¡Ay, Dios mío! Se armó un quite en Pavón de Los Chiles, mae. Resulta que unos gringos intentaron meterle al país un cargamento de zapatos y ropa que dejó a la Fuerza Pública y la Policía de Migración con los ojos bien abiertos. Estamos hablando de casi ¢45 millones en mercadería que entraba por encima, sin pagar ni un colón de impuestos. ¡Una verdadera torta!
Todo pasó la noche del lunes, cuando el GAO de la Fuerza Pública interceptó un carro con placas de acá, manejado por un nica que venía acompañado de otros dos compatriotas. Al parecer, estos estaban en condición migratoria irregular, lo que ya de entrada levantó sospechas. Pues resulta que la onda era traerle pura mercancía ilegal.
Según las autoridades, los tres confesaron haber comprado toda esa ropa y esos zapatos en Managua. Imagínate, 1.617 pares de zapatos… ¡una barbaridad! Y eso sin contar la montaña de ropa que traían. Todo esto, claro, pensando en venderlo acá a precio de ganga, aprovechándose de que no pagaron los impuestos correspondientes. ¡Qué poca honradez!
“Nosotros como autoridades tenemos la visión y la misión de mantener el orden en la frontera”, declaró Junier Villalta Rubí, el director regional de la Fuerza Pública de la frontera norte. Así que ahí lo tienen, haciendo saber que no van a permitir esas artimañas. Que si quieren hacer negocios, que lo hagan legalmente, o directamente no se molesten.
Después de coordinar con la Policía de Control Fiscal, la mercancía fue decomisada. Se la llevaron pa’ que no siga dando vueltas y los tres nicos quedaron a disposición de las autoridades competentes. Ahora les tocará enfrentar las consecuencias de sus actos frente a un juez. A ver si aprenden la lección y dejan de intentar engañar al país.
Este tipo de incidentes son cada vez más comunes en la frontera norte, donde los contrabandistas buscan cualquier vía para ingresar mercancías ilegales al país. La situación económica dificulta las cosas, muchos caen en estas trampas buscando una oportunidad fácil, aunque sea ilegal. Pero claro, siempre hay que asumir las responsabilidades, diay.
Pero mira vos, este caso en particular resalta la importancia del trabajo coordinado entre diferentes instituciones del Estado. La Fuerza Pública detectó la situación, la Policía de Migración confirmó la condición irregular de los individuos, y la Policía de Control Fiscal se encargó de decomisar la mercadería. Un esfuerzo conjunto que demostró que cuando se trabaja en equipo, se pueden lograr resultados significativos. Aunque siempre queda la sensación de que esto es solo la punta del iceberg.
En fin, este caso nos deja pensando: ¿Cómo podemos fortalecer aún más la seguridad fronteriza y combatir el contrabando de manera efectiva? ¿Será suficiente con aumentar el número de agentes de control, o necesitamos implementar estrategias más innovadoras para detectar y prevenir este tipo de actividades ilícitas? ¡Compas, díganme qué piensan ustedes del tema!
Todo pasó la noche del lunes, cuando el GAO de la Fuerza Pública interceptó un carro con placas de acá, manejado por un nica que venía acompañado de otros dos compatriotas. Al parecer, estos estaban en condición migratoria irregular, lo que ya de entrada levantó sospechas. Pues resulta que la onda era traerle pura mercancía ilegal.
Según las autoridades, los tres confesaron haber comprado toda esa ropa y esos zapatos en Managua. Imagínate, 1.617 pares de zapatos… ¡una barbaridad! Y eso sin contar la montaña de ropa que traían. Todo esto, claro, pensando en venderlo acá a precio de ganga, aprovechándose de que no pagaron los impuestos correspondientes. ¡Qué poca honradez!
“Nosotros como autoridades tenemos la visión y la misión de mantener el orden en la frontera”, declaró Junier Villalta Rubí, el director regional de la Fuerza Pública de la frontera norte. Así que ahí lo tienen, haciendo saber que no van a permitir esas artimañas. Que si quieren hacer negocios, que lo hagan legalmente, o directamente no se molesten.
Después de coordinar con la Policía de Control Fiscal, la mercancía fue decomisada. Se la llevaron pa’ que no siga dando vueltas y los tres nicos quedaron a disposición de las autoridades competentes. Ahora les tocará enfrentar las consecuencias de sus actos frente a un juez. A ver si aprenden la lección y dejan de intentar engañar al país.
Este tipo de incidentes son cada vez más comunes en la frontera norte, donde los contrabandistas buscan cualquier vía para ingresar mercancías ilegales al país. La situación económica dificulta las cosas, muchos caen en estas trampas buscando una oportunidad fácil, aunque sea ilegal. Pero claro, siempre hay que asumir las responsabilidades, diay.
Pero mira vos, este caso en particular resalta la importancia del trabajo coordinado entre diferentes instituciones del Estado. La Fuerza Pública detectó la situación, la Policía de Migración confirmó la condición irregular de los individuos, y la Policía de Control Fiscal se encargó de decomisar la mercadería. Un esfuerzo conjunto que demostró que cuando se trabaja en equipo, se pueden lograr resultados significativos. Aunque siempre queda la sensación de que esto es solo la punta del iceberg.
En fin, este caso nos deja pensando: ¿Cómo podemos fortalecer aún más la seguridad fronteriza y combatir el contrabando de manera efectiva? ¿Será suficiente con aumentar el número de agentes de control, o necesitamos implementar estrategias más innovadoras para detectar y prevenir este tipo de actividades ilícitas? ¡Compas, díganme qué piensan ustedes del tema!