Mae, a veces uno lee noticias de ciencia y se queda bateado con tanto término técnico, pero de vez en cuando sale una que es para ponerle atención. Y esta es una de esas. Resulta que un grupo de científicos en España acaba de pegársela toda identificando a una de las grandes villanas en la historia del cáncer de mama: una proteína que, en resumen, le abre la puerta a la metástasis para que haga un despiche en el cuerpo. Lo más chiva de todo es que no solo la encontraron, sino que ya existen fármacos que podrían ponerle un estatequieto.
La vara es así: un equipo del Hospital del Mar en Barcelona se puso a analizar tumores de un montón de pacientes y descubrieron que una proteína llamada TIM3 es la culpable de muchas malas noticias. Imagínense el susto: si su tumor tenía esta proteína, las chances de sobrevivir a cinco años se iban al traste, cayendo de un 90% a un miserable 20%. Básicamente, tener esa proteína era como jugar la lotería sabiendo que uno compró el número perdedor. Era un marcador de que la cosa se podía poner fea, y rápido.
Diay, ¿y cómo es que este chunche hace tanto daño? Piénsenlo como un guardaespaldas corrupto. El sistema inmune es el guarda bueno que quiere eliminar a las células cancerosas que se escapan del tumor original (las micrometástasis). Pero llega la TIM3 y, básicamente, le paga para que se haga el mae y las deje pasar. No solo eso, sino que las vuelve más rudas, como si les diera esteroides para que se conviertan en células madre tumorales, listas para armar un nuevo tumor en cualquier parte del cuerpo, desde el hígado hasta el cerebro. Un desastre completo.
Pero aquí viene la parte que es un queque y la razón por la que esta noticia es tan importante. Resulta que no hay que empezar de cero para inventar un arma contra la TIM3. ¡Ya existen los fármacos! Son medicamentos que se han probado en otras varas, pero nunca con este enfoque: usarlos de forma preventiva. La idea de los científicos ahora es empezar ensayos para darle estos fármacos a pacientes cuyos tumores tienen la proteína TIM3 antes de que la metástasis ocurra. Es pasar de apagar el incendio a evitar que la chispa se prenda. ¡Qué carga de noticia!
Al final del día, mae, noticias como esta le devuelven a uno la fe en el brete que hacen los científicos. Esto no es una curita, es un posible cambio de reglas en el juego contra una de las enfermedades que más afecta a las mujeres en Costa Rica y en el mundo. Poder detectar a tiempo a las pacientes con más riesgo y tener una herramienta para protegerlas podría salvar miles de vidas. Obviamente, falta camino por recorrer y ensayos que hacer, pero la puerta que se acaba de abrir es gigantesca y da una luz de esperanza que está a cachete.
¿Qué opinan ustedes? ¿Creen que este tipo de avances le dan un giro de 180 grados a la lucha contra el cáncer? ¡Los leo!
La vara es así: un equipo del Hospital del Mar en Barcelona se puso a analizar tumores de un montón de pacientes y descubrieron que una proteína llamada TIM3 es la culpable de muchas malas noticias. Imagínense el susto: si su tumor tenía esta proteína, las chances de sobrevivir a cinco años se iban al traste, cayendo de un 90% a un miserable 20%. Básicamente, tener esa proteína era como jugar la lotería sabiendo que uno compró el número perdedor. Era un marcador de que la cosa se podía poner fea, y rápido.
Diay, ¿y cómo es que este chunche hace tanto daño? Piénsenlo como un guardaespaldas corrupto. El sistema inmune es el guarda bueno que quiere eliminar a las células cancerosas que se escapan del tumor original (las micrometástasis). Pero llega la TIM3 y, básicamente, le paga para que se haga el mae y las deje pasar. No solo eso, sino que las vuelve más rudas, como si les diera esteroides para que se conviertan en células madre tumorales, listas para armar un nuevo tumor en cualquier parte del cuerpo, desde el hígado hasta el cerebro. Un desastre completo.
Pero aquí viene la parte que es un queque y la razón por la que esta noticia es tan importante. Resulta que no hay que empezar de cero para inventar un arma contra la TIM3. ¡Ya existen los fármacos! Son medicamentos que se han probado en otras varas, pero nunca con este enfoque: usarlos de forma preventiva. La idea de los científicos ahora es empezar ensayos para darle estos fármacos a pacientes cuyos tumores tienen la proteína TIM3 antes de que la metástasis ocurra. Es pasar de apagar el incendio a evitar que la chispa se prenda. ¡Qué carga de noticia!
Al final del día, mae, noticias como esta le devuelven a uno la fe en el brete que hacen los científicos. Esto no es una curita, es un posible cambio de reglas en el juego contra una de las enfermedades que más afecta a las mujeres en Costa Rica y en el mundo. Poder detectar a tiempo a las pacientes con más riesgo y tener una herramienta para protegerlas podría salvar miles de vidas. Obviamente, falta camino por recorrer y ensayos que hacer, pero la puerta que se acaba de abrir es gigantesca y da una luz de esperanza que está a cachete.
¿Qué opinan ustedes? ¿Creen que este tipo de avances le dan un giro de 180 grados a la lucha contra el cáncer? ¡Los leo!