¡Ay, Dios mío! Esto sí que salió feo. Un bus y un carro liviano chocaron plancudo en la entrada a la Ruta 32, justo donde antes estaba el periódico La República en San José de Goicoechea. La cosa se puso turbia rapidito.
Según los reportes iniciales, la alerta llegó a la Central de Servicios Públicos alrededor de las 7 de la mañana. Imagínate, todavía estaban algunos amaneciendo y esto pasa. La Cruz Roja mandó dos ambulancias con personal avanzado y otras dos operativas para atender a los heridos, porque la cosa ahí estaba fea, señores. Además, los bomberos tuvieron que apagar el carrito liviano que se prendió como árbol de Navidad al instante. ¡Qué despiche!
Al final, tuvimos dos personas en condición crítica, qué sal dado. Una mujer, de unos 30 años, la atendieron rápido y la llevaron pa’l Hospital San Juan de Dios, esperando que se recupere pronto. Otro bato, más joven, de apenas 22, tuvo que ir al Hospital México. Ojalá ambos se recuperen y estén bien, porque esto es muy duro. Uno nunca sabe cuándo le tocará vivir algo así.
Lo más raro de todo es que todavía nadie sabe bien qué pasó exactamente. Las autoridades están investigando, tratando de averiguar si fue exceso de velocidad, si hubo alguna falla mecánica en alguno de los vehículos, o si simplemente la señalización en ese punto es una verdadera torta. Algunos dicen que la visibilidad ahí no es la mejor, especialmente a esas horas de la mañana con la niebla que a veces baja.
Ahora mismo, todos estamos pensando en los afectados y sus familias. Esperamos que puedan superar este difícil momento. Que tengan toda la fortaleza necesaria para afrontar lo que venga. Este tipo de accidentes nos recuerdan lo frágil que es la vida y lo importante que es conducir con precaución, respetando las normas y poniéndole cuidado a lo que hacemos en la carretera. No vale la pena arriesgarse por llegar cinco minutos antes.
Algunos vecinos de la zona comentan que hace tiempo han solicitado mejoras en la seguridad vial en ese tramo de la Ruta 32, pero parece que hasta que pasa algo grave, nadie pone atención. Dicen que falta iluminación adecuada, señales claras y quizás incluso algún reductor de velocidad para evitar estos percances. Esperemos que este lamentable incidente sirva para que las autoridades tomen cartas en el asunto y hagan algo al respecto. Porque la prevención siempre es mejor que lamentar.
Y hablando de eso, me acuerdo de mi primo que casi se va al traste por ir distraído manejando. Le cambiaban WhatsApp mientras iba por la autopista, ¡qué irresponsabilidad! Por suerte, reaccionó a tiempo y evitó un accidente. Pero desde entonces, ha aprendido la lección y ahora maneja mucho más concentrado. Lo bueno es que aprendió a tiempo, antes de que pasara algo peor. Así que, ¡ojo con eso, maes! La carretera exige nuestra atención completa.
Esta situación nos lleva a preguntarnos, ¿deberían las autoridades implementar medidas más estrictas en cuanto a control de velocidad y capacitación vial en zonas consideradas de alto riesgo? ¿Creen que la señalización existente en la Ruta 32 es suficiente para garantizar la seguridad de los conductores, o deberíamos exigir mayores inversiones en infraestructura vial?
Según los reportes iniciales, la alerta llegó a la Central de Servicios Públicos alrededor de las 7 de la mañana. Imagínate, todavía estaban algunos amaneciendo y esto pasa. La Cruz Roja mandó dos ambulancias con personal avanzado y otras dos operativas para atender a los heridos, porque la cosa ahí estaba fea, señores. Además, los bomberos tuvieron que apagar el carrito liviano que se prendió como árbol de Navidad al instante. ¡Qué despiche!
Al final, tuvimos dos personas en condición crítica, qué sal dado. Una mujer, de unos 30 años, la atendieron rápido y la llevaron pa’l Hospital San Juan de Dios, esperando que se recupere pronto. Otro bato, más joven, de apenas 22, tuvo que ir al Hospital México. Ojalá ambos se recuperen y estén bien, porque esto es muy duro. Uno nunca sabe cuándo le tocará vivir algo así.
Lo más raro de todo es que todavía nadie sabe bien qué pasó exactamente. Las autoridades están investigando, tratando de averiguar si fue exceso de velocidad, si hubo alguna falla mecánica en alguno de los vehículos, o si simplemente la señalización en ese punto es una verdadera torta. Algunos dicen que la visibilidad ahí no es la mejor, especialmente a esas horas de la mañana con la niebla que a veces baja.
Ahora mismo, todos estamos pensando en los afectados y sus familias. Esperamos que puedan superar este difícil momento. Que tengan toda la fortaleza necesaria para afrontar lo que venga. Este tipo de accidentes nos recuerdan lo frágil que es la vida y lo importante que es conducir con precaución, respetando las normas y poniéndole cuidado a lo que hacemos en la carretera. No vale la pena arriesgarse por llegar cinco minutos antes.
Algunos vecinos de la zona comentan que hace tiempo han solicitado mejoras en la seguridad vial en ese tramo de la Ruta 32, pero parece que hasta que pasa algo grave, nadie pone atención. Dicen que falta iluminación adecuada, señales claras y quizás incluso algún reductor de velocidad para evitar estos percances. Esperemos que este lamentable incidente sirva para que las autoridades tomen cartas en el asunto y hagan algo al respecto. Porque la prevención siempre es mejor que lamentar.
Y hablando de eso, me acuerdo de mi primo que casi se va al traste por ir distraído manejando. Le cambiaban WhatsApp mientras iba por la autopista, ¡qué irresponsabilidad! Por suerte, reaccionó a tiempo y evitó un accidente. Pero desde entonces, ha aprendido la lección y ahora maneja mucho más concentrado. Lo bueno es que aprendió a tiempo, antes de que pasara algo peor. Así que, ¡ojo con eso, maes! La carretera exige nuestra atención completa.
Esta situación nos lleva a preguntarnos, ¿deberían las autoridades implementar medidas más estrictas en cuanto a control de velocidad y capacitación vial en zonas consideradas de alto riesgo? ¿Creen que la señalización existente en la Ruta 32 es suficiente para garantizar la seguridad de los conductores, o deberíamos exigir mayores inversiones en infraestructura vial?