¡Aguante, pura vida! La Universidad Nacional (UNA), siempre a la vanguardia, nos acaba de soltar una bomba: van a lanzar la carrera de Ingeniería Matemática en Ciencia de Datos. Imagínate, desde 2026 podremos estudiarla. Así que ya saben, si andan pensando en qué brete meterse, ¡añadan esto a la lista!
Esto no cayó del cielo, majé. Parece que la UNA ha estado echándole ojo a lo que pasa en el mundo. Ya se dieron cuenta de que estamos metidos hasta el cuello en la era de la información, y necesitan que tengamos gente preparada para sacarleleches a todos esos datos que se generan cada segundo. Según dicen, ¡25 quintillones de bytes cada vez! Eso da escalofríos, pero a la vez, oportunidades.
Lo que proponen es un bachillerato que mezcla tres disciplinas potentes: matemáticas, estadística y computación. No es broma, quieren formar profesionales capaces de transformar todo ese torbellino de información en cosas útiles, en soluciones reales para nuestros problemas. Como dice don José Saavedra, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, “esta oferta académica responde a las necesidades de nuestro tiempo...”. Suena bien, ¿eh?
Y Alejandra Gamboa, la rectora adjunta, va aún más allá: asegura que estos graduados van a ser “agentes de cambio” que liderarán la transformación digital del país. Es decir, no solo van a estar sentaditos frente a una computadora analizando números. Quieren que sean líderes, que tengan la visión para sacar el máximo provecho de toda esa información y hacerla servir para mejorar nuestras vidas. ¡Qué carga!
Ahora, si piensan que esto es un invento mío, les cuento que según Jorge Arroyo, el coordinador de la carrera, ya le echaron ojo al mercado laboral. Hicieron estudios, consultaron con empresas… Todo para asegurarse de que hay demanda para estos profes. ¡No vaya a ser que luego nos quedemos con un montón de ingenieros sin trabajo! Y por si fuera poco, mencionan que los gringos también están dándole duro a esta área. Dicen que la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos la pone entre las carreras con más futuro, solo debajo del sector salud. ¡Eso sí es hablar!
¿Y pa’ qué vamos a usar estas habilidades? Pues pa’ casi todo, majé. Desde mejorar la atención médica, pasando por optimizar el sistema de transporte público, hasta darle una manito a la educación. Piensen en cómo podríamos usar la ciencia de datos para reducir la congestión vehicular en San José, predecir brotes de enfermedades, o personalizar la enseñanza para cada estudiante. ¡Las posibilidades son infinitas!
La onda es que la carrera será semipresencial, dura cuatro años y se evaluará con proyectos prácticos. Así no nos vamos a quedar solo con teoría, sino que vamos a aprender haciendo. Además, dicen que van a tener unos 35 cupos disponibles para el 2026: 30 nuevos y cinco para cambio de carrera. Así que, si le muerde el patojo, ¡ya sabe qué hacer!
En fin, parece que la U Nacional va con todo para prepararnos para el futuro. Pero dime, ¿crees que Costa Rica está realmente lista para abrazar la revolución de la ciencia de datos? ¿O seguimos arrastrando los pies en temas de tecnología y modernización? ¡Déjanos tus comentarios y a ver qué opinas!
Esto no cayó del cielo, majé. Parece que la UNA ha estado echándole ojo a lo que pasa en el mundo. Ya se dieron cuenta de que estamos metidos hasta el cuello en la era de la información, y necesitan que tengamos gente preparada para sacarleleches a todos esos datos que se generan cada segundo. Según dicen, ¡25 quintillones de bytes cada vez! Eso da escalofríos, pero a la vez, oportunidades.
Lo que proponen es un bachillerato que mezcla tres disciplinas potentes: matemáticas, estadística y computación. No es broma, quieren formar profesionales capaces de transformar todo ese torbellino de información en cosas útiles, en soluciones reales para nuestros problemas. Como dice don José Saavedra, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, “esta oferta académica responde a las necesidades de nuestro tiempo...”. Suena bien, ¿eh?
Y Alejandra Gamboa, la rectora adjunta, va aún más allá: asegura que estos graduados van a ser “agentes de cambio” que liderarán la transformación digital del país. Es decir, no solo van a estar sentaditos frente a una computadora analizando números. Quieren que sean líderes, que tengan la visión para sacar el máximo provecho de toda esa información y hacerla servir para mejorar nuestras vidas. ¡Qué carga!
Ahora, si piensan que esto es un invento mío, les cuento que según Jorge Arroyo, el coordinador de la carrera, ya le echaron ojo al mercado laboral. Hicieron estudios, consultaron con empresas… Todo para asegurarse de que hay demanda para estos profes. ¡No vaya a ser que luego nos quedemos con un montón de ingenieros sin trabajo! Y por si fuera poco, mencionan que los gringos también están dándole duro a esta área. Dicen que la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos la pone entre las carreras con más futuro, solo debajo del sector salud. ¡Eso sí es hablar!
¿Y pa’ qué vamos a usar estas habilidades? Pues pa’ casi todo, majé. Desde mejorar la atención médica, pasando por optimizar el sistema de transporte público, hasta darle una manito a la educación. Piensen en cómo podríamos usar la ciencia de datos para reducir la congestión vehicular en San José, predecir brotes de enfermedades, o personalizar la enseñanza para cada estudiante. ¡Las posibilidades son infinitas!
La onda es que la carrera será semipresencial, dura cuatro años y se evaluará con proyectos prácticos. Así no nos vamos a quedar solo con teoría, sino que vamos a aprender haciendo. Además, dicen que van a tener unos 35 cupos disponibles para el 2026: 30 nuevos y cinco para cambio de carrera. Así que, si le muerde el patojo, ¡ya sabe qué hacer!
En fin, parece que la U Nacional va con todo para prepararnos para el futuro. Pero dime, ¿crees que Costa Rica está realmente lista para abrazar la revolución de la ciencia de datos? ¿O seguimos arrastrando los pies en temas de tecnología y modernización? ¡Déjanos tus comentarios y a ver qué opinas!
