¡Ay, Dios mío! Así estamos, amigos del Foro. Otro mes, otra puñalada al corazón del sector agropecuario. Pero bueno, no todo está perdido, parece que el café y el huevo, esos campeones inesperados, le dieron un respingo al Imagro en agosto. Según el Banco Central, la cosa anduvo en un -0,9%, pero sin ellos, ¡qué despache más grande hubiese sido!
La verdad, la cosa está dura. Ocho meses seguidos de números rojos en el sector. ¡Qué sal! Parece que el clima se ha puesto quisquilloso, jugando con la lluvia y el sol como quiere. Si llueve demasiado, pierdes cosechas; si no llueve, igual te sacas de onda. Es un brete, vamos.
Víctor Carvajal, el ministro de Agricultura, nos echó baldeada explicando que nuestro campo depende de estas dos cosas. Dijo que el café tuvo una cosecha super buena, precisamente por el estrés hídrico que sufrimos al principio del año. Y el huevo… bueno, ahí sí que no le importa tanto el clima, porque están en lugares protegidos. ¡Menos mal que alguien anda aguantando la situación!
Pero no todo son buenas noticias, chunches. Tenemos los cultivos más importantes, como el banano y la piña, sufriendo bastante. El banano, encima, tiene problemas con un químico que quitaron, así que ahora las enfermedades le agarran con más ganas. ¡Qué torta! La piña, por lo menos, estará dando frutos el año que viene, dicen.
Y hablando de lluvias, parece que las de los últimos meses le dieron un respiro a otros cultivos, como la cebolla y la papa. Dicen que ya van a volver a la ‘normalidad’, como dicen los técnicos. Esperemos que sí, porque necesitamos que el Indicador se enderece un poquito. El ministro, optimista como siempre, dice que si no pasa nada catastrófico, el próximo año podríamos estar viendo números positivos. ¡Crucemos los dedos, mae!
Ahora, el huevo. Ese sí que es un tesoro nacional, diay. No solo porque le da proteína a todos, sino porque también le ayuda a muchas familias a salir adelante. Roberto Thompson, el alcalde de Alajuela (que es un centro importante de producción avícola, pa’ que se entiendan), recalcó lo importante que es apoyar a los productores y mejorarles las condiciones. Totalmente de acuerdo, claro que sí.
Gabriela Brenes, directora de Canavi, nos recordó que el huevo es un “súper alimento” que requiere de mucho trabajo y cuidado por parte de las granjas. Que cumplen con unos estándares de seguridad y calidad altísimos para que podamos comerlo tranquilos. Y Marco Arroyo, viceministro de Economía, resaltó que esta actividad ayuda a muchas familias a tener un ingreso decente y a mejorar sus vidas. Una vara bien importante, ¿eh?
En fin, amigos, la cosa está complicada, pero no imposible. El café y el huevo nos salvaron el pellejo este mes, pero el futuro sigue siendo incierto. Con este cambio climático loco, ¿creen que el sector agro podrá mantenerse a flote y evitar que se vaya todo al traste? ¿Qué medidas deberían tomar el gobierno y los productores para enfrentar estos desafíos?
La verdad, la cosa está dura. Ocho meses seguidos de números rojos en el sector. ¡Qué sal! Parece que el clima se ha puesto quisquilloso, jugando con la lluvia y el sol como quiere. Si llueve demasiado, pierdes cosechas; si no llueve, igual te sacas de onda. Es un brete, vamos.
Víctor Carvajal, el ministro de Agricultura, nos echó baldeada explicando que nuestro campo depende de estas dos cosas. Dijo que el café tuvo una cosecha super buena, precisamente por el estrés hídrico que sufrimos al principio del año. Y el huevo… bueno, ahí sí que no le importa tanto el clima, porque están en lugares protegidos. ¡Menos mal que alguien anda aguantando la situación!
Pero no todo son buenas noticias, chunches. Tenemos los cultivos más importantes, como el banano y la piña, sufriendo bastante. El banano, encima, tiene problemas con un químico que quitaron, así que ahora las enfermedades le agarran con más ganas. ¡Qué torta! La piña, por lo menos, estará dando frutos el año que viene, dicen.
Y hablando de lluvias, parece que las de los últimos meses le dieron un respiro a otros cultivos, como la cebolla y la papa. Dicen que ya van a volver a la ‘normalidad’, como dicen los técnicos. Esperemos que sí, porque necesitamos que el Indicador se enderece un poquito. El ministro, optimista como siempre, dice que si no pasa nada catastrófico, el próximo año podríamos estar viendo números positivos. ¡Crucemos los dedos, mae!
Ahora, el huevo. Ese sí que es un tesoro nacional, diay. No solo porque le da proteína a todos, sino porque también le ayuda a muchas familias a salir adelante. Roberto Thompson, el alcalde de Alajuela (que es un centro importante de producción avícola, pa’ que se entiendan), recalcó lo importante que es apoyar a los productores y mejorarles las condiciones. Totalmente de acuerdo, claro que sí.
Gabriela Brenes, directora de Canavi, nos recordó que el huevo es un “súper alimento” que requiere de mucho trabajo y cuidado por parte de las granjas. Que cumplen con unos estándares de seguridad y calidad altísimos para que podamos comerlo tranquilos. Y Marco Arroyo, viceministro de Economía, resaltó que esta actividad ayuda a muchas familias a tener un ingreso decente y a mejorar sus vidas. Una vara bien importante, ¿eh?
En fin, amigos, la cosa está complicada, pero no imposible. El café y el huevo nos salvaron el pellejo este mes, pero el futuro sigue siendo incierto. Con este cambio climático loco, ¿creen que el sector agro podrá mantenerse a flote y evitar que se vaya todo al traste? ¿Qué medidas deberían tomar el gobierno y los productores para enfrentar estos desafíos?