¡Ay, Dios mío! La situación de Leandro sigue siendo un dolor de cabeza para todos acá en Costa Rica. Desde el viernes, la gente anda consternada con la desaparición de este nene de cinco añitos que se cayó en una alcantarilla en Purral. Ya llevan casi dos días buscando al muchacho, y aunque la Cruz Roja está echándose el brete, todavía no hay señales de él. ¡Qué pena, má!
Como les cuento, todo empezó el viernes pasado, justo cuando estaban cayendo aguacero a cántaros. Parece que el sistema de drenaje de Purral no aguantó la descarga, así que se tragó la alcantarilla entera, que además andaba sin tapa, como muchas otras por todo el país. Según dicen, el pobre Leandro ni vio qué pasó; simplemente se resbaló y pum, se fue directo al caño lleno de agua. La lluvia fuerte fue la culpable directa, ahí nadie le discute.
La familia, obviamente, está destrozada. Imagínense el susto de ver cómo su hijo desaparece así, sin previo aviso. Los vecinos también andan preocupados, porque esto pone de relieve lo peligroso que pueden ser estas alcantarillas sin cuidado, especialmente para los niños que juegan por la calle. Hay quienes dicen que la municipalidad debería estar revisando estos temas con más frecuencia, ¡pero bueno, eso ya es otro cantar!
La Cruz Roja ha movilizado a montones de gente: rescatistas, perritos rastreadores, voluntarios… hasta helicópteros han mandado a apoyar la búsqueda. Al principio, enfocaron sus esfuerzos en el sector de Purral, pero ahora están siguiendo el curso del río Torres, que es hacia dónde se llevó al nene. Han recorrido varios kilómetros, pero la corriente es rápida y la visibilidad, muy poca. ¡Un brete, vamos!
Este domingo, con el amanecer, volvieron a echar mano al asunto. Las lluvias de ayer dieron una tregua, y el personal de rescate pudo avanzar un poco más. Están barriendo el río Torres desde Purral hasta La Uruca, revisando cada rincón, cada recoveco. Incluso mencionan que si no lo encuentran pronto, podrían tener que extender la búsqueda hasta el río Virilla, donde el Torres termina. ¡Imagínense el camino que tendrán que recorrer!
Pero no todo es preocupación. Hay esperanza, claro que sí. El personal de la Cruz Roja es súper capacitado y están haciendo todo lo posible para encontrar a Leandro sano y salvo. Además, la comunidad se ha unido para colaborar, ofreciendo comida, agua, apoyo moral... ¡la pura verdad! Ver el espíritu solidario de los ticos siempre da un poquito de ánimo, aunque la situación esté bien difícil.
Además de la búsqueda en tierra y mar, las autoridades están investigando las causas del colapso del sistema de alcantarillado. Se quiere saber por qué no había tapa en la alcantarilla y qué medidas se van a tomar para evitar que tragedias como esta se repitan en otros lugares del país. Y vaya que es necesario, porque estos problemas de infraestructura son recurrentes, como el changüí que nunca acaba. ¡Hay que ponerle remedio, diay!
Estamos rezando por Leandro y su familia. Esperamos que aparezca pronto, ileso y bien acompañado. Pero me pregunto, ¿qué medidas creen ustedes que deberían implementar las autoridades para prevenir futuros accidentes relacionados con estas alcantarillas sin tapa y sistemas de drenaje deficientes? ¿Debería haber multas más severas para los responsables de mantener estos servicios públicos en buen estado?
Como les cuento, todo empezó el viernes pasado, justo cuando estaban cayendo aguacero a cántaros. Parece que el sistema de drenaje de Purral no aguantó la descarga, así que se tragó la alcantarilla entera, que además andaba sin tapa, como muchas otras por todo el país. Según dicen, el pobre Leandro ni vio qué pasó; simplemente se resbaló y pum, se fue directo al caño lleno de agua. La lluvia fuerte fue la culpable directa, ahí nadie le discute.
La familia, obviamente, está destrozada. Imagínense el susto de ver cómo su hijo desaparece así, sin previo aviso. Los vecinos también andan preocupados, porque esto pone de relieve lo peligroso que pueden ser estas alcantarillas sin cuidado, especialmente para los niños que juegan por la calle. Hay quienes dicen que la municipalidad debería estar revisando estos temas con más frecuencia, ¡pero bueno, eso ya es otro cantar!
La Cruz Roja ha movilizado a montones de gente: rescatistas, perritos rastreadores, voluntarios… hasta helicópteros han mandado a apoyar la búsqueda. Al principio, enfocaron sus esfuerzos en el sector de Purral, pero ahora están siguiendo el curso del río Torres, que es hacia dónde se llevó al nene. Han recorrido varios kilómetros, pero la corriente es rápida y la visibilidad, muy poca. ¡Un brete, vamos!
Este domingo, con el amanecer, volvieron a echar mano al asunto. Las lluvias de ayer dieron una tregua, y el personal de rescate pudo avanzar un poco más. Están barriendo el río Torres desde Purral hasta La Uruca, revisando cada rincón, cada recoveco. Incluso mencionan que si no lo encuentran pronto, podrían tener que extender la búsqueda hasta el río Virilla, donde el Torres termina. ¡Imagínense el camino que tendrán que recorrer!
Pero no todo es preocupación. Hay esperanza, claro que sí. El personal de la Cruz Roja es súper capacitado y están haciendo todo lo posible para encontrar a Leandro sano y salvo. Además, la comunidad se ha unido para colaborar, ofreciendo comida, agua, apoyo moral... ¡la pura verdad! Ver el espíritu solidario de los ticos siempre da un poquito de ánimo, aunque la situación esté bien difícil.
Además de la búsqueda en tierra y mar, las autoridades están investigando las causas del colapso del sistema de alcantarillado. Se quiere saber por qué no había tapa en la alcantarilla y qué medidas se van a tomar para evitar que tragedias como esta se repitan en otros lugares del país. Y vaya que es necesario, porque estos problemas de infraestructura son recurrentes, como el changüí que nunca acaba. ¡Hay que ponerle remedio, diay!
Estamos rezando por Leandro y su familia. Esperamos que aparezca pronto, ileso y bien acompañado. Pero me pregunto, ¿qué medidas creen ustedes que deberían implementar las autoridades para prevenir futuros accidentes relacionados con estas alcantarillas sin tapa y sistemas de drenaje deficientes? ¿Debería haber multas más severas para los responsables de mantener estos servicios públicos en buen estado?