una vara que me pasaron ojala les guste
No puedo negarlo: me gustan las mujeres jóvenes, disfruto su frescura, su juventud me activa y me rapta de las rutinas.
Estos tips son de ayuda; pero, en definitiva, si usted no les gusta, nada va a pasar. No hay pócimas mágicas ni chimbombina que superen la voluntad femenina. Si usted les gusta, ellas se lo harán saber.
1. No cierre las puertas a las cosas nuevas. Desde el tiempo en que Domingo Argüello era cool hasta hoy, se abrieron nuevos bares, nuevos restaurantes, se han escrito nuevos libros y se han filmado nuevas películas. De las veinteañeras he aprendido mucho más de lo que logré enseñarles.
2.Las nenas de ahora se tatúan, usan piercings, compran ropa usada y la reconstruyen, usan gigantescos anteojos de pasta y les gusta besar a otras muchachas. Lo toma o lo deja.
3. Sáquese las faldas, quítese el celular de la faja, bote los calzoncillos con huecos. La ropa que usa en la oficina no le sirve para salir de noche. Nunca pase dos décadas con el mismo corte de pelo.
4.Ser feo es definitivamente un problema. Soluciónelo.
5. Hoy en día el recorte capilar del hemisferio sur ya no es exclusivo para las mujeres.
6. Usted no es hipster ni emo ni surfo: sea quien es y deje de hacer el ridículo con prendas diseñadas para los hijos que usted podría tener.
7. No se la pase contando lo locas que eran las fiestas en los ochenta. A menos que usted sea Gene Simmons, a nadie le interesan.
8. Cambie sus referencias. “Ni que fueras Thalía” o “Ese mae se cree Van Damme” ya no significan nada para nadie.
9. Entre en el radar de las veinteañeras, que lo reconozcan por agradable, por talentoso, por haber estado siempre acompañado de muchachas guapas con cara de bien cogidas. Si a sus treinta y tantos nadie se ha percatado de lo atractivo que es usted, muy probablemente no lo sea.
10. No juegue de inteligente. Todo el conocimiento trivial que usted ha acumulado, ellas pueden consultarlo desde su smart phone. Nadie sabe más que Wikipedia.
11. Pregunta tonta: “Mae, ¿de qué hablás con ella?”. Pues de las mismas “pobrediableces” que hablo con los amigos de mi edad: de fútbol, de pedos, de fiesta, del día que un amigo se desmayó por la borrachera y otro quería hacer un trineo con una caja de cartón para sacarlo del bar.
12. Aproveche sus erecciones mientras las tenga; aproveche esas tetitas mientras se mantienen paraditas. Es efímero el tiempo en que todo apunta para arriba.
13. Independícese. A un chiquillo de dieciocho años se le ve bien escabullirse al cuarto en la madrugada, taparle la boca a la muchacha para que no grite, o tener sexo en el carro de los tatas. A usted no.
14. No ande rajando con la plata: ellas no quieren casarse todavía. Si están con alguien es porque les gusta realmente, no porque quieren que les compre chucherías. Para eso están los papás.
15. Nunca, bajo ningún concepto, hable como chineadito porque ella le habló así. No haga trompitas, no escuche One Direction, no baile Lady Gaga. Usted es un hombre, por el amor de Dior: asúmalo. Compórtese siempre como un ser sexual que, cuando entre al cuarto, huela a sexo. Sépase un buen amante y proyéctelo.
16. Las mujeres hablan: todo lo que haga, o deje de hacer, puede ser usado en su contra.
17. A sus veinte años, las muchachas son espíritus puros: nútrase de ellas. Aún no han sido vencidas por las decepciones del envejecer; no conocen de resignaciones ni de conveniencia; todavía creen que pueden conseguir su trabajo de ensueño; no las ha taimado el día a día, el insomnio, el pagar impuestos municipales, el comprar bombillos; nunca han tenido que disputarse la patria potestad de los libros y los CD con quien creyeron que era el amor de su vida y les terminó pasando ladillas. Ellas no saben que todos los hombres somos unos hijueputas. No las arruine.
No puedo negarlo: me gustan las mujeres jóvenes, disfruto su frescura, su juventud me activa y me rapta de las rutinas.
Estos tips son de ayuda; pero, en definitiva, si usted no les gusta, nada va a pasar. No hay pócimas mágicas ni chimbombina que superen la voluntad femenina. Si usted les gusta, ellas se lo harán saber.
1. No cierre las puertas a las cosas nuevas. Desde el tiempo en que Domingo Argüello era cool hasta hoy, se abrieron nuevos bares, nuevos restaurantes, se han escrito nuevos libros y se han filmado nuevas películas. De las veinteañeras he aprendido mucho más de lo que logré enseñarles.
2.Las nenas de ahora se tatúan, usan piercings, compran ropa usada y la reconstruyen, usan gigantescos anteojos de pasta y les gusta besar a otras muchachas. Lo toma o lo deja.
3. Sáquese las faldas, quítese el celular de la faja, bote los calzoncillos con huecos. La ropa que usa en la oficina no le sirve para salir de noche. Nunca pase dos décadas con el mismo corte de pelo.
4.Ser feo es definitivamente un problema. Soluciónelo.
5. Hoy en día el recorte capilar del hemisferio sur ya no es exclusivo para las mujeres.
6. Usted no es hipster ni emo ni surfo: sea quien es y deje de hacer el ridículo con prendas diseñadas para los hijos que usted podría tener.
7. No se la pase contando lo locas que eran las fiestas en los ochenta. A menos que usted sea Gene Simmons, a nadie le interesan.
8. Cambie sus referencias. “Ni que fueras Thalía” o “Ese mae se cree Van Damme” ya no significan nada para nadie.
9. Entre en el radar de las veinteañeras, que lo reconozcan por agradable, por talentoso, por haber estado siempre acompañado de muchachas guapas con cara de bien cogidas. Si a sus treinta y tantos nadie se ha percatado de lo atractivo que es usted, muy probablemente no lo sea.
10. No juegue de inteligente. Todo el conocimiento trivial que usted ha acumulado, ellas pueden consultarlo desde su smart phone. Nadie sabe más que Wikipedia.
11. Pregunta tonta: “Mae, ¿de qué hablás con ella?”. Pues de las mismas “pobrediableces” que hablo con los amigos de mi edad: de fútbol, de pedos, de fiesta, del día que un amigo se desmayó por la borrachera y otro quería hacer un trineo con una caja de cartón para sacarlo del bar.
12. Aproveche sus erecciones mientras las tenga; aproveche esas tetitas mientras se mantienen paraditas. Es efímero el tiempo en que todo apunta para arriba.
13. Independícese. A un chiquillo de dieciocho años se le ve bien escabullirse al cuarto en la madrugada, taparle la boca a la muchacha para que no grite, o tener sexo en el carro de los tatas. A usted no.
14. No ande rajando con la plata: ellas no quieren casarse todavía. Si están con alguien es porque les gusta realmente, no porque quieren que les compre chucherías. Para eso están los papás.
15. Nunca, bajo ningún concepto, hable como chineadito porque ella le habló así. No haga trompitas, no escuche One Direction, no baile Lady Gaga. Usted es un hombre, por el amor de Dior: asúmalo. Compórtese siempre como un ser sexual que, cuando entre al cuarto, huela a sexo. Sépase un buen amante y proyéctelo.
16. Las mujeres hablan: todo lo que haga, o deje de hacer, puede ser usado en su contra.
17. A sus veinte años, las muchachas son espíritus puros: nútrase de ellas. Aún no han sido vencidas por las decepciones del envejecer; no conocen de resignaciones ni de conveniencia; todavía creen que pueden conseguir su trabajo de ensueño; no las ha taimado el día a día, el insomnio, el pagar impuestos municipales, el comprar bombillos; nunca han tenido que disputarse la patria potestad de los libros y los CD con quien creyeron que era el amor de su vida y les terminó pasando ladillas. Ellas no saben que todos los hombres somos unos hijueputas. No las arruine.