¡Ey, amantes de los peludos! Resulta que si estás pensando en traer a tu michi o can a Costa Rica, no te puedes laxar con los trámites. El SENASA, esos de Agricultura y Ganadería, pusieron encima de la mesa una lista de requisitos sanitarios que parecen más largos que la cola en el Banco Nacional un lunes feriado.
La onda es que, según la ley, antes de embarcar a tu amigo peludo pa’ acá, tiene que pasar por el visto bueno de un veterinario en su país de origen. Esto significa que, máximo quince días antes del viaje, hay que llevarlo al galeno para que le revise todo bien. ¡No esperes a última hora, mae!
Y ni se te ocurra llegar con cualquier papelito. Necesitas un Certificado Sanitario Oficial, que lo expide la autoridad sanitaria del país de donde viene tu mascota. Ese certificado tiene que decir clarito que cumple con todos los requisitos, sí señor. Además, el bicho tiene que tener microchip, y el numerito del chip tiene que estar puesto en el certificado. Es como el DNI de los animalitos, ¿me entiendes?
Si tienes un perro, prepárate porque necesita todas las vacunas al día: distemper, hepatitis, parvovirus, leptospirosis y la obligatoria antirrabia. Los gatitos también tienen su currículum de vacunas: rinotraqueitis felina, calicivirus, virus panleucopenia felina y, claro, la antirrabia. Todo esto vigente, ojo, al momento de llegar a nuestras costas. ¡Imagínate! Que te echen al bicho en cuarentena... qué pena.
Y eso no es todo, chunche. También hay que desparasitarlo, tanto adentro como afuera, máximo quince días antes de que aterrice en suelo tico. Tienes que declarar la marca, el número de lote y la fecha de caducidad de los medicamentos utilizados. Es una maraña, ¿verdad? Pero es pa' proteger nuestra fauna, así que no podemos irnos de flojos.
Ahora, si eres de los que viajan seguido, y tu perro o gato también, y van a volver a su país de origen, ¡ojo ahí! Necesitan un título de anticuerpos contra la rabia. Este documento es crucial para que puedan salir del país sin problemas. Así que ya sabes, planifica bien tus viajes y los de tus mascotas.
Por último, si quieres importar a tu peludo como carga, necesitas un permiso previo de importación gestionado por una agencia aduanal. ¡Eso suma un brete de papeleo! Y si no cumples con todo esto, adiós, chao pescao. Te devolverán a tu casa y se acabó la vaca sagrada. Así que cumple las normas, parce, para evitarte una torta monumental.
En fin, este rollo de requisitos parece complicado, pero es pa’ cuidar de nuestros animales y de nuestra salud pública. ¿Crees que estas exigencias son demasiadas, o son necesarias para prevenir enfermedades? Déjanos tu opinión en el foro, ¡queremos saber qué piensas!
La onda es que, según la ley, antes de embarcar a tu amigo peludo pa’ acá, tiene que pasar por el visto bueno de un veterinario en su país de origen. Esto significa que, máximo quince días antes del viaje, hay que llevarlo al galeno para que le revise todo bien. ¡No esperes a última hora, mae!
Y ni se te ocurra llegar con cualquier papelito. Necesitas un Certificado Sanitario Oficial, que lo expide la autoridad sanitaria del país de donde viene tu mascota. Ese certificado tiene que decir clarito que cumple con todos los requisitos, sí señor. Además, el bicho tiene que tener microchip, y el numerito del chip tiene que estar puesto en el certificado. Es como el DNI de los animalitos, ¿me entiendes?
Si tienes un perro, prepárate porque necesita todas las vacunas al día: distemper, hepatitis, parvovirus, leptospirosis y la obligatoria antirrabia. Los gatitos también tienen su currículum de vacunas: rinotraqueitis felina, calicivirus, virus panleucopenia felina y, claro, la antirrabia. Todo esto vigente, ojo, al momento de llegar a nuestras costas. ¡Imagínate! Que te echen al bicho en cuarentena... qué pena.
Y eso no es todo, chunche. También hay que desparasitarlo, tanto adentro como afuera, máximo quince días antes de que aterrice en suelo tico. Tienes que declarar la marca, el número de lote y la fecha de caducidad de los medicamentos utilizados. Es una maraña, ¿verdad? Pero es pa' proteger nuestra fauna, así que no podemos irnos de flojos.
Ahora, si eres de los que viajan seguido, y tu perro o gato también, y van a volver a su país de origen, ¡ojo ahí! Necesitan un título de anticuerpos contra la rabia. Este documento es crucial para que puedan salir del país sin problemas. Así que ya sabes, planifica bien tus viajes y los de tus mascotas.
Por último, si quieres importar a tu peludo como carga, necesitas un permiso previo de importación gestionado por una agencia aduanal. ¡Eso suma un brete de papeleo! Y si no cumples con todo esto, adiós, chao pescao. Te devolverán a tu casa y se acabó la vaca sagrada. Así que cumple las normas, parce, para evitarte una torta monumental.
En fin, este rollo de requisitos parece complicado, pero es pa’ cuidar de nuestros animales y de nuestra salud pública. ¿Crees que estas exigencias son demasiadas, o son necesarias para prevenir enfermedades? Déjanos tu opinión en el foro, ¡queremos saber qué piensas!