Lo prometido es deuda. La empleada de mi vecina.
Hace muchas lunas cuando su servidor rondaba aquellos años de puras pajas, literal, la buena vida y la poca vergüenza habiendo cumplido los 15 y aun virgen, las hormonas me jugaban siempre una mala pasada, la que se moviera y oliera a rosas, channel o recién bañada me otorgaba una incómoda elección por horas.
Recuerdo que en ese tiempo mi vecina, que era como una tía para mí, recién había tenido un bebe y contrato a una chacha para que le ayudara con lo quehaceres de la casa. Para las vacaciones de fin de año cuando no había as nada que hacer aparte de las pajas, empecé a frecuentar más a mi vecina para hacerle compañía ya que por razones diferentes yo pasaba solo todo el día hasta la noche en mi casa. En el momento en que ella se hizo de aquella empleada mi cabecita empezó a maquinar. Maes, no era el culazo más rico que hay en el mundo, pero si era de buen ver, era una mujer de rasgos indígenas, una cholita, bajita como de 1.55m, pelo negro lacio y largo como virgen de pueblo, tetas pequeñas pero amigables a la vista y tacto, pancita algo pronunciada, unas caderas uff esas pistolas y un culo que si la hubiesen visto le prenden una vela y le rezan!
Un día en vísperas de navidad, mi tía-vecina me llama como a las 8 de la mañana para pedirme que si me puedo quedar en su casa un rato porque ella tiene que salir a hacer unos mandados y no puede esperar a que venga la chacha para abrirle la puerta.
Yo que ni corto ni perezoso le voy diciendo que sí, me ducho me alisto y me cruzo a su casa, ella se va, llegue la chacha, me saluda, hablamos un poco, me la como con la vista cosa que ella siempre había notado y le digo que me voy a ir al cuarto de mi tía a acostarme un rato porque aún tengo sueño.
Llego al cuarto y me voy sacando la herramienta para dedicarle una pajita y no perder la costumbre, pero por más que le daba guante a la carne no me podía regar, a lo que me desespero me la guardo y me tiro en la cama, justo en el momento en que ella entra, según ella a decirme quien sabe qué, pero lo que ve la verga mía más dura que bollo e' pan añejo. Y que hago de escondérmela y ella solo se ríe y me dice:
- que le paso a usted ahí?
A lo que le digo:
- nada es que tengo ganas de orinar.
Y la muy sádica me va diciendo:
- y no ocupa ayudita? Se la puedo llevar.
Y que me voy descarando y le digo:
- Si me quiere ayudar mejor me da una manita. Y me saco la anaconda y me la empiezo a amansar enfrente de ella.
A michi le gusto lo que vio, que sin mediar palabras se arrodilló enfrente mío y ella se convirtió en la anaconda, devorando cada centímetro de mi humilde amiguito, vean nunca me han hasta el sol de hoy, mamado con unas ganas tan pervertidas, esa mujer se chupó, lamió y besó todo lo que encontró a su alcance, si todo!
Se pone de pie, se levanta la blusa y me da de amamantar mientras me empieza una paja, pero de esas que te quieren arrancar el pedazo.
Se me pone en la cama de frente Pati-abierta y le voy enfilando la punta del sable para empezar a apuñalarla, no sin antes jugar en su entradita con la puntica del gorrito, solo para sentirla agarrarme por las nalgas y abrazarme para dejársela ir hasta lo más profundo del útero.
Me saco la leche, pero yo tenía toda la leche así que al ratito, le volvimos a dar, me la volvió a mamar, mientras me decía cosas como: que picha tan rica! Si se lo pido a su mama, me deja comérmelo siempre? Me le puedo comer los huevitos así…?, Yo en esta verga si me atragando…
Chiquillos, volamos culo ese día, la puse en 4 y vi cómo se le formaba ese corazonsote y se le iba asomando ese doble cuarto de libre vertical que chorreaba más salsa que un whooper recién hecho, se la clavé de a perrito y monté ese culo con tanto deleite, yo no sé honestamente como hice para rendir tanto en mi primer polvo, pero sépanse que desde ese día nada fue igual. Me iba donde la vecina a pasar el día, los días que ella venia, la tocaba cuando podía, metía mano, aprovechaba para marmarla y ser mamado cuando mi tía se duchaba, incluso recuerdo una vez se la metí detrás de la casa en el patio cuando fue a tender ropa con la excusa de que la iba a ayudar a tender.
Cuando empezaron las clases y ya en vísperas de mis dulces 16, mi mama se le ocurrió que como ella era de confianza podía ayudar en la casa acomodando y cocinando para que yo no me tuviera que preocupar por eso.
Ella llegaba donde mi tía a limpiar cuando terminaba cruzaba a mi casa a ordenar un poco, hacer comida y de paso recetarme panocha después de una buena mamada. Estuvimos en ese vacilón hasta el final de mis 17 y no era que cogíamos todo el tiempo porque literal no se podía, pero si tenía una chacha con quien desahogarme los calentones que me daban la chicas en el cole que nunca me lo iban a prestar. No tuve novia en todo el rato que me quedo en el cole, pero tenía a la chacha para calmar el hambre.
Todo termino cuando por fuerzas mayores me tuve que mudar. Ya las 21 en una visita le voy preguntando a la tía que qué con la chacha que limpiaba que si seguía viniendo, me dijo que no, que ya hace un rato ella no venía, porque se había juntado con alguien y ya no ocupaba la breteada, le pregunto a la tía que si aún tiene el contacto para saludarla, a lo que me responde: “No, ya no lo tengo, pero dudo mucho que te la puedas volver a coger.” La miro, nos reimos y seguimos hablando.