¡Aguafiestas! Pensábamos que este diciembre íbamos a estar relajados viendo los wassap de esos que se van de vacaciones afuera, pero resulta que si vas a llevar a Firulais o Princesa, hay un brete de papeleo que tienes que resolver. El SENASA nos recordó – y con razón – que sacar a nuestros consentidos de Costa Rica no es como ir a comprar pan, ¡hay reglas!
Mira, la cosa es así: cada país tiene sus propios gustitos y exige pruebas sanitarias específicas para recibir a nuestras mascotas. No es que ellos sean prejuiciosos, sino que quieren proteger a sus animales de enfermedades que acá no tenemos. Entonces, si andas planeando un viaje a Europa con tu perrito chihuahua, mejor empieza a investigar qué necesitan allá desde ahorita.
Y ojo, que esto no es algo que puedas dejar para última hora. Te imaginas llegar al aeropuerto y que no te dejen pasar porque Faldo no tiene todos sus papeles en orden… ¡Sería qué sal! Perderías el vuelo, tendrías que volver a casa con tu mascota y encima gastar una fortuna. Mejor prevenir y tener todo listo con tiempo. El SENASA lo dice clarito: infórmate bien sobre los requisitos del país de destino.
¿Cómo le haces? Pues primero tienes que buscar un veterinario particular autorizado. Ese profe tendrá que revisar a tu mascota, asegurarse de que esté al día con todas sus vacunas y, si todo está bien, te dará un certificado de exportación. ¡Pero atención!, este certificado tiene fecha, así que no te duermas. Después, ese mismo certificado va al SENASA para que lo revisen y confirmen que todo está correcto.
Ahora, si tu destino es Panamá, la vaina cambia un poquito. Ahí sí tienes que llevar el certificado original a la oficina central del SENASA para que lo timbren y lo envíen al Ministerio de Relaciones Exteriores para que le pongan el apostillado. Esto es como darle una especie de sello de garantía internacional a tu certificado, para que lo reconozcan en el extranjero.
Además de todo eso, no olvides que necesitas la cartilla de vacunas de tu mascota y cualquier otro documento que exija el país al que viajas. Y tampoco te confíes demasiado en las aerolíneas; ellas tienen sus propias políticas y podrían pedir requisitos adicionales. Así que, mejor contactarlos directamente y preguntarles qué necesitan.
El SENASA también te avisa que todo esto tiene un costo, claro. Hay un decreto tarifario llamado C.16 que debes cancelar. Pero créeme, es mejor pagar unos colones extra que tener que lidiar con un problema enorme en el extranjero. Más vale prevenir que lamentar, dicen los viejos.
Así que ya sabes, si estás pensando en llevar a tu mejor amigo a vivir aventuras internacionales contigo, asegúrate de seguir estos consejos. ¡No te jales una torta y prepara todo con anticipación para que el viaje sea un éxito! Ahora dime, tú cuál ha sido la experiencia más loca que has tenido viajando con tu mascota?
Mira, la cosa es así: cada país tiene sus propios gustitos y exige pruebas sanitarias específicas para recibir a nuestras mascotas. No es que ellos sean prejuiciosos, sino que quieren proteger a sus animales de enfermedades que acá no tenemos. Entonces, si andas planeando un viaje a Europa con tu perrito chihuahua, mejor empieza a investigar qué necesitan allá desde ahorita.
Y ojo, que esto no es algo que puedas dejar para última hora. Te imaginas llegar al aeropuerto y que no te dejen pasar porque Faldo no tiene todos sus papeles en orden… ¡Sería qué sal! Perderías el vuelo, tendrías que volver a casa con tu mascota y encima gastar una fortuna. Mejor prevenir y tener todo listo con tiempo. El SENASA lo dice clarito: infórmate bien sobre los requisitos del país de destino.
¿Cómo le haces? Pues primero tienes que buscar un veterinario particular autorizado. Ese profe tendrá que revisar a tu mascota, asegurarse de que esté al día con todas sus vacunas y, si todo está bien, te dará un certificado de exportación. ¡Pero atención!, este certificado tiene fecha, así que no te duermas. Después, ese mismo certificado va al SENASA para que lo revisen y confirmen que todo está correcto.
Ahora, si tu destino es Panamá, la vaina cambia un poquito. Ahí sí tienes que llevar el certificado original a la oficina central del SENASA para que lo timbren y lo envíen al Ministerio de Relaciones Exteriores para que le pongan el apostillado. Esto es como darle una especie de sello de garantía internacional a tu certificado, para que lo reconozcan en el extranjero.
Además de todo eso, no olvides que necesitas la cartilla de vacunas de tu mascota y cualquier otro documento que exija el país al que viajas. Y tampoco te confíes demasiado en las aerolíneas; ellas tienen sus propias políticas y podrían pedir requisitos adicionales. Así que, mejor contactarlos directamente y preguntarles qué necesitan.
El SENASA también te avisa que todo esto tiene un costo, claro. Hay un decreto tarifario llamado C.16 que debes cancelar. Pero créeme, es mejor pagar unos colones extra que tener que lidiar con un problema enorme en el extranjero. Más vale prevenir que lamentar, dicen los viejos.
Así que ya sabes, si estás pensando en llevar a tu mejor amigo a vivir aventuras internacionales contigo, asegúrate de seguir estos consejos. ¡No te jales una torta y prepara todo con anticipación para que el viaje sea un éxito! Ahora dime, tú cuál ha sido la experiencia más loca que has tenido viajando con tu mascota?