¡Ay, Dios mío! Parece que la Municipalidad de Puntarenas va a tener que apretarse el cinturón este año. Resulta que la Contraloría General de la República (CGR) le dijo “no” al presupuesto inicial para 2026, dejando varados unos ¢17.917 millones. ¡Imagínate la bronca que habrá en el Concejo!
Todo empezó porque el presupuesto, que había sido aprobado en septiembre pasado, no cumplía con lo que dice el Código Municipal. Según la CGR, tenían que haberlo tratado en una sesión especial, exclusiva para eso. Aunque ahora, gracias a una ley nueva, ya no es obligatorio hacer esa sesión, la regla seguía vigente para el presupuesto que aprobaron el año pasado. ¡Un verdadero brete!
Esta historia tiene raíces profundas, mae. Desde hace tiempo, la Contraloría ha insistido en que los ayuntamientos hagan un análisis serio y profundo de sus presupuestos. Pero parece que algunos no le prestan mucha atención. Recordemos que esto no es la primera vez que pasa, varios municipios han tenido problemas similares por no seguir las reglas.
La Contraloría no anduvo con rodeos en su oficio DFOE-LOC-2369. Recalcó que aunque la ley cambió, el presupuesto ya estaba aprobado bajo las reglas viejas. En otras palabras, ¡la jugada ya estaba hecha! Ellos debieron apegarse a esas reglas al momento de tomar las decisiones financieras.
Ahora, con este rechazo, la Municipalidad tendrá que seguir usando el presupuesto del año anterior, ajustándolo a lo que realmente necesitan. Eso significa que algunos proyectos podrían verse afectados, como la construcción de la planta de tratamiento del Mercado de Puntarenas. ¡Y ahí es donde entra la preocupación del Ministerio de Salud!
Mary Munive, la ministra de Salud, expresó su inquietud por el posible retraso de la planta, que es crucial para la salud pública y el medio ambiente. Además, lanzó una indirecta bastante directa: “Parece que lo hacen a propósito... ¿Con qué objetivo se toman decisiones que terminan afectando a toda la población puntarenense?”. ¡Uy, esa sí que salió cargada! Parece que hay fumata detrás de cortina, diay.
Algunos expertos sugieren que esta situación revela una falta de planificación y coordinación dentro de la Municipalidad. Otros creen que hay intereses políticos en juego que están saboteando el desarrollo de la ciudad. Lo cierto es que los puntarenenses van a sentir las consecuencias de esta novela presupuestaria. Ya nadie espera milagros, pero la cosa se pone turbia cuando parece que alguien juega sucio, pura sal.
Y así, amigos, nos encontramos con esta madeja de problemas en Puntarenas. Ahora, me pregunto, ¿creen ustedes que la Municipalidad de Puntarenas está actuando de manera transparente y eficiente en la gestión de los recursos públicos, o hay algo más oscuro pasando? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios! ¿Será que la próxima administración va a llegar con aires renovados o seguirá siendo la misma torta?
Todo empezó porque el presupuesto, que había sido aprobado en septiembre pasado, no cumplía con lo que dice el Código Municipal. Según la CGR, tenían que haberlo tratado en una sesión especial, exclusiva para eso. Aunque ahora, gracias a una ley nueva, ya no es obligatorio hacer esa sesión, la regla seguía vigente para el presupuesto que aprobaron el año pasado. ¡Un verdadero brete!
Esta historia tiene raíces profundas, mae. Desde hace tiempo, la Contraloría ha insistido en que los ayuntamientos hagan un análisis serio y profundo de sus presupuestos. Pero parece que algunos no le prestan mucha atención. Recordemos que esto no es la primera vez que pasa, varios municipios han tenido problemas similares por no seguir las reglas.
La Contraloría no anduvo con rodeos en su oficio DFOE-LOC-2369. Recalcó que aunque la ley cambió, el presupuesto ya estaba aprobado bajo las reglas viejas. En otras palabras, ¡la jugada ya estaba hecha! Ellos debieron apegarse a esas reglas al momento de tomar las decisiones financieras.
Ahora, con este rechazo, la Municipalidad tendrá que seguir usando el presupuesto del año anterior, ajustándolo a lo que realmente necesitan. Eso significa que algunos proyectos podrían verse afectados, como la construcción de la planta de tratamiento del Mercado de Puntarenas. ¡Y ahí es donde entra la preocupación del Ministerio de Salud!
Mary Munive, la ministra de Salud, expresó su inquietud por el posible retraso de la planta, que es crucial para la salud pública y el medio ambiente. Además, lanzó una indirecta bastante directa: “Parece que lo hacen a propósito... ¿Con qué objetivo se toman decisiones que terminan afectando a toda la población puntarenense?”. ¡Uy, esa sí que salió cargada! Parece que hay fumata detrás de cortina, diay.
Algunos expertos sugieren que esta situación revela una falta de planificación y coordinación dentro de la Municipalidad. Otros creen que hay intereses políticos en juego que están saboteando el desarrollo de la ciudad. Lo cierto es que los puntarenenses van a sentir las consecuencias de esta novela presupuestaria. Ya nadie espera milagros, pero la cosa se pone turbia cuando parece que alguien juega sucio, pura sal.
Y así, amigos, nos encontramos con esta madeja de problemas en Puntarenas. Ahora, me pregunto, ¿creen ustedes que la Municipalidad de Puntarenas está actuando de manera transparente y eficiente en la gestión de los recursos públicos, o hay algo más oscuro pasando? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios! ¿Será que la próxima administración va a llegar con aires renovados o seguirá siendo la misma torta?
