando usted alega que Calderón le confirmó que había recibido el dinero, ¿estaba Rafael Ángel acompañado de alguien más, que lo escuchara decir eso?
De su familia. Fue un susurro. Me lo dijo al oído en una área abierta.
Carlos Vargas Pagán niega haberle pedido proteger a Calderón...
Es un hecho y don Carlos Vargas lo reconoce, que él fue a hablar conmigo a la cárcel. Fue a hablar de la simulación de las acciones. Calderón va donde mi hermano y le entrega los documentos. Mi padre me los entrega, yo le digo: “No entiendo. Que me envíen a alguien a que me explique qué significa esto”, y aparece Vargas Pagán el lunes siguiente. ¿A qué llegó?... Don Carlos me habla como un comentario: “Sacrifíquese por Rafael Ángel Calderón. Hay que sacrificarse por él. Don Gerardo Bolaños ya lo está haciendo. Está en prisión y va a asumir las consecuencias que sea con tal de protegerlo”.
¿Meditó aceptar la propuesta de la venta de acciones?
Jamás. Le voy a contar algo: hubo una oferta a través de don Rafael Gairaud, siendo mi abogado, para que aceptara que los pagos recibidos de Servicios Notariales Q.C. a Eliseo Vargas, había sido por concepto de venta de propiedad. Y ofrecieron pagarme $250 mil.
¿Quién le ofreció eso?
Servicios Notariales Q.C. Eso consta en mi declaración como testigo en Alcatel.
Usted ¿estaba en prisión cuando ocurrió esto?
Sí. Por eso lo hicieron a través de don Rafael Gairaud. Donde uno se da cuenta de que cometió un error y pierde su libertad, está perdido internamente. Con el nivel de sufrimiento que hay en un centro penitenciario, ¿usted cree que yo iba a pensar en seguir cometiendo delitos o cambiar el nombre de las cosas? Hubo un momento en el que yo, antes de ir a prisión, estuve a punto de coger el carro, ir al Ministerio Público y decir: “Aquí estoy y esto fue lo que pasó”. ¿Por qué no lo hice? El consejo legal fue que no era el momento oportuno.
¿Es consciente de lo que le espera si lo condenan?
No puedo seguir pretendiendo que no hay riesgos de por medio. Hay riesgos y habrá consecuencias, pero no voy a perder el sueño o me voy a preocupar desde ahora por cuál puede ser la sentencia. He aprendido a vivir el día a día y afrontaré lo que tenga que afrontar, cuando llegue ese momento.
¿Qué valor le da al concepto de arrepentimiento que repite ante los jueces?
Es un valor fuerte ante los jueces. Y hay un arrepentimiento que quiero demostrar hacia la población, porque así lo siento. No podemos seguir diciendo “me equivoqué, hice esto y simplemente lo niego. Lo oculto. Lo disimulo o veo cómo le cambio el nombre”. Es un juego que no estoy dispuesto a seguir.