¡Ay, papá! Esto pinta feísimo. La noche del lunes sacudió Pavas con una balacera que dejó a un mae, identificado como Luis Alberto Montero, de 44 años, sin vida. El pobre, chambeando como chofer de plataforma de transporte privado, recibió varios balazos en el estacionamiento del Motel Nube Blanca. ¡Qué sal!
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), todo pasó pasaditas las diez de la noche. Montero y una dama, identificada como María Fernanda Cedeño, de 35 años, estaban entrando al motel cuando, de repente, apareció una moto con dos tipos armados. Sin previo aviso, le abrieron fuego a ambos, dejando a Montero tirado en el lugar y a Cedeño gravemente herida.
La ambulancia llegó rápido y se llevó a Doña María al Hospital San Juan de Dios, donde lucha por su vida en condición crítica. Los agentes de la Sección de Homicidios y de Inspecciones Oculares llegaron al hotel y empezaron a levantar evidencia. ¡Una escena tremenda, pura torta!
Las autoridades aún no saben qué motivó este atentado. Dicen que están investigando si existe alguna relación sentimental entre las víctimas, pero hasta ahora no hay nada concreto. Uno se queda pensando, ¿será que esto tiene que ver con algún problema personal o es algo más grande?
Esto nos lleva a preguntarnos si estamos viendo el principio de una nueva ola de violencia en la capital. En los últimos meses hemos visto un aumento en los crímenes violentos, especialmente en zonas periféricas. Aunque los oficiales aseguran estar trabajando duro para mantener la seguridad, la gente está preocupada, diay.
Muchos vecinos de Pavas expresan su inquietud ante estos hechos. "Antes acá estaba tranquilo, uno podía caminar a cualquier hora", comenta Doña Rosa, residente del sector. "Ahora, con tanta inseguridad, uno anda con miedo". Lo cierto es que este incidente ha puesto a todos en alerta máxima.
La investigación sigue abierta y el OIJ promete dar con los responsables de este hecho tan lamentable. Se espera que en los próximos días puedan obtener nuevas pistas que permitan esclarecer el móvil del crimen y capturar a los culpables. ¡Esperamos que agarren prontito a esos maes!”, exclamó Don Ricardo, otro vecino visiblemente afectado.
Este caso, además de lamentable, abre una puerta a la reflexión sobre la seguridad ciudadana en nuestro país. ¿Estamos haciendo lo suficiente para proteger a nuestros ciudadanos y evitar que tragedias como ésta se repitan? ¿Cuál debería ser la respuesta del gobierno y de la sociedad civil frente a este creciente panorama de inseguridad?
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), todo pasó pasaditas las diez de la noche. Montero y una dama, identificada como María Fernanda Cedeño, de 35 años, estaban entrando al motel cuando, de repente, apareció una moto con dos tipos armados. Sin previo aviso, le abrieron fuego a ambos, dejando a Montero tirado en el lugar y a Cedeño gravemente herida.
La ambulancia llegó rápido y se llevó a Doña María al Hospital San Juan de Dios, donde lucha por su vida en condición crítica. Los agentes de la Sección de Homicidios y de Inspecciones Oculares llegaron al hotel y empezaron a levantar evidencia. ¡Una escena tremenda, pura torta!
Las autoridades aún no saben qué motivó este atentado. Dicen que están investigando si existe alguna relación sentimental entre las víctimas, pero hasta ahora no hay nada concreto. Uno se queda pensando, ¿será que esto tiene que ver con algún problema personal o es algo más grande?
Esto nos lleva a preguntarnos si estamos viendo el principio de una nueva ola de violencia en la capital. En los últimos meses hemos visto un aumento en los crímenes violentos, especialmente en zonas periféricas. Aunque los oficiales aseguran estar trabajando duro para mantener la seguridad, la gente está preocupada, diay.
Muchos vecinos de Pavas expresan su inquietud ante estos hechos. "Antes acá estaba tranquilo, uno podía caminar a cualquier hora", comenta Doña Rosa, residente del sector. "Ahora, con tanta inseguridad, uno anda con miedo". Lo cierto es que este incidente ha puesto a todos en alerta máxima.
La investigación sigue abierta y el OIJ promete dar con los responsables de este hecho tan lamentable. Se espera que en los próximos días puedan obtener nuevas pistas que permitan esclarecer el móvil del crimen y capturar a los culpables. ¡Esperamos que agarren prontito a esos maes!”, exclamó Don Ricardo, otro vecino visiblemente afectado.
Este caso, además de lamentable, abre una puerta a la reflexión sobre la seguridad ciudadana en nuestro país. ¿Estamos haciendo lo suficiente para proteger a nuestros ciudadanos y evitar que tragedias como ésta se repitan? ¿Cuál debería ser la respuesta del gobierno y de la sociedad civil frente a este creciente panorama de inseguridad?
