¡Ay, Dios mío! Se armó la bronca en el Congreso y la reforma tributaria ya está dando dolores de cabeza a to’a la gente, pero especialmente a los pequeños comerciantes. Después de meses de debates que parecían no tener fin, la Asamblea Legislativa finalmente aprobó la polémica ley, y las reacciones no se han hecho esperar. Muchos dicen que esto se fue al traste desde el principio, con tanta pelea entre partidos y promesas incumplidas.
La reforma, impulsada por el gobierno, busca aumentar la recaudación estatal para fortalecer programas sociales y reducir el déficit fiscal. Pero, según varios analistas económicos y gremios empresariales, el impacto en el comercio minorista será devastador. Los aumentos en impuestos a las ventas y a las ganancias, combinados con la inflación que nos está castigando, podrían llevar a muchos negocios familiares a cerrar sus puertas. ¡Una verdadera pena!
Desde la Cámara Costarricense de Comercio (CACCR) advierten que la medida afectará directamente a miles de familias que dependen de estos negocios para sobrevivir. “Esto no es una broma, compañeros. Estamos hablando de empleos perdidos, de sueños rotos,” declaró Jairo Mena, presidente de la CACCR, en una conferencia de prensa llena de tensión. Mena añadió que ya hay varios microempresarios pensando seriamente en dejar de operar. “Algunos hasta tienen planes para irse pa' afuera buscando mejores oportunidades”, lamentó.
Las críticas no solo vienen del sector empresarial. Dentro del propio Congreso, la bancada del Partido Unidad Social Democrática (PUSSD) votó en contra de la aprobación final, argumentando que la reforma es injusta y regresiva. Según diputados de este partido, la ley recae principalmente sobre los hombros de los trabajadores y los pequeños empresarios, mientras que los grandes capitales quedan prácticamente exentos.
La reforma, impulsada por el gobierno, busca aumentar la recaudación estatal para fortalecer programas sociales y reducir el déficit fiscal. Pero, según varios analistas económicos y gremios empresariales, el impacto en el comercio minorista será devastador. Los aumentos en impuestos a las ventas y a las ganancias, combinados con la inflación que nos está castigando, podrían llevar a muchos negocios familiares a cerrar sus puertas. ¡Una verdadera pena!
Desde la Cámara Costarricense de Comercio (CACCR) advierten que la medida afectará directamente a miles de familias que dependen de estos negocios para sobrevivir. “Esto no es una broma, compañeros. Estamos hablando de empleos perdidos, de sueños rotos,” declaró Jairo Mena, presidente de la CACCR, en una conferencia de prensa llena de tensión. Mena añadió que ya hay varios microempresarios pensando seriamente en dejar de operar. “Algunos hasta tienen planes para irse pa' afuera buscando mejores oportunidades”, lamentó.
Las críticas no solo vienen del sector empresarial. Dentro del propio Congreso, la bancada del Partido Unidad Social Democrática (PUSSD) votó en contra de la aprobación final, argumentando que la reforma es injusta y regresiva. Según diputados de este partido, la ley recae principalmente sobre los hombros de los trabajadores y los pequeños empresarios, mientras que los grandes capitales quedan prácticamente exentos.