¡Aguante el gallito! La diputada Johana Obando soltó la lengua en el Plenario Legislativo, y vaya que lo hizo. Fustigó a la jefa del oficialismo, Pilar Cisneros, tachándola de 'machista y misógina' después de que la fracción de gobierno le diera un golpe certero a una moción para debatir sobre la violencia contra las mujeres. ¡Duro, eh!
El debate, que prometía ser candentísimo, se quedó en nada gracias al voto en contra del bloque gubernamental. Necesitaban 38 votos para aprobar la moción, pero solo lograron 34. De esos 8 votos en contra, 7 vinieron directamente de la fracción oficialista, y el restante, para colmo, del diputado socialcristiano Carlos Felipe García. ¡Qué sal!
Durante su espacio de control político, Obando no se mordió la lengua. Cargó duro contra Cisneros, acusándola de defender el patriarcado con uñas y dientes. No se anduvo con rodeos: "Diputada Pilar, ahí está levantando la mano esta persona que no tiene respeto absoluto por la población costarricense... ¡Es machista, eso lo sabe hasta el niño más chico!", exclamó la diputada.
Y añadió, con énfasis: "Usted, siendo mujer, parece que el discurso del patriarcado le ha tragado entero. Defiende el patriarcado todos los días, y no es solo para usted, es para todas esas mujeres que están pensando bien dónde poner su X en la próxima elección. ¡Miren esta fracción (el gobierno)! Abiertamente nos dicen que no van a hablar sobre la violencia sistemática que sufrimos las mujeres". Un buen apretón, sin duda alguna.
Para clarificar aún más su postura, Obando enfatizó que la problemática no afecta solo a las mujeres en política, sino a todas las costarricenses que padecen femicidios, violencia patriarcal y violencia patrimonial. La diputada buscaba sacar a relucir la urgencia de abordar estas problemáticas desde el Congreso, pero parece que el camino está lleno de obstáculos y resistencia.
Lo curioso del caso es cómo Cisneros reaccionó ante las fuertes acusaciones. Se mantuvo relativamente callada, limitándose a defender la posición de su fracción, argumentando que existen otros temas prioritarios para el país. Pero muchos ven en esto una clara señal de desinterés hacia una problemática que afecta gravemente a miles de mujeres en Costa Rica. ¡Aquí hay mucha vaina entre líneas, diay!
Esta polémica viene a encender aún más el debate sobre el papel del Estado en la protección de los derechos de las mujeres. Los grupos feministas han expresado su indignación por la decisión del gobierno, y anuncian movilizaciones y protestas para exigir que se priorice este tema en la agenda legislativa. Parece que la lucha por la igualdad de género sigue siendo un brete complicado en nuestro país.
En fin, el ambiente en el Plenario estaba que ardía. Esta controversia ha dejado claro que la polarización política en Costa Rica alcanza niveles estratosféricos, incluso cuando se trata de temas tan sensibles como la violencia contra las mujeres. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que la respuesta del gobierno es una muestra de falta de compromiso genuino con la causa femenina o simplemente una estrategia política para ganar tiempo y evitar confrontaciones?
El debate, que prometía ser candentísimo, se quedó en nada gracias al voto en contra del bloque gubernamental. Necesitaban 38 votos para aprobar la moción, pero solo lograron 34. De esos 8 votos en contra, 7 vinieron directamente de la fracción oficialista, y el restante, para colmo, del diputado socialcristiano Carlos Felipe García. ¡Qué sal!
Durante su espacio de control político, Obando no se mordió la lengua. Cargó duro contra Cisneros, acusándola de defender el patriarcado con uñas y dientes. No se anduvo con rodeos: "Diputada Pilar, ahí está levantando la mano esta persona que no tiene respeto absoluto por la población costarricense... ¡Es machista, eso lo sabe hasta el niño más chico!", exclamó la diputada.
Y añadió, con énfasis: "Usted, siendo mujer, parece que el discurso del patriarcado le ha tragado entero. Defiende el patriarcado todos los días, y no es solo para usted, es para todas esas mujeres que están pensando bien dónde poner su X en la próxima elección. ¡Miren esta fracción (el gobierno)! Abiertamente nos dicen que no van a hablar sobre la violencia sistemática que sufrimos las mujeres". Un buen apretón, sin duda alguna.
Para clarificar aún más su postura, Obando enfatizó que la problemática no afecta solo a las mujeres en política, sino a todas las costarricenses que padecen femicidios, violencia patriarcal y violencia patrimonial. La diputada buscaba sacar a relucir la urgencia de abordar estas problemáticas desde el Congreso, pero parece que el camino está lleno de obstáculos y resistencia.
Lo curioso del caso es cómo Cisneros reaccionó ante las fuertes acusaciones. Se mantuvo relativamente callada, limitándose a defender la posición de su fracción, argumentando que existen otros temas prioritarios para el país. Pero muchos ven en esto una clara señal de desinterés hacia una problemática que afecta gravemente a miles de mujeres en Costa Rica. ¡Aquí hay mucha vaina entre líneas, diay!
Esta polémica viene a encender aún más el debate sobre el papel del Estado en la protección de los derechos de las mujeres. Los grupos feministas han expresado su indignación por la decisión del gobierno, y anuncian movilizaciones y protestas para exigir que se priorice este tema en la agenda legislativa. Parece que la lucha por la igualdad de género sigue siendo un brete complicado en nuestro país.
En fin, el ambiente en el Plenario estaba que ardía. Esta controversia ha dejado claro que la polarización política en Costa Rica alcanza niveles estratosféricos, incluso cuando se trata de temas tan sensibles como la violencia contra las mujeres. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que la respuesta del gobierno es una muestra de falta de compromiso genuino con la causa femenina o simplemente una estrategia política para ganar tiempo y evitar confrontaciones?