¡Ay, Dios mío, qué lío nos cayó! Resulta que si piensas ir a matricularte en la UCR o la UNA este mes, olvídate de sacar la cédula digital del celu. Sí, así como lo escuchaste, esos profes se agarraron de sus principios y te piden la cédula físicamente. Después de tanto rollo con el TSE y la cédula digital, parece que todavía hay cosas que no cuadran aquí en Costa Rica.
Como bien saben, desde hace poquito entró en vigor la cédula digital, un gran avance, dicen algunos, para agilizar trámites y modernizar nuestro país. Pero parece que la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Nacional (UNA) no están muy convencidos de esta novedad, especialmente pensando en los exámenes de admisión. Según el director de la UCR, Carlos Araya Leandro, la tecnología aún no da para más y no pueden garantizar que lean correctamente las cédulas digitales en todas las sedes.
“Nosotros estamos trabajando para mejorar nuestros sistemas, pero todavía no podemos asegurar que la lectura de la cédula digital sea confiable en todas nuestras sedes”, explicó Araya a CR Hoy. Y ahí viene lo interesante, con casi 300 sedes distribuidas por todo el territorio nacional, necesitarían un aparato lector en cada lugar, lo cual resulta económicamente inviable en este momento. Imagínate la vara, tener que comprar 300 lectores… ¡Se les va a salir por las pestañas!”.
Pero no todo está perdido, porque Araya sí dejó la puerta abierta a que el próximo año puedan aceptar la cédula digital en estos procesos. “Estamos monitoreando la evolución tecnológica y esperamos poder implementarla el próximo año”, aseguró. Así que, por ahora, toca desempolvar la cédula física y tenerla lista para el día del examen. Créeme, nadie quiere jalársela una torta faltando a la prueba por un simple olvido.
Ahora, hablemos de los exámenes. Este año, van a ser diferentes, pues por primera vez, todos los aspirantes a ingresar a las universidades públicas rendirán el examen durante un mismo fin de semana. Una estrategia, dicen ellos, para evitar trampas y optimizar los recursos. Eso significa doble y triple turno, con pruebas programadas para los días 11 y 12 de octubre a las 8:00 a.m., 11:30 a.m. y 4:00 p.m. el sábado, y a las 8:00 a.m. y 11:30 a.m. el domingo. ¡Agarrate los machos!
En total, se inscribieron alrededor de 48 mil personas para presentar la prueba, siendo las mujeres la mayoría, con un 56,3%. Y aunque el número suena impresionante, las universidades ofrecen apenas unos 10 mil cupos para el ingreso en 2026. ¡Así que la competencia está echada! Hay que prepararse a conciencia y rezarle a San Isidro Labrador para que nos alumbre en el examen. Más vale maé con estudio que maé relajao’.
Por otro lado, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ha dejado claro que en las próximas elecciones del 1 de febrero de 2026, también se exigirá la cédula física, al igual que a los adultos mayores quienes estarán exonerados del pago de la emisión. Parece que por ahora, la cédula física sigue siendo reina y señora en Costa Rica, al menos hasta que la tecnología esté a la altura. No vaya a ser que estemos dando vueltas en círculo y terminemos usando el fax para enviar documentos.
Bueno, pues llegando a este punto, me pregunto... ¿Será que la resistencia de la UCR y la UNA a la cédula digital refleja una mayor preocupación por la seguridad en los exámenes o simplemente una incapacidad para adaptarse a los avances tecnológicos? ¿Crees que deberían invertir más en actualizar sus sistemas o seguir apostando por la tradicional cédula física?
Como bien saben, desde hace poquito entró en vigor la cédula digital, un gran avance, dicen algunos, para agilizar trámites y modernizar nuestro país. Pero parece que la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Nacional (UNA) no están muy convencidos de esta novedad, especialmente pensando en los exámenes de admisión. Según el director de la UCR, Carlos Araya Leandro, la tecnología aún no da para más y no pueden garantizar que lean correctamente las cédulas digitales en todas las sedes.
“Nosotros estamos trabajando para mejorar nuestros sistemas, pero todavía no podemos asegurar que la lectura de la cédula digital sea confiable en todas nuestras sedes”, explicó Araya a CR Hoy. Y ahí viene lo interesante, con casi 300 sedes distribuidas por todo el territorio nacional, necesitarían un aparato lector en cada lugar, lo cual resulta económicamente inviable en este momento. Imagínate la vara, tener que comprar 300 lectores… ¡Se les va a salir por las pestañas!”.
Pero no todo está perdido, porque Araya sí dejó la puerta abierta a que el próximo año puedan aceptar la cédula digital en estos procesos. “Estamos monitoreando la evolución tecnológica y esperamos poder implementarla el próximo año”, aseguró. Así que, por ahora, toca desempolvar la cédula física y tenerla lista para el día del examen. Créeme, nadie quiere jalársela una torta faltando a la prueba por un simple olvido.
Ahora, hablemos de los exámenes. Este año, van a ser diferentes, pues por primera vez, todos los aspirantes a ingresar a las universidades públicas rendirán el examen durante un mismo fin de semana. Una estrategia, dicen ellos, para evitar trampas y optimizar los recursos. Eso significa doble y triple turno, con pruebas programadas para los días 11 y 12 de octubre a las 8:00 a.m., 11:30 a.m. y 4:00 p.m. el sábado, y a las 8:00 a.m. y 11:30 a.m. el domingo. ¡Agarrate los machos!
En total, se inscribieron alrededor de 48 mil personas para presentar la prueba, siendo las mujeres la mayoría, con un 56,3%. Y aunque el número suena impresionante, las universidades ofrecen apenas unos 10 mil cupos para el ingreso en 2026. ¡Así que la competencia está echada! Hay que prepararse a conciencia y rezarle a San Isidro Labrador para que nos alumbre en el examen. Más vale maé con estudio que maé relajao’.
Por otro lado, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ha dejado claro que en las próximas elecciones del 1 de febrero de 2026, también se exigirá la cédula física, al igual que a los adultos mayores quienes estarán exonerados del pago de la emisión. Parece que por ahora, la cédula física sigue siendo reina y señora en Costa Rica, al menos hasta que la tecnología esté a la altura. No vaya a ser que estemos dando vueltas en círculo y terminemos usando el fax para enviar documentos.
Bueno, pues llegando a este punto, me pregunto... ¿Será que la resistencia de la UCR y la UNA a la cédula digital refleja una mayor preocupación por la seguridad en los exámenes o simplemente una incapacidad para adaptarse a los avances tecnológicos? ¿Crees que deberían invertir más en actualizar sus sistemas o seguir apostando por la tradicional cédula física?