¡Ay, Dios mío! Otro día, otra nota de accidente en carretera. Esta vez, la bronca pasó en Cerro Cortez de Aguas Zarcas, en San Carlos, donde un señor salió hasta maltratado después de un choque entre dos carros. Parece que la suerte decidió darle una cucharada bien grande de sal al Sr. Arroyo ayer a eso de las 2:50 p.m.
La movida, según nos cuentan los vecinos y la Policía de Tránsito, involucró a dos hombres: don Rafael Arroyo, quien lleva 63 primaveras encima, y un jovencito llamado Kevin Rodríguez, de tan solo 30 años. Don Rafael iba manejando su carrito cuando, aparentemente, Kevin le cruzó el camino. Las versiones varían, claro, pero lo cierto es que hubo impacto y bastante metal retorcido, diay.
Lo feo del asunto fue que Don Rafael quedó atrapado entre los hierros de su carro, como un pez en una red. Imagínate la torta, ahí sentado, esperando que llegaran los bomberos para sacarlo de aquella papa caliente. La gente empezó a congregarse, nerviosa y preocupada, mirando cómo los equipos luchaban contra el tiempo para liberarlo. Se escuchaba el ruido de las herramientas, y se sentía la tensión en el aire, chunche.
Los bomeros de Pital, liderados por Rolando Jiménez, llegaron rápido al sitio y comenzaron a trabajar sin parar. Según nos comentó Jiménez, “el señor venía prensado en la pierna izquierda; tuvimos que hacer bastante fuerza y maniobras delicadas para sacarlo sin causarle mayores daños”. Le tomó unos 20 minutos, paciencia y manitos expertas, hasta que lograron extraerlo. Parecía que iba a salir airoso, pero la preocupación era palpable.
Inmediatamente después de ser rescatado, paramédicos de la Cruz Roja se hicieron presentes y evaluaron la gravedad de sus heridas. Lo atendieron rápidamente y decidieron trasladarlo en condición roja, la más crítica, al hospital de San Carlos. Esperemos que se recupere pronto y pueda volver a disfrutar de un café con pan dulce tranquilamente.
Kevin Rodríguez, por su parte, tuvo mucha más suerte. Sufrió algunas heridas leves y fue llevado a la clínica de Aguas Zarcas en condición amarilla. Al parecer, solo tenía algunos rasguños y contusiones. Aunque seguro que también se siente culpable y remordido por lo sucedido, brete. Ahora tendrá que lidiar con el papeleo y la investigación de la Policía de Tránsito para saber quién tuvo la culpa de todo esto.
La Policía de Tránsito ya está investigando las causas exactas del accidente. Van revisando cámaras de seguridad cercanas, tomando declaraciones de testigos y analizando los restos de los vehículos para reconstruir la secuencia de los hechos. Parece que la velocidad pudo haber sido un factor importante, pero aún es muy temprano para afirmarlo categóricamente, qué pena!
Este incidente nos recuerda lo importante que es conducir con precaución y respetar las normas de tránsito. Porque a veces, un segundo de distracción puede cambiarlo todo, y dejar a alguien con graves consecuencias, como le pasó a Don Rafael. ¿Ustedes creen que las campañas de concientización vial en nuestro país son suficientes para evitar estos accidentes, o necesitamos medidas más drásticas, como aumentar los controles policiales o endurecer las sanciones?
La movida, según nos cuentan los vecinos y la Policía de Tránsito, involucró a dos hombres: don Rafael Arroyo, quien lleva 63 primaveras encima, y un jovencito llamado Kevin Rodríguez, de tan solo 30 años. Don Rafael iba manejando su carrito cuando, aparentemente, Kevin le cruzó el camino. Las versiones varían, claro, pero lo cierto es que hubo impacto y bastante metal retorcido, diay.
Lo feo del asunto fue que Don Rafael quedó atrapado entre los hierros de su carro, como un pez en una red. Imagínate la torta, ahí sentado, esperando que llegaran los bomberos para sacarlo de aquella papa caliente. La gente empezó a congregarse, nerviosa y preocupada, mirando cómo los equipos luchaban contra el tiempo para liberarlo. Se escuchaba el ruido de las herramientas, y se sentía la tensión en el aire, chunche.
Los bomeros de Pital, liderados por Rolando Jiménez, llegaron rápido al sitio y comenzaron a trabajar sin parar. Según nos comentó Jiménez, “el señor venía prensado en la pierna izquierda; tuvimos que hacer bastante fuerza y maniobras delicadas para sacarlo sin causarle mayores daños”. Le tomó unos 20 minutos, paciencia y manitos expertas, hasta que lograron extraerlo. Parecía que iba a salir airoso, pero la preocupación era palpable.
Inmediatamente después de ser rescatado, paramédicos de la Cruz Roja se hicieron presentes y evaluaron la gravedad de sus heridas. Lo atendieron rápidamente y decidieron trasladarlo en condición roja, la más crítica, al hospital de San Carlos. Esperemos que se recupere pronto y pueda volver a disfrutar de un café con pan dulce tranquilamente.
Kevin Rodríguez, por su parte, tuvo mucha más suerte. Sufrió algunas heridas leves y fue llevado a la clínica de Aguas Zarcas en condición amarilla. Al parecer, solo tenía algunos rasguños y contusiones. Aunque seguro que también se siente culpable y remordido por lo sucedido, brete. Ahora tendrá que lidiar con el papeleo y la investigación de la Policía de Tránsito para saber quién tuvo la culpa de todo esto.
La Policía de Tránsito ya está investigando las causas exactas del accidente. Van revisando cámaras de seguridad cercanas, tomando declaraciones de testigos y analizando los restos de los vehículos para reconstruir la secuencia de los hechos. Parece que la velocidad pudo haber sido un factor importante, pero aún es muy temprano para afirmarlo categóricamente, qué pena!
Este incidente nos recuerda lo importante que es conducir con precaución y respetar las normas de tránsito. Porque a veces, un segundo de distracción puede cambiarlo todo, y dejar a alguien con graves consecuencias, como le pasó a Don Rafael. ¿Ustedes creen que las campañas de concientización vial en nuestro país son suficientes para evitar estos accidentes, o necesitamos medidas más drásticas, como aumentar los controles policiales o endurecer las sanciones?
