¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, mi gente. Resulta que ahora nos quieren meter en una lista de países con problema de drogas. Esto de que Estados Unidos incluya a Costa Rica en su lista de países con “alto riesgo” de tráfico de drogas ha levantado más polvo que un gallito en la Feria de Villa Quemada. El ministro Mario Zamora ya salió a defender la posición del gobierno, pero la verdad, a muchos nos quedó un saborcito amargo en la boca.
Para ponerle pausa a la cosa, hay que recordar que esto no es novedad, ¿eh? Desde hace unas cuantas décadas, nuestra ubicación geográfica nos convierte en un punto estratégico, digámoslo así, para que la mercancía transite de sur a norte. Somos como el cuello de botella de la autopista, donde pasan todas las camionetas, aunque algunas lleven cosas que no van precisamente en la guantera. Zamora lo dijo claro: estamos en medio de dos mundos, productores al sur y consumidores al norte, y eso nos pone en una situación… complicada.
La lista, firmada por el Presidente Trump (sí, ese mismo), incluye nombres como Afganistán, Bolivia, Colombia... un cartelazo. Lo que le pega a nosotros es que señalan la necesidad de reforzar los controles fronterizos y aumentar la cooperación internacional. Suena bien en teoría, pero la práctica siempre es otra vaina, ¿verdad?
Y ahí radica la preocupación, mi gente. Porque si bien el ministro asegura que esto no es nuevo, tememos que la imagen de Costa Rica se vea afectada. El turismo es nuestra gallina de los huevos de oro, y que nos pinten como un país con problema de narcotráfico, pues no ayuda precisamente a atraer visitantes. Imaginen la campaña publicitaria que tendrán que hacer para sacudirse esta etiqueta… ¡una torta!
Muchos analistas opinan que esto es parte de una estrategia política de Washington para presionar a nuestros gobiernos a endurecer las medidas contra el crimen organizado. Otros, más escépticos, ven en esto una excusa para recortar fondos destinados a programas de prevención y desarrollo social. ¿Será que nos quieren ver más pobres para tener que depender aún más de ellos?
La realidad es que la lucha contra el narcotráfico es una batalla cuesta arriba. No podemos negar que existen redes criminales operando en nuestro territorio, infiltrándose en instituciones y corrompiendo a funcionarios. Pero tampoco podemos permitir que nos estigmaticen como un país narcoestado. Tenemos que trabajar duro, exigir transparencia y rendición de cuentas a nuestros gobernantes, y apoyar a las comunidades afectadas por esta problemática.
Pero miren, lo que más me preocupa es cómo vamos a lidiar con esto internamente. Ya hemos visto cómo se manejan estas situaciones en otros países latinoamericanos. Se arma un relajo, se culpan unos a otros, y al final, los que sufren somos todos nosotros. Necesitamos un plan integral, con enfoque preventivo y participación ciudadana, que vaya más allá de los discursos vacíos y las promesas incumplidas. Un brete, sin duda alguna.
Ahora, díganme ustedes: ¿creen que esta inclusión en la lista de Estados Unidos afectará realmente al turismo en Costa Rica, o será solo otro episodio más en la larga historia de conflictos internacionales? ¿Y qué medidas concretas deberían tomar nuestras autoridades para limpiar la imagen de nuestro país y combatir eficazmente el narcotráfico, sin caer en soluciones simplistas o represivas? ¡Déjame sus opiniones aquí abajo, mi gente!
Para ponerle pausa a la cosa, hay que recordar que esto no es novedad, ¿eh? Desde hace unas cuantas décadas, nuestra ubicación geográfica nos convierte en un punto estratégico, digámoslo así, para que la mercancía transite de sur a norte. Somos como el cuello de botella de la autopista, donde pasan todas las camionetas, aunque algunas lleven cosas que no van precisamente en la guantera. Zamora lo dijo claro: estamos en medio de dos mundos, productores al sur y consumidores al norte, y eso nos pone en una situación… complicada.
La lista, firmada por el Presidente Trump (sí, ese mismo), incluye nombres como Afganistán, Bolivia, Colombia... un cartelazo. Lo que le pega a nosotros es que señalan la necesidad de reforzar los controles fronterizos y aumentar la cooperación internacional. Suena bien en teoría, pero la práctica siempre es otra vaina, ¿verdad?
Y ahí radica la preocupación, mi gente. Porque si bien el ministro asegura que esto no es nuevo, tememos que la imagen de Costa Rica se vea afectada. El turismo es nuestra gallina de los huevos de oro, y que nos pinten como un país con problema de narcotráfico, pues no ayuda precisamente a atraer visitantes. Imaginen la campaña publicitaria que tendrán que hacer para sacudirse esta etiqueta… ¡una torta!
Muchos analistas opinan que esto es parte de una estrategia política de Washington para presionar a nuestros gobiernos a endurecer las medidas contra el crimen organizado. Otros, más escépticos, ven en esto una excusa para recortar fondos destinados a programas de prevención y desarrollo social. ¿Será que nos quieren ver más pobres para tener que depender aún más de ellos?
La realidad es que la lucha contra el narcotráfico es una batalla cuesta arriba. No podemos negar que existen redes criminales operando en nuestro territorio, infiltrándose en instituciones y corrompiendo a funcionarios. Pero tampoco podemos permitir que nos estigmaticen como un país narcoestado. Tenemos que trabajar duro, exigir transparencia y rendición de cuentas a nuestros gobernantes, y apoyar a las comunidades afectadas por esta problemática.
Pero miren, lo que más me preocupa es cómo vamos a lidiar con esto internamente. Ya hemos visto cómo se manejan estas situaciones en otros países latinoamericanos. Se arma un relajo, se culpan unos a otros, y al final, los que sufren somos todos nosotros. Necesitamos un plan integral, con enfoque preventivo y participación ciudadana, que vaya más allá de los discursos vacíos y las promesas incumplidas. Un brete, sin duda alguna.
Ahora, díganme ustedes: ¿creen que esta inclusión en la lista de Estados Unidos afectará realmente al turismo en Costa Rica, o será solo otro episodio más en la larga historia de conflictos internacionales? ¿Y qué medidas concretas deberían tomar nuestras autoridades para limpiar la imagen de nuestro país y combatir eficazmente el narcotráfico, sin caer en soluciones simplistas o represivas? ¡Déjame sus opiniones aquí abajo, mi gente!